Sueño y alimentación: qué comemos determina cómo dormimos

No es ningún secreto que tanto la nutrición como el sueño tienen un papel fundamental en nuestra salud, aunque se suelen pasar por alto las estrechas relaciones que existen entre ambos. Ciertos alimentos y bebidas pueden incidir en la calidad y la cantidad de tu sueño de manera que no descanses lo necesario. Al mismo tiempo, la privación de sueño tiende a incrementar el consumo de alimentos calóricos y, consecuentemente, el riesgo de obesidad. Si tienes problemas de sueño, el hecho de conocer cómo afecta tu alimentación al descanso puede ayudarte a mejorarlo.

El insomnio se puede ver afectado de manera directa por los alimentos que ingieres, que se pueden dividir en dos grandes grupos: macro y micronutrientes. Los macronutrientes son los azúcares (carbohidratos), las grasas y las proteínas. Los micronutrientes son las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita para un correcto funcionamiento.

Carbohidratos y grasas

Es importante que la mayor parte del consumo de hidratos de carbono lo sea de aquellos con un índice glucémico bajo, como las legumbres o las verduras, y evitar, en la medida de lo posible, el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido en azúcares refinados, como la bollería industrial o las bebidas energéticas. Sin embargo, un pequeño pico de glucosa en sangre, con el consumo de alimentos con un índice glucémico medio-alto, como la zanahoria hervida, la patata, el arroz o la calabaza asada, favorecerá la síntesis de la melatonina, la hormona inductora del sueño.

En cuanto a las grasas, existen dos grandes grupos: las saturadas y las insaturadas. La base de la dieta mediterránea son las grasas insaturadas, ¡por eso es tan saludable! Dentro de este grupo se encuentra el aceite oliva. Además, un tipo de grasa insaturada es el omega 3, que disminuye la inflamación en tu cuerpo y aumenta los niveles de melatonina. Puedes encontrar esta grasa en alimentos como el pescado azul, las nueces o las semillas de lino y chía.

La proteína es esencial para un buen descanso

Cabe destacar que el consumo de proteína es esencial para un buen descanso y funcionamiento del cuerpo. La melatonina se sintetiza a través del triptófano (un aminoácido presente en las proteínas). Puedes encontrar triptófano en las carnes blancas o rojas, los pescados, las legumbres, los tubérculos como la patata o el boniato, el huevo o frutas como el kiwi o la cereza.

Vitaminas y minerales

Muchas vitaminas y minerales tienen actividad antioxidante y poseen la capacidad de reducir la inflamación de tu cuerpo influyendo positivamente en el descanso. La vitamina B12, por ejemplo, contribuye a la secreción de melatonina, y la encontramos en alimentos como el pescado, la carne o los huevos, mientras que un déficit de vitamina D se relaciona con una menor calidad del sueño y somnolencia diurna, por lo que recomendamos consumir pescados grasos, como el salmón o la trucha. En cuanto a los minerales, un consumo adecuado de calcio se asocia con una mayor facilidad para quedarse dormido, mientras que el déficit de hierro se relaciona con más despertares nocturnos y menor cantidad de horas de sueño.

Reconocer las conexiones entre el sueño y la nutrición genera oportunidades para optimizarlas. Comer de manera más inteligente te permitirá dormir mejor y vivir de manera más saludable.

Artículo elaborado por Ad Salutem, Instituto del Sueño

Problemas oculares en verano: Protegiendo tus ojos del sol y otros riesgos estacionales

Durante el verano, hay que extremar los cuidados de los ojos, pues hay varios factores que pueden afectar seriamente a los cuidados habituales de los ojos. Los describimos a continuación en este artículo.

La luz del sol

Es en esta estación, el verano, cuando los rayos del sol inciden más perpendicularmente a la tierra y cuando mayores efectos provocan. No sólo calientan más sino que la luz se incrementa.

La exposición directa al sol sin las gafas adecuadas puede dañar la córnea, provocando una lesión llamada queratitis actínica. Los síntomas de la queratitis son pérdida de visión, fotofobia (imposibilidad o dificultad para abrir los ojos en condiciones de mucha luz), dolor de ojos y lagrimeo abundante.

Además, la exposición crónica a los rayos solares puede provocar lesiones en la superficie del ojo, como el pterigion, que es el crecimiento anormal del tejido de la conjuntiva sobre la córnea, o como la pinguécula (un tumor benigno de la  conjuntiva, que es el tejido que cubre la parte blanca del ojo).

También pueden exacerbarse enfermedades como la DMAE (degeneración macular debida a la edad, un trastorno que provoca la pérdida de visión de la parte central del ojo) o las cataratas.

Finalmente, los rayos ultravioleta pueden causar una conjuntivitis irritativa, que se produce cuando se inflaman los bordes de los párpados (blefaritis) y, a largo plazo, lesiones graves como tumores malignos de los párpados o de la conjuntiva.

El agua

El calor invita a bañarse, ya sea en agua dulce o salada. Y tanto la del mar, con muchas sales concentradas, como la de las piscinas, bien cargadas de cloro, pueden producir irritaciones.

En las piscinas, a pesar del cloro, es relativamente fácil contagiarse con algún germen, lo que provocaría una conjuntivitis infecciosa, que se manifestaría con enrojecimiento de ojos, lagrimeo secreciones, hinchazón de los párpados y hasta problemas de visión (visión borrosa).

Es muy usual acabar un día de baño con los ojos rojos. En esos casos, lo ideal es lavarse con suero fisiológico.

Está totalmente contraindicado bañarse con lentillas y bajo ninguna circunstancia deben llevarse puestas en el agua, pues el ojo es más proclive a la grave infección por Acanthamoeba, que es un protozoo que puede estar presente en el agua de mar, de piscinas, estanques… La Acanthamoeba puede sobrevivir en el espacio entre la lentilla y el ojo, invadiendo la córnea, y produciendo una queratitis amebiana, muy dolorosa, que puede causar problemas muy graves en los ojos.

El aire acondicionado

En condiciones normales, la superficie ocular está siempre húmeda, lubricada por una fina película lagrimal. Tanto un ventilador como el aire acondicionado afectan a la superficie del ojo, pues provocan la rápida evaporación de dicha lágrima, secando la superficie del ojo, máxime si están dirigidos directamente a la cara.

Análogamente, los ambientes muy secos, o con mucho viento o corrientes de aire pueden provocar ese efecto. Se manifiesta con molestias indefinidas, escozor o irritación y sensación de tener un cuerpo extraño.

Sobre todo en las personas que padecen un trastorno conocido como ojo seco,  el uso de lágrimas artificiales puede aliviar en gran medida.

Algunos consejos para cuidar tu salud ocular en verano

Puedes evitar la mayoría de los problemas oculares siguiendo estas recomendaciones:

  • En el exterior, ponte siempre gafas de sol. Deben ser de calidad, con protección frente a los rayos ultravioleta (UVA y UVB). Mejor aún si tiene cristales polarizados, que evitan los reflejos del sol en superficies brillantes. Procura evitar hacer deporte en esas horas.
  • En la piscina, o en el mar, utiliza gafas de natación, que te protegerán de los agentes infecciosos o irritantes. Las mejores llevan un filtro contra los rayos ultravioleta.
  • Evita ponerte al sol en las horas centrales del día, que es cuando más alto está el sol.
  • Bajo ningún concepto te bañes con lentillas.
  • Procura evitar los ambientes muy secos, con aire acondicionado o un ventilador directos a la cara. Como hemos dicho, pueden causar la evaporación de la lágrima del ojo, secándolo. Si lo necesitas, no dudes en usar lágrimas artificiales, que encontrarás en las farmacias.
  • Cuida la alimentación. Asegúrate de comer alimentos ricos en vitamina A: Los lácteos, frutas y verduras como zanahoria, batatas, melón. Los pescados azules también son beneficiosos.
  • Revísate los ojos, al menos una vez cada dos años, y si eres mayor de 40, anualmente. No dudes en acudir a tu farmacéutico ante algún síntoma que no desaparece en dos días. Llegado el caso, él podrá recomendar la visita a un especialista.

Bibliografia

https://ocumed.es/10-consejos-para-cuidar-los-ojos/
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001010.htm

Falta de vitamina D: síntomas, causas y cómo obtener suficiente

La vitamina D, también conocida como la vitamina del sol, interviene en multitud de procesos de nuestro organismo, por lo que una carencia de esta provoca alteraciones que repercuten negativamente en la salud. Pero, ¿cómo saber si estamos tomando la cantidad suficiente? En este artículo te damos todas las respuestas que necesitas a la falta de vitamina D.

Síntomas de deficiencia de vitamina D

La vitamina D es una vitamina liposoluble, que actúa en nuestro organismo de una forma parecida a como lo hacen las hormonas. El cuerpo humano tiene la capacidad de producirla, pero para ello es necesario que reciba radiación UV del sol. Es decir, exponernos a los rayos solares. 

Sus funciones son múltiples, como la intervención en el funcionamiento del músculo cardíaco, en los músculos en general y en el metabolismo óseo; refuerza el sistema inmune; favorece el microbioma intestinal y protege los vasos sanguíneos. Además, interviene en la absorción del calcio y del fosfato y regula diversos genes. 

Cuando su aporte es deficitario, se presentan una serie de síntomas, que son los que nos dan la señal de que debemos intervenir. Esta sintomatología varía en función de la edad, como muestra la tabla:

LactantesNiños pequeñosNiños mayores y adolescentesPersonas adultasPersonas de edad avanzada
Síntomas de deficiencia de vitamina D– Calambres musculares por falta de calcio– Lentitud en el cierre de los huesos del cráneo– Dolor al andar– Huesos débiles en las piernas, pelvis y columna vertebral– Riesgo elevado de fracturas por cualquier impacto
– Cráneo blando– Retraso al aprender a sentarse, gatear y andar– Piernas arqueadas y/o rodillas juntas en carencias graves– Dolor al tacto y propensión a las fracturas
– Espasmos en cara, manos y pies y convulsiones– Crecimiento óseo alterado, que deriva en escoliosis, piernas arqueadas o rodilla valga– Huesos pélvicos aplanados en niñas, que estrecha el canal del parto

Causas de la deficiencia de vitamina D

Las causas más habituales de la falta de vitamina D son las siguientes:

– Exposición solar insuficiente

– Carencia de vitamina D en la alimentación

– Dificultad para la absorción de la vitamina D de los alimentos

– Problemas de conversión de la vitamina D en el hígado o en los riñones

– Ingesta de medicamentos que interfieren en la capacidad del organismo para la absorción de la vitamina. 

Exposición al sol: la fuente natural de vitamina D

La exposición a la luz solar directa es la forma más sencilla de poner fin a la falta de vitamina D en el organismo. De ahí que se la llame también la vitamina del sol. Si bien podríamos pensar que esta carencia se encuentra únicamente en aquellos países con poca luz solar, la realidad es bien distinta. España está por debajo de Suecia o Noruega. ¿La razón? El uso de protección para la piel y una escasa exposición directa, principalmente. 

Cantidad recomendada de exposición solar para obtener vitamina D

Según las recomendaciones, es suficiente con una media entre cinco y quince minutos unas tres veces a la semana. No obstante, todo depende del color de la piel, puesto que aquellas con una tonalidad más oscura podrían necesitar más tiempo. 

En cualquier caso, se recomienda también que la exposición no tenga lugar en las horas más fuertes, sino a primera hora del día o por la tarde. El incremento en el número de casos de cáncer de piel hace que haya que extremar las precauciones en su cuidado. 


Factores que pueden afectar la síntesis de vitamina D en la piel

A pesar de la exposición solar regular, puede seguir habiendo una deficiencia. Pero, ¿a qué se debe esta falta de vitamina D en la sangre?

En concreto, a una menor producción de vitamina como respuesta a la luz solar, que es frecuente en personas con piel oscura; de edad avanzada, al reducirse la cantidad de 7-dehidrocolesterol en la epidermis, o que usan protector. 

Sin embargo, la mala absorción no solo se puede producir en la piel en el momento de la exposición solar, sino también durante la ingesta de los alimentos. Los factores que intervienen son los siguientes:

Mala absorción de las grasas en el intestino. Al ser una vitamina liposoluble, se absorbe junto con aquellas. Este problema aumenta con la edad.

Dificultad para convertir la vitamina D de forma activa, por trastornos renales y hepáticos; enfermedades hereditarias poco habituales, como el raquitismo hipofosfatémico, o por el uso de ciertos medicamentos, como los anticonvulsivos o la rifampicina. 

Alimentos ricos en vitamina D

Si por algún motivo, la falta de vitamina D es marcada y está repercutiendo negativamente en la salud, la exposición solar puede no ser suficiente para corregir este déficit. En estos casos, se debe aumentar la ingesta a través de la alimentación e incluso recurrir a suplementos. 


Fuentes de vitamina D en la dieta

Las principales fuentes de vitamina D en los alimentos son:

– Pescados grasos como el salmón, el atún, sardinas y caballas

– Anguilas y angulas

– Lácteos como la leche o el queso

– Huevos de gallina

– Hongos y setas

– Alimentos que han sido suplementados

Suplementación de vitamina D: cuándo considerarla y cómo tomarla

Si se presentan varios de los síntomas mencionados, se recomienda acudir al médico para realizar una analítica y verificar los valores de vitamina D. De ser bajos, se recetarían suplementos. Estos también están indicados para personas de edad avanzada o en riesgo de carencia, por no poder salir al exterior o estar en centros de larga estancia. La dosis suele ser de unos 20 microgramos al día.

Bibliografía

https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/trastornos-nutricionales/vitaminas/carencia-de-vitamina-d

https://www.cerascreen.es/blogs/news/vitamina-d

 

Tres estrategias para no comer de más

Quien más quien menos, con frecuencia nos levantamos de la mesa pensando “he comido demasiado”. Con demasiada frecuencia, ¿verdad? “Las patatas fritas me matan…” “Estaba tan bueno el postre…” Es fácil, desde luego, comer de más.

Pero levantarse de la mesa con el pensamiento anterior no es la única manera de pasarse con la comida. La otra forma es comer cuando no tenemos la necesidad fisiológica de hacerlo.

El entorno no nos ayuda nada. Nuestro mundo está repleto de mensajes sobre alimentos, a menudo diseñados para hacernos seguir comiendo, como aquel eslogan de una marca de patatas fritas “A que no puedes comer sólo una”..? Cada vez hay más sitios donde caer en la tentación. Bares, restaurantes, tiendas “deli”, todos anunciándose para seducirnos. Todo ello resulta en que en mayor o menor medida todos comemos alguna vez sin necesidad. Nota aparte merecería la calidad de esos alimentos que nos seducen en cuento a procesamiento, cantidad de azúcar, de sal y aderezada con grasas nocivas y que, definitivamente, buscan que sigamos comiendo.

Pero, a pesar de los pesares, de que la comida está a nuestro alrededor, que nos han dicho que hay que acabarse lo que nos servimos en el plato, que “picamos” a lo largo del día y que la tentación de la comida preparada nos vence, hay cosas que podemos hacer para desconectarnos de ese constante bombardeo.

Tres estrategias para no comer de más

Mira lo que comes

Fíjate bien en lo que te vas a llevar a la boca y piensa exclusivamente en ese bocado. Procura no hacer ninguna otra actividad cuando comas: disfruta de la comida, pensando que estás recargando tu cuerpo restaurando los tejidos. Esto es parte de una práctica anti-estrés: el mindfulness.

La razón radica en varios estudios que afirman que si te suprimen la información visual de lo que llevas comido, vas a comer más. Al prestar atención a lo que comes vas a minorar la cantidad de comida ingerida. Es un enfoque muy simple, pero que funciona. Recuerda: se come también con la vista.

Prueba a hacer lo siguiente:

  • Olvida la tecnología cuando comas. Nada de ordenador, móvil o tableta. No comas en tu mesa de trabajo (lo que tiene la ventaja adicional de que te levantarás de tu sitio y te moverás).
  • Céntrate en tu apetito y en el nivel de saciedad. Por supuesto, además de las pantallas, olvídate del trabajo.
  • Tómate cierto tiempo en la preparación de tu comida, así como en su presentación. Procura no comer directamente del táper o de un plato de cartón. Siéntate a la mesa y piensa en lo que comes.

Ten mucho cuidado con el azúcar y la sal

Ambas resultan tentadoras… como bien saben los fabricantes de alimentos preparados. Es muy fácil, si comes este tipo de alimento, comer sal y azúcar de más, de modo que mucho ojo. Si suprimes la comida procesada, acabarás por aceptar cantidades mucho menores de azúcar y de sal.

  • Si realmente te apetece un dulce, elige uno pequeño y cómetelo despacio, saboreándolo bien.
  • Elige los aperitivos salados que menos sal tengan. Pueden ser frutos secos sin sal o “moja” crudités (zanahorias, apio, endibias), en hummus, ese delicioso y especiado puré de garbanzos o en guacamole. Huye de los dips industriales, que seguro tendrán exceso de sal.

Prueba a hacer lo siguiente:

  • Si realmente te apetece comer algo con abundante sal o azúcar, como sólo tres bocados
  • Saborea cada uno con calma, pensando en su sabor. ¿Es complejo o simple? ¿Notas el exceso de sal o de azúcar? Y replantéate sinceramente si esos bocados te han satisfecho. Podría ser que cayeras en que no te gustan tanto como la comida natural, no procesada. Y plantéate si te provocan más hambre de la que tenías.

Cambia tu modo de picar

“Come cuando realmente tengas hambre”. Es puro sentido común, ¿verdad? Pero ni de lejos es siempre así. Muchas veces comemos por otras razones, no por hambre: aburrimiento, ansiedad, estrés, enfado…Se trata de magnificar el hambre real, no de convertirlo en un paliativo de tu estado de ánimo. Hay muchas formas de combatir un estado de ánimo desfavorable: meditar, pasear, hablar con alguien, oír música, leer… Tratar de “curarlo” comiendo es un error que te hará sentir peor.

Un estudio determinó el impacto del estrés crónico en la conducta alimentaria. Los resultados mostraron que quienes sufrían niveles más altos de estrés respondieron a estimulación visual (mediante fotos de comida altamente calórica) de modo que tuvieron mayor actividad en la áreas del cerebro que afectan a recompensa, la motivación y la toma de decisiones; al mismo tiempo, mostraron menor actividad en las regiones asociadas a la planificación estratégica y al control emocional.

Estos resultados sugieren que el estrés crónico altera la respuesta del cerebro ante la comida, lo que puede favorecer en hábitos alimentarios poco saludables.

Prueba a hacer lo siguiente:

  • Cuando pienses en comida durante un período anímico anómalo, plantéate si realmente tienes hambre.
  • Espera diez minutos si, a pesar de no tener hambre, sigues pensando en comida. Haz algo mientras tanto, date una vuelta, levántate de la silla y desentumécete.
  • Incrementa progresivamente esos diez minutos: primero pasa a quince, luego a veinte y así sucesivamente. Es posible que no logres controlar el ansia por comer, pero las pausas te ayudarán a cambiar el hábito

Bibliografía

https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/weight-loss/in-depth/weight-loss/art-20047342https://www.elsevier.es/es-revista-mindfulness-compassion-188-articulo-revision-historica-conceptos-utilizados-definir-S2445407917300216

Alimentos ricos en fibra: beneficios para la salud y lista de opciones

La búsqueda de una alimentación saludable es una tendencia en la actualidad. Pero por lo general, escuchamos hablar de una distribución de los nutrientes entre carbohidratos, proteínas y grasas. Sin embargo, los alimentos ricos en fibra no pueden quedar fuera de la ecuación, y en este artículo te contamos por qué. 

Beneficios de consumir alimentos ricos en fibra

Los alimentos ricos en fibra son aquellos que incluyen partes comestibles de las plantas que el intestino delgado no tiene la capacidad para digerir ni absorber. Por lo tanto, estas llegan hasta el intestino grueso en el mismo estado. Una vez allí, se fermentan con las bacterias intestinales para que puedan digerirse. 

La fibra se clasifica en dos tipos: soluble e insoluble. La primera está presente en frutas, verduras y legumbres, retiene agua y es la responsable del aumento del bolo fecal. La segunda se encuentra en la capa exterior de las semillas y los granos y suelen expulsarse sin ser procesadas, ya que la flora intestinal no las fermenta. 

¿Y cuáles son los beneficios de consumir alimentos ricos en fibra

  • Regulación del tránsito intestinal.
  • Aumento de la sensación de saciedad.
  • Se mejora la composición de las bacterias beneficiosas para la salud.
  • Regulación de los niveles de colesterol y glucemia en la sangre.
  • Previene el estreñimiento, al incremental el peso y el tamaño de las heces y favorecer la evacuación.
  • Mantenimiento de la salud intestinal y reducción del riesgo de padecer patologías como la  enfermedad diverticular o el cáncer colorrectal. 

Frutas y verduras con alto contenido de fibra

La ingesta de fibra recomendada para una persona adulta es de 25 gramos al día, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Para la Organización Mundial de la Salud, esta cifra debería estar en 30 gramos. Sin embargo, en España, la cantidad de fibra que tomamos es insuficiente, ya que nos quedamos en una media de 12,5 gramos al día. 

Las frutas y verduras son dos de las principales fuentes dentro de los alimentos ricos en fibra y las más sencillas de incluir en la alimentación. 

Ejemplos de frutas ricas en fibra

Para las frutas y las verduras se recomienda siempre elegir aquellas que son de temporada. De esta manera, podremos ir variando la ingesta a lo largo del año y beneficiarnos de las diferentes vitaminas y minerales con las que cuentan. En lo que respecta a la cantidad de fibra por 100 gramos, las principales frutas son:

  • Coco, con 10,5 gramos.
  • Frambuesa, con 6,7 gramos. 
  • Plátano, con 3,4 gramos.
  • Pera, con 2,3 gramos. 
  • Higos, con 2,5 gramos. 
  • Ciruelas, con 2,1 gramos. 

Ejemplos de verduras ricas en fibra

En cuanto a las verduras, las que cuentan con un aporte de fibra más elevado son las siguientes: 

  • Alcachofa, con 9,4 gramos. 
  • Coles de bruselas, con 4,3 gramos. 
  • Grelos, con 3,9 gramos. 
  • Brócoli, con 3 gramos. 
  • Remolacha, 2,8 gramos. 
  • Espinacas, con 2,6 gramos.

Legumbres y granos integrales como fuentes de fibra

Las legumbres y los cereales integrales son también una excelente fuente de fibra. De hecho, el aporte en ambos es superior al que encontramos en las frutas y las verduras. 

Ejemplos de legumbres ricas en fibra

  • Alubias, con 25,4 gramos. 
  • Garbanzos, con 15 gramos. 
  • Lentejas, con 11,7 gramos.

Ejemplos de granos integrales ricos en fibra

  • Cebada, con 15,6 gramos. 
  • Avena, con 15,4 gramos. 
  • Centeno, con 15,1 gramos. 
  • Trigo, con 12,2 gramos. 
  • Espelta, con 10,7 gramos. 
  • Mijo, 8,5 gramos. 

Recetas y consejos para incorporar más fibra en la alimentación

Como puedes comprobar, los alimentos ricos en fibra son múltiples y variados. Junto a todos los que hemos mencionado, hay que añadir también a los frutos secos, que son excelentes para ser consumidos como un snack. Si te cuesta incorporar la fibra a tu dieta, aquí van algunos trucos sencillos que también te pueden servir como recetas:

Puñados de frutos secos

Por su gran aporte nutritivo, basta con tomar un puñado al día. Las nueces y las almendras son excelentes para comer entre horas cuando empieza a entrar hambre. Además de fibra, tienen multitud de minerales y vitaminas, y puedes consumirlos directamente o echándolos en la leche o en un yogur o incluso añadiéndolos a platos calientes. 

Cámbiate al pan integral

El valor nutritivo del plan blanco es muy bajo, y se elabora con harinas refinadas. Si te pasas al integral, asegúrate de apostar por aquellos hechos con espelta o centeno

Hazle un hueco a la avena

La avena es otra gran aliada para incorporar alimentos ricos en fibra. Puedes comerla con la leche o el yogur, y añadir también trozos de fruta y canela. También es muy utilizado como ingrediente para preparar bizcochos e incluso galletas. 

Dale vida a las ensaladas

Si no sabes cómo preparar las verduras o las legumbres o la cocina te quita demasiado tiempo, pásate a las ensaladas. La lechuga y el tomate pueden ser acompañadas de lentejas o garbanzos de bote, y verduras como la remolacha y las espinacas también se pueden consumir crudas. Si lo prefieres, también te sirven para preparar ricos zumos muy nutritivos. 

Y así de fácil es incluir alimentos ricos en fibra en nuestra dieta. 

Bibliografía

https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/fiber/art-20043983

https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000193.htm

https://www.vozpopuli.com/bienestar/nutricion/fibra-cantidad-dia-alimentos.html

El peligro de la salmonela en alimentos crudos y no cocidos adecuadamente

Businessman with stomach ache

La salmonella, o salmonela, es una bacteria (en realidad un género bacteriano) que puede estar presente en diversos alimentos comunes, como los huevos, la leche no pasteurizada, en la carne y en el agua.

Su infección puede ser muy peligrosa. Se manifiesta en el estómago y en el intestino, pero en los casos más graves la bacteria invade los conductos linfáticos (los que transportan agua y proteínas a la sangre) e incluso la propia sangre.

La salmonelosis afecta por igual a hombres y mujeres, con independencia de la edad. En niños y personas mayores y en general personas inmunodeprimidas, la infección puede ser extremadamente grave.

Síntomas de la salmonelosis

Lo síntomas habituales son:

  • Diarrea, o bien
  • Estreñimiento
  • Dolor de cabeza
  • Retortijones
  • Náuseas y vómitos
  • Fiebre
  • Posible presencia de sangre en las heces.

Cuando la infección no es grave, los síntomas no suelen pasar de diarrea durante dos o tres días. La mayoría de las salmonelosis leves remiten entre cuatro días y una semana, sin más tratamiento que reposo y beber abundantes líquidos.

Un caso más grave produciría diarrea constante, retortijones y afectación del estado general del paciente. En casos así, lo ideal es consultarlo con un médico que, eventualmente, podría prescribir un tratamiento antibiótico.

En general, debe consultarse con el médico si:

  • La diarrea dura más de 24 horas
  • Si es frecuente o intensa
  • Si los retortijones son muy dolorosos
  • Si hay sangre en las heces (esto es siempre una causa para consultar a un médico)
  • Si el paciente muestra fiebre de 38ºC o superior
  • Cuando hay señales de ictericia, que es una coloración amarillenta en la piel y en el banco de los ojos). Esto revelaría daños en el hígado o en los conductos biliares (los que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino)
  • Deshidratación.

Riesgos de la deshidratación

Si la diarrea o los vómitos son frecuentes, pueden causar falta de líquidos en el organismo, lo que puede ser muy peligroso y, en cualquier caso, debe evitarse a toda costa. Aparece cundo el organismo pierde más líquidos de los que ingiere. El médico debe ver cualquier tipo de deshidratación.

Los signos son:

  • Boca sea, incluyendo la lengua
  • Piel seca y arrugada
  • Sed intensa
  • Orina disminuida, anormalmente oscura, o ausencia de orina
  • Ojos secos, sin lágrimas
  • Debilidad.
The woman is cooking at the kitchen ( slicing vegetables )

¿Se puede prevenir la salmonelosis?

Hay dos reglas fundamentales:

Reglas básicas de higiene

  • Lavarse siempre las manos con jabón al salir del cuarto de baño y antes de cocinar. Usar una toalla bien seca para secarse
  • Lavarse bien las manos cundo se pase de la preparación de un plato a otro (por ejemplo, pasar de verduras a carne). Se pretende con ello el posible intercambio de bacterias entre los alimentos
  • Lavar los utensilios de cocina con agua y jabón antes de pasar a usarlos con otro tipo de comida
  • Usar diferentes tablas y cuchillos para los distintos tipos de comida
  • Cambiar a diario los paños de cocina. Debe lavarse al menos a 60º
  • Guardar los alimentos en la nevera. Las carnes, el pescado y las aves de corral no deben permanecer fuera de la nevera durante períodos prolongados.

Reglas básicas para cocinar

El único método eficaz para matar la bacteria de un alimento es el calor. Debe tenerse en cuenta que la bacteria prolifera y se reproduce a temperatura ambiente. El frío puede detener su crecimiento y la congelación puede mantenerla inerte. Pero en cuanto se descongele, volverá a estar activa. La única manera de matarla es mediante el calor sometiéndola a temperaturas de 75 ºC o superiores durante unos minutos. Pero ojo, el interior de una carne, por ejemplo, debería estar a dicha temperatura, no sólo la superficie. La norma es:

  • Cocer o hervir a fondo las aves de corral
  • Cocer o hervir a fondo la carne picada
  • Por regla general, los huevos pueden presentar salmonela en la superficie de la cáscara, por lo que deberían escaldarse en agua hirviendo durante cinco segundos
  • Nunca romper un huevo crudo en el borde de un cazo donde haya alimentos. Utilizar un cuchillo y golpear el huevo con el filo para cascarlo.

Bibliografía

https://medlineplus.gov/spanish/salmonellainfections.html
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/salmonella-(non-typhoidal)

Ampollas en los pies: causas, prevención y tratamiento

Las ampollas en los pies son uno de los problemas más habituales que podemos experimentar y prácticamente cualquiera persona las ha padecido alguna vez en su vida. Puesto que pueden resultar dolorosas y dificultar el uso del calzado, te contamos por qué aparecen y qué puedes hacer para evitarlo o para acelerar su cura si ya han hecho acto de presencia. 

Causas comunes de las ampollas en los pies

Antes de enumerar las causas más habituales, es importante entender qué son exactamente las ampollas en los pies para no confundirlas con otras afecciones de la piel. Se trata de una acumulación de líquido en las capas superiores de esta, lo que hace que sea visible y fácilmente palpable. 

A este líquido se le conoce como plasma o suero y tiene como finalidad proteger la capa externa de la piel o epidermis. Puede ir desde el color claro, que es el más común, hasta el amarillo si hay infección o el rojo cuando hay presencia de sangre. 

Dentro de las causas de su aparición, las siguientes son las más comunes:

Uso de calzado. Una talla incorrecta, ya sea más grande o más pequeña, que sea nuevo, muy ajustado o elaborado con materiales muy duros que oprimen el pie.

Exposición a temperaturas extremas. Caminar sobre arena o asfalto muy caliente, así como por superficies heladas que congelen la piel, o contacto con productos químicos que puedan ser abrasivos.

Iniciar actividades deportivas, como empezar a correr

Presencia de espolones óseos.

Infecciones en heridas. 

Reacciones alérgicas por contacto.

Falta de transpiración en el pie, humedad o presencia de hongos.

En lo que respecta a los síntomas, las ampollas pueden observarse a simple vista, por lo que son fácilmente identificables. No obstante, la sintomatología implica enrojecimiento y ablandamiento de la piel, presencia de líquido si esta no se ha levantado y dolor. 

Consejos para prevenir las ampollas

Si conocemos cuáles son las causas de la aparición de las ampollas, su prevención se facilita, dado que basta con tomar medidas para no encontramos en las situaciones mencionadas. Como por  ejemplo, las siguientes:

Usa calzado cómodo y flexible

Busca calzado que sea cómodo y que ofrezca el espacio suficiente para que el pie se pueda mover sin opresión o fricciones. Además, también conviene apostar por materiales blandos y flexibles que se amolden con rapidez.

Adapta en casa el calzado nuevo

Cuando se trata de un calzado nuevo, se recomienda llevarlos puestos en casa antes de salir y usar calcetines que protejan de las rozaduras. Una vez que se hayan ablandado y adaptado a la forma del pie, podremos ir usándolos un tiempo mayor de forma progresiva

Evita exponerte a temperaturas extremas

Caminar descalzos por la arena, experimentar con el hielo o la nieve o el contacto con sustancias corrosivas son acciones que fácilmente podemos evitar para no encontrarnos con ampollas en los pies. 

Cuida tus pies

En lo que respecta al resto de causas, es necesario mantener una higiene adecuada para que no aparezcan hongos, secar los pies correctamente para que no se acumule humedad, hidratarlos con regularidad y prestar atención a nuestra constitución o cómo reacciona nuestra piel con el calzado que usamos. 

Tratamiento casero para las ampollas en los pies

La aparición de las ampollas en los pies no se considera una afección peligrosa o que pueda derivar en complicaciones. Por esta razón, en la mayoría de los casos no es necesario siquiera intervenir, sino que la propia piel se va regenerando y la ampolla acaba desapareciendo por sí misma. 

Sin embargo, puede suceder que por su ubicación o su tamaño, resulte particularmente dolorosa y queramos intervenir para acelerar su cura. De ser así, puedes llevar a cabo un tratamiento casero muy sencillo. 

En primer lugar, lava tus manos y la ampolla con agua y jabón, para evitar que esta se infecte. También puedes aplicar un poco de alcohol para desinfectar la piel. Con una tijera o algún elemento punzante, debes hacer un pequeño corte en un extremo de la ampolla, pero antes desinfecta también el objeto que utilices por si tuviera bacterias. 

A continuación, aprieta ligeramente para que el líquido salga, sin levantar la piel o retirarla. Aunque esté suelta, te sirve de protección para las capas más profundas y te dolerá menos. Después, vuelve a limpiar la ampolla y, si tienes, aplica una crema antibiótica. Mientras estés en casa, déjala al aire libre para que cicatrice antes, pero si vas a usar calzado, coloca una tirita o una gasa. 

Cuándo buscar atención médica por una ampolla en el pie

Como indicamos, las ampollas en los pies rara vez se complican o necesitan de intervención médica. Esta será requerida cuando la causa de la aparición son los productos químicos que queman la piel; si el tamaño de la ampolla supera los dos centímetros de diámetro o si la aparición no es solo en los pies por alguna de las causas mencionadas, sino que también están presentes en otras partes del cuerpo

Bibliografía

https://www.fisioterapia-online.com/articulos/ampollas-en-los-pies-prevencion-y-tratamiento

https://clinicapoyatos.com/prevencion-de-ampollas-de-los-pies/

Todos los recursos asistenciales de MGC Mutua, en tu bolsillo

Los dispositivos móviles nos acompañan a todas partes y nos proporcionan soluciones tecnológicas para muchas tareas cotidianas. MGC Mutua Salud es una app para dispositivos Android y Apple iPhone, diseñada para facilitarte el acceso a todos los recursos asistenciales de la Mutua desde cualquier lugar y siempre que lo necesites.

Cuando tienes una urgencia médica

  • Acceso directo al teléfono de urgencias médicas las 24 h.
  • Diagnóstico rápido online, que interpreta tus síntomas gracias a la inteligencia artificial y que te orienta sobre los pasos que has de seguir.

Cuando quieres cuidar tu salud

  • Activa Mi salud para realizar una evaluación y seguimiento de tu salud mediante los cuestionarios médicos y los datos de dispositivos conectados al móvil o introducidos manualmente. Un semáforo te indica claramente tu estado de salud con la información actualizada.
  • Accede al Médico tutor y un médico te acompañará en tu dispositivo, para asesorarte y ayudarte en tus objetivos saludables. Puedes acceder a él siempre que lo necesites, mediante un chat, y también puedes pedir hora para una visita presencial o mediante videochat.

Cuando necesitas asistencia médica

  • Servicio de teleasistencia médica, pediátrica y psicológica.
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  • Consulta el cuadro médico de tu seguro, con búsquedas por proximidad gracias a la geolocalización del móvil.

La tarjeta de MGC Mutua siempre disponible en el móvil

  • Presentar la tarjeta de MGC Mutua es un requisito indispensable para disfrutar de las prestaciones de tu seguro de salud, ya que nos identifica como mutualistas y permite al prestador del servicio validar la transacción al momento. Si has olvidado la tarjeta en casa o no la encuentras, será necesario contactar con Atención al Mutualista para solicitar una acreditación provisional.
  • Para solucionar este inconveniente, en la app MGC Mutua Salud hemos actualizado la tarjeta virtual con un código que permite realizar esta validación, sin necesidad de presentar la tarjeta física.
  • Si accedes a “Trámites y gestiones” > “Tarjeta virtual”, se muestra la tarjeta con tu número de mutualista y un código temporal que te identifica de manera segura.
  • Presenta este código en la clínica o prestador del servicio en el momento que lo necesiten “pasar la tarjeta” y podrán realizar la transacción introduciendo el código en el mismo datáfono.
  • Importante: Consulta con tu centro médico si ya disponen de esta funcionalidad, ya que la tecnología se está implementando de forma progresiva por parte de los diferentes proveedores.

Además, dispones de servicios como la agenda, la historia clínica digital o la gestión de autorizaciones mediante la cámara del móvil. Continuamente añadimos nuevas funcionalidades a la app para que sea realmente útil a los mutualistas. No dudes en enviarnos tus sugerencias y propuestas.

También puedes ver los videos tutoriales que hemos preparado para explicar en detalle algunas de las características y funcionamiento de la app:
https://vimeo.com/showcase/appmgc-es

La app está disponible para Android y IOS. ¡Descárgala!

10 falsas creencias sobre las alergias

Cada vez hay más alergias y también más desinformación. Nos cuenta Google que registra anualmente más de cien millones de búsquedas con la palabra alergia. Y basta ponerse a navegar para ver la enormidad de mensajes inadecuados, remedios milagrosos, falsos gurúes, terapias naturales (por ejemplo a base de calabacines)… Todo ello sin ningún soporte médico.

A continuación extractamos un estudio llevado a cabo por un grupo de expertos en el Reino Unido que aclara algunos conceptos populares y… erróneos.

Una intolerancia alimentaria es una alergia

Algunos trastornos de difícil diagnóstico, incluidas las intolerancias alimentarias pueden confundirse con alergias, por su similitud de síntomas. Y no lo son, puesto que no afectan al sistema inmune.

Un estudio realizado en el Reino Unido mostraba que un 34% de los padres reportaban alergias alimentarias en sus hijos, pero en realidad sólo el 5% lo eran. Las personas intolerantes pueden tomar pequeñas cantidades de las comidas que no toleran. Los alérgicos, en cambio, reaccionan ante mínimas porciones, con respuestas inmediatas, potencialmente peligrosas.

Los “E-número” y los conservantes causan alergias

Eso que leemos en los envases, una letra E seguida de un número, nos suele preocupar porque “es un aditivo”. En efecto, lo son, pero son aditivos alimentarios considerados seguros por las autoridades europeas en materia de alimentación. Algunos son vitaminas: el E-300 es vitamina C y el E-101, vitamina B2.

Curiosamente, las únicas alergias a E-números que se han descubierto las han causado productos naturales que contenían proteínas. Las alergias las desencadenan las proteínas, de ahí la rareza de que aparezca una alergia a una sustancia que no lo es.

Le excepción la constituyen los sulfitos, E-220-229, usados desde tiempos inmemoriales para la conservación del vino y otros alimentos. Se les achaca ser los causantes de las alergias al vino. En realidad, existen las alergias a los sulfitos, pero son muy raras.

El contacto con químicos naturales produce un incremento de las alergias

Estamos obsesionados por evitar cualquier aditivo o producto artificial en nuestra dieta, optando por lo natural. Y volvemos a lo que decíamos en el punto anterior. En realidad esto incrementa el riesgo de alergias. Un ejemplo: eliminar los componentes sintéticos del jabón, sustituyéndolos por trigo, producirá reacciones alérgicas en personas que lo son al trigo.

Hay que mencionar que los productos sintéticos de igual estructura que sus homólogos naturales (como el látex sintético) producirán la misma reacción en alguien alérgico al látex natural.

La acumulación de sustancias tóxicas produce alergias

Circulan informaciones falsas en el sentido de que las alergias se desencadenan por acumulación de productos tóxicos, que llegan a un punto crítico de saturación. Aditivos químicos o alimentos procesados, por ejemplo. La teoría sería que ciertas toxinas, así como los azúcares procesados, causan un estado de inflamación crónica, provocando el desarrollo de alergias. La realidad es que, si bien cualquier factor que altere el microbioma puede cambiar el riesgo de alergias, no hay evidencia de asociación entre toxinas y alergias. Si apareciera inflamación, se debería a una reacción diferente de una alergia.

Cada reacción será peor que la anterior

Es falso que cada reacción alérgica empeore la anterior. Hay muchos factores que intervienen en la gravedad de un ataque de alergia: la cantidad de alérgeno o el tiempo que se permanece expuesto a él. Y factores externos como el alcohol, el estrés, problemas de sueño, drogas… no se sabe por qué, pero resulta que estos factores empeoran los ataques. Pero no la existencia de ataques anteriores.

Los tratamientos naturales son mejores que las medicinas

En herbolarios y tiendas especializadas se vende jalea real como un tratamiento natural a las alergias estacionales. No existe evidencia alguna de su efectividad. Y diremos aún más: puede ser peligroso sustituir un tratamiento (como un esteroide para el asma) por alguno de estos productos que, a su vez, pueden hasta ser alergénicos. Hay casos de pacientes con graves shocks anafilácticos producidos por jalea real. Por no hablar de lo caros que son…

La miel cura la alergia primaveral

Algunos productores de miel aseveran que, dado que la miel contiene trazas del polen de las flores donde liban las abejas, puede in des-sensibilizando paulatinamente a quienes la consumen. Esto es poco verosímil, dado que la mayoría de las alergias no proceden del polen de las flores, sino del de los céspedes, praderas y algunos árboles.

Hipoalergénico es lo mismo que sin alergenos

Y no, no es lo mismo. Los productos que se anuncian como hipoalergénicos es que sus componentes son menos proclives a provocar alergias por comparación con otros no anunciados así. Un producto que afirma estar “testado dermatológicamente” se ha probado en la piel de voluntarios que no son habitualmente alérgicos, en lugar de hacerlo en quienes lo son.

A fecha de hoy, no existe regulación o norma alguna a este respecto, de modo que todo se basa en la relación de confianza entre consumidor y productor.

Hay mascotas hipoalergénicas

Nada más falso que afirmar que un perro o un gato está libre de alergenos. Estos se suelen localizar en la caspa de la piel, o de la saliva en el caso de los gatos.

Dado que la caspa es piel seca que se desprende constantemente, es imposible asegurar que el animal esté libre de ella. Aunque desde luego que hay perros y gatos de razas menos alergénicas que otros.

Las alergias a mascotas son difíciles de centrar. Algunos pacientes serán sensibles a ciertas mascotas y otros en cambio no reaccionarán ante ellas.

Se puede proteger el sistema inmune del bebé

Sabemos demasiado poco de este tema como para andar enredando. Exponer intencionadamente al bebé a ciertos alergenos puede ser peligroso, por lo que no es recomendable emprender experimentos. Por ejemplo, se ha comprobado que exponer a niños con eczema a proteínas de cacahuetes en bajas dosis conlleva un riesgo elevado de crear alergia a los cacahuetes.

Con todo, podría ser cierto en temas muy específicos, pero, repetimos, no es prudente tomar acción alguna.

Bibliografía

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000817.htm
https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/trastornos-inmunol%C3%B3gicos/reacciones-al%C3%A9rgicas-y-otros-trastornos-de-hipersensibilidad/alergias-alimentarias

Picaduras de insectos: cómo identificar y tratar los diferentes tipos

Los insectos suelen campar a sus anchas cuando aumentan las temperaturas y la humedad. Si bien hay tipos de picaduras que ya nos resultan familiares y que solo causan pequeñas molestias, otras pueden llegar a complicarse. Para que puedas identificar de quién has sido víctima, en este artículo te contamos los síntomas y las características de las principales picaduras que sufrimos. 

Picaduras de mosquitos

Los mosquitos son uno de los insectos que más nos visitan en nuestros hogares, pero sin duda son el que más sentimos debido a su picadura. Como curiosidad, las hembras son las únicas que pican, ya que necesitan de la sangre para reproducirse, y se sienten atraídas por el calor corporal, el ácido láctico o el dióxido de carbono que exhalamos. Si quieres reducir el riesgo de visitas, instala mosquiteras en las ventanas o cierra estas cuando empieza a caer el sol. 

Síntomas y características de las picaduras de mosquitos

Dentro de los tipos de picaduras, las provocadas por los mosquitos son las más leves. Son fácilmente identificables porque presentan un bulto inflamado de pequeño tamaño que pica y que aparece a los pocos minutos de la picadura, y que se debe a la saliva del insecto. También es habitual que la zona se ponga roja, como en la urticaria, o que aparezcan ampollas. 

Cuando se produce una reacción alérgica a esta picadura, la sintomatología anterior se ve agravada. Así, la hinchazón pasa de ser leve a tener un tamaño desproporcionado, aparece un sarpullido que se extiende más allá del lugar de la picadura y se pueden hinchar los párpados. 

Tratamiento y alivio para las picaduras de mosquitos

Para aliviar las picaduras de mosquitos, se puede lavar la zona con agua y jabón o aplicar una mezcla de agua con bicarbonato de sodio, puesto que reduce la reacción del organismo. El hielo también ofrece alivio, así como las pomadas para la comezón. 

Picaduras de abejas y avispas

Casi un cuarto de la población es sensible a la picadura de las abejas y las avispas, pero las reacciones graves solo se presentan entre un 5% y un 15%. No obstante, se suele ser alérgico a uno de estos insectos y no a ambos, ya que las proteínas de sus venenos son diferentes. 

Síntomas y características de las picaduras de abejas y avispas

Las abejas y las avispas pertenecen a la misma categoría de insectos, pero tienen características distintas, tanto en su apariencia como en la reacción a su picadura. Las primeras tienen un aguijón aserrado, lo que impide que puedan extraerlo para volver a picar, pero en las segundas es liso, lo que hace que puedan clavarlo en múltiples ocasiones. 

Los síntomas de estos tipos de picaduras son similares a las de los mosquitos, pero agravadas. Es decir, que la inflamación es de mayor tamaño, el enrojecimiento más intenso y, además de picar, resultan bastante dolorosas. Aun así, no causan riesgo alguno más allá del malestar. 

Cómo tratar las picaduras de abejas y avispas

Este tipo de picaduras se tratan igual que las de los mosquitos, pero hay dos particularidades importantes. La primera es que hay que alejarse de la zona donde están estos insectos, dado que las avispas liberan una hormona que atrae a otras para que piquen. La segunda es que debemos retirar el aguijón lo antes posible raspando para que deje de expulsar veneno en la piel. 

Picaduras de garrapatas

Otro tipo de picaduras que podemos experimentar es el de las garrapatas. Suele producirse cuando andamos en la naturaleza, al encontrarse en plantas como los arbustos. Les gustan las zonas calientes, por lo que avanzarán hasta llegar a nuestro cabello, las ingles, los genitales o las axilas. 

Síntomas y características de las picaduras de garrapatas

La garrapata inocula una sustancia anestésica que hace que no notemos la picadura. En algunos casos, puede aparecer enrojecimiento de la zona o sensación de picor muy leve. En nuestro país, las variedades existentes no transmiten enfermedades como en otros países, por lo que el riesgo de complicación es extremadamente bajo. 

Cómo extraer y tratar las picaduras de garrapatas

Para eliminar las garrapatas, que se quedan adheridas a la piel mientras succionan, se deben usar unas pinzas finas. Hay que tener cuidado de no girarlas o de apretar al extraerla, ya que podrían expulsar su contenido o inyectar más sustancia infecciosa. Una vez eliminada, hay que lavar la zona y aplicar antisépticos. 

Consejos generales para el alivio de las picaduras

Las picaduras de insectos no suelen tener mayo inconveniente que la molestia que nos hacen sentir, por lo general porque nos escuece la zona y tendemos a rascarnos, lo que incrementa el picor experimentado. Si bien no es necesario actuar, hay algunos consejos que puedes seguir para aliviar el malestar. 

Limpia la zona. Lava el área afectada con abundante agua y con un jabón neutro. El alivio que sentirás evitará que te rasques y que puedas así incrementar el riesgo de que se infecte.

Aplica hielo. El frío tiene la capacidad de reducir la hinchazón, de ahí que se suela aplicar cuando nos damos un golpe. Pon un cubo de hielo en un paño y aplícalo algunos minutos sobre la picadura. 

Usa productos tópicos. Si el picor te resulta poco llevadero, existen cremas con ingredientes naturales como el aloe vera, y otras con hidrocortisona como la calamina y antihistamínicos.

Toma antihistamínicos. Si tienes una reacción alérgica leve, puedes optar directamente por tomar antihistamínicos orales, que calmarán todos los síntomas.

Cuándo buscar atención médica por una picadura de insecto

La reacción que presentemos ante los distintos tipos de picaduras va a depender del insecto del que se trate y de si presentamos alguna alergia. Por lo general, lo que podemos sentir es un picor temporal que desaparece al cabo de algunas horas, y un enrojecimiento e hinchazón de la zona durante algunos días. 

Sin embargo, en algunas ocasiones la picadura se puede complicar al verse acompañada de otros síntomas de mayor gravedad. Estos podrían ser hinchazón excesiva o en otras partes del cuerpo como los ojos o la boca, sensación de mareo, tos o dificultad para respirar con normalidad. 

Cuando se presenta esta sintomatología, podríamos estar ante una reacción alérgica o un caso de picadura de otro insecto que se sale de los mencionados, sobre todo si nos encontramos de viaje. Ante esta situación, es imprescindible buscar atención médica de inmediato para que se tomen las medidas pertinentes. 

Bibliografía

https://www.cdc.gov/mosquitoes/es/mosquito-bites/symptoms.html

https://www.quironsalud.es/blogs/es/alergia-dia/alergia-picaduras-abejas-avispas

https://cinfasalud.cinfa.com/p/garrapata/