Todo lo que necesitas saber sobre la fibromialgia

Qué es la fibromialgia

La fibromialgia es una enfermedad reumática, relativamente frecuente, que afecta al sistema muscular (o sea, músculos, tendones y ligamentos) y no a los huesos y articulaciones.

Los tejidos afectados no sufren daños irreversibles, con lo que los síntomas pueden persistir meses e incluso años.

Padecen el trastorno entre el 1 y el 3% de la población, o sea entre 400.000 y 1.200.000 personas. Es diez veces más frecuente en las mujeres. Tiene algunas similitudes con el síndrome de fatiga crónica o la encefalomielitis miálgica (EM). Con todo, los pacientes de esta última tienen antecedentes de una infección viral previa, notan menos dolor y están más cansados a aletargados que los pacientes de fibromialgia.

Por qué se produce

No se sabe con exactitud. Hay factores que se asocian, fundamentalmente los trastornos del sueño profundo. Este trastorno se puede detectar mediante un electro-encefalograma (EEG), cuyas ondas lo revelan.

Se puede desarrollar fibromialgia si hay trastornos del sueño de forma sostenida. Cualquier causa de problemas de sueño puede llevar a padecer la enfermedad. Por ejemplo, las personas con artritis pueden desarrollarla, porque el dolor y el malestar de la enfermedad de base pueden abocar en trastornos en el patrón del sueño (fibromialgia secundaria). 

Los problemas emocionales así como la depresión también pueden desencadenar su aparición. El problema añadido es que una vez que comienzan los síntomas de fibromialgia se altera el sueño, generando un círculo vicioso de dolor y agotamiento que puede conducir a su vez a una depresión.

Se dan casos de pacientes de fibromialgia cuya aparición se asocia a un accidente o traumatismo recientes. Es la llamada fibromialgia reactiva.

Finalmente, hay estudios que la asocian a una falta de producción por la hipófisis de la hormona del crecimiento, así como a falta de ejercicio.

Cuáles son los síntomas

El síntoma más relevante es el dolor, a veces tan intenso como para afectar la a la vida personal del paciente. Los dolores se suelen localizar en áreas específicas como la parte externa de los codos, la zona superior de los hombros, parte superior del tórax o la zona interna de las rodillas. Otros síntomas frecuentes:

  • Rigidez del cuerpo, unida al dolor
  • Cansancio. Fatiga
  • Depresión y/o ansiedad
  • Síndrome de intestino irritable, con periodos de diarreas alternando con estreñimientos
  • Síndrome de vejiga urinaria irritable, con necesidad de orinar frecuentemente
  • Dolores de cabeza
  • Problemas de pensamiento (memoria, concentración)
  • Adormecimiento de manos y pies
  • Problemas para dormir

Los pacientes de fibromialgia pueden tener buen aspecto a pesar de encontrarse mal. Normalmente se encuentran mal al despertarse, como si no hubieran dormido bien, pero no mejoran al cabo del día, con un cansancio variable. Algunos pacientes sufren de una falta de energía incapacitante para el trabajo o las labores diarias.

Otros síntomas incluyen sensación de mala circulación y sensación subjetiva de hinchazón de manos y pies (aunque no lo estén en realidad). A menudo se sienten irritables, bajos de ánimo y tristes. Las mujeres pueden tener dolores adicionales durante la menstruación.

Ocasionalmente, la enfermedad remite después de meses o de años, pero generalmente continúa a lo largo de los años. Los pacientes deben tener claro que la enfermedad no causa daño articular permanente, ni óseo o incapacidad física duradera.

Cómo se diagnostica

No existe una prueba diagnóstica (como podría ser un análisis o una radiografía) que permita diagnosticar claramente la fibromialgia. Será el “ojo clínico” del médico quien sospechará la enfermedad, por los síntomas del paciente y por la ausencia de daños estructurales (inflamación, hinchazón de las articulaciones) en la preceptiva exploración física. El que el dolor esté localizado en determinadas áreas del cuerpo, así como la historia de cansancio y de problemas de sueño podrán ayudar a confirmar la sospecha.

Lo habitual es que los médicos pidan análisis de sangre o incluso radiografías para descartar otras enfermedades que provocan síntomas parecidos, como el síndrome de fatiga crónica o la encefalomielitis miálgica.

Otras enfermedades con síntomas similares

El médico tendrá en cuenta, y obrará en consecuencia para descartar las que sigue; indicamos también las diferencias con la fibromialgia:

  • Hipotiroidismo
  • La polimialgia reumática, que afecta principalmente a los mayores de 55 años. En el análisis de sangre aparece un aumento de la velocidad de sedimentación
  • Los pacientes de síndrome de Sjörgren, que es una enfermedad autoinmune sufren cansancio y dolores generalizados, pero tienen también sequedad de ojos y boca, sensación de arenilla en los ojos e inflamación de las glándulas salivares
  • Otras, como el lupus eritematoso y la artritis reumatoide. Al cabo de algunos meses, el diagnóstico aparece claro.

Cómo se trata

La fibromialgia no tiene cura, pero se puede hacer mucho para aliviar los síntomas. Será fundamental la ayuda de la familia del paciente y la complicidad del médico de familia.

Los tratamientos más eficaces son el ejercicio físico y el mantenimiento de un buen tono muscular. Adicionalmente, los estiramientos y el calor local pueden servir de ayuda.

Además,

  • Pueden ser útiles los analgésicos, empezando por los más suaves, como el paracetamol. Lo más potentes, con codeína, solo deben usarse cuando los más suaves no sean suficiente
  • Los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno
  • En zonas especialmente dolorosas, como los codos, la cadera o los hombros, puede ser conveniente la inyección de una mezcla de anestésico y esteroides
  • Para los problemas de sueño es mejor evitar las pastillas para dormir, pues crean hábito. Los antidepresivos pueden ser eficaces (aunque el paciente no esté deprimido) pues mejoran el sueño.

En general, los pacientes acaban por aprender a vivir con la fibromialgia. Pueden ser de gran ayuda los grupos de apoyo. Mostramos tres de llos, pero en internet se pueden encontrar muchos más:

Supero la fibromialgia:

https://superolafibromialgia.com/grupos-de-apoyo-para-personas-con-fibromialgia/

Sociedad Española de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica:

https://www.sefifac.es/

Asociación de Fibromialgia, SFCem y SQM

https://afibrom.org/

Bibliografía

https://medlineplus.gov/spanish/fibromyalgia.html#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20es%20la%20fibromialgia%3F,como%20percepci%C3%B3n%20anormal%20del%20dolor.
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/fibromialgia

La revista “Interés Mutuo” de diciembre ya disponible en la oficina virtual de MGC

La nueva edición de la revista «Interés Mutuo» ya está disponible para todos nuestros mutualistas. Puedes consultarla online o descárgatela en tu dispositivo desde la oficina virtual.

En diciembre publicamos una nueva edición de la revista corporativa de MGC Mutua, Interés Mutuo. Además de la edición en papel que reciben nuestros mutualistas, aquellos que lo deseen también pueden consultar la revista y descargarla en formato PDF en su dispositivo desde la oficina virtual.

La revista Interés Mutuo pretende ofrecer siempre contenidos de calidad: artículos de salud y medicina elaborados y/o supervisados por médicos y artículos de actualidad, de opinión y de análisis, con un tratamiento de la información ameno, original y riguroso.

En la edición de este semestre destacamos los siguientes temas:

  • Editorial: El propósito de la Mutua en la era de la IA
  • Actualidad: La Fundación MGC y Amira investigan para el tratamiento del cáncer infantil
  • Actualidad: MGC Mutua nuevo patrocinador del Girona FC por tres temporadas
  • Actualidad: MGC Mutua defiende la calidad en la era de la digitalización sanitaria
  • Novedades: Seguros de decesos de pago único
  • Salud de cerca: ¿Para qué es bueno el magnesio?
  • Píldora de Salud: ¿Cómo ayuda la podología en el deporte?

Son 20 páginas impregnadas del esfuerzo, la ilusión y el compromiso que conforma nuestra filosofía y que también puedes descargar en tu dispositivo para consultarla donde quieras con total comodidad. Accede ahora a la revista Interés Mutuo desde la oficina virtual.

¿Qué es la artritis psoriásica? Conoce sus características y desencadenantes

Qué es la artritis y qué es la psoriasis

La artritis significa inflamación en una articulación. Hay diversas formas de artritis y la mayoría son inflamatorias. No debe confundirse con las enfermedades articulares degenerativas, como la artrosis.

La psoriasis es una enfermedad cíclica y crónica de la piel, en que aparecen manchas rojas escamosas. Cursa de forma muy variable, desde con pequeños brotes que el paciente ni siquiera advierte hasta casos muy graves, incapacitantes e incluso fatales. No es contagiosa.

Ambas enfermedades son degenerativas y aunque suelen mostrar episodios alternos de gravedad o levedad, globalmente empeoran a medida que pasa el tiempo.

La artritis psoriásica. Sus síntomas

Es una forma de artritis que afecta a algunos pacientes con psoriasis. Ambas enfermedades pueden aparecer simultáneamente, aunque de forma general la que se manifiesta primero es la psoriasis.

Los síntomas afectan a las articulaciones, con dolor e hinchazón:

  • Dedos hinchados, tanto de las manos como de los pies, que se muestran calientes al tacto
  • Dolor en las inserciones de los tendones en los huesos, como el tendón de Aquiles en el talón
  • Afectación en la uñas, que pueden despegarse de la carne
  • En algunos casos se puede presentar uveítis, que es la inflamación de una capa interna del ojo; puede generar ceguera si no se trata adecuadamente.

En algunos pacientes se puede presentar espondilitis, que es una inflamación entre las vértebras y entre la columna y la pelvis.

Por qué se produce

La artritis psoriásica en una enfermedad autoinmune. En condiciones normales, las células del cuerpo tienen mecanismos de defensa ante agresiones externas o internas (bacterias, virus, células cancerosas): es el sistema inmune, que produce anticuerpos contra ellos. Pero, en ocasiones, por causas desconocidas, el sistema inmunitario identifica erróneamente zonas de tejido sano y las ataca.

En el caso de la artritis psoriásica, este ataque produce infamación en las articulaciones y exceso de producción de células cutáneas, manifestándose como esas manchas rojizas.

Las causas de las enfermedades autoinmunes son desconocidas, como hemos dicho. Con todo, parecen influir los antecedentes familiares; muchos pacientes de artritis psoriásica tienen familiares afectados. Igualmente, ciertas investigaciones han descubierto marcadores genéticos posiblemente asociados a la enfermedad.

Tratamiento de la artritis psoriásica

Dado que se trata de una enfermedad autoinmune, no tiene cura. Los tratamientos, por tanto, van dirigidos a paliar los síntomas, y no hay un tratamiento general, sino que cada paciente se seguirá de forma individual y personalizada; por supuesto, será el médico quien indique los pasos a seguir.

En general, el médico recomendará un anti-inflamatorio no esteroideo para tratar la inflamación, así como un analgésico contra el dolor. Si éste se localiza en una o varias articulaciones, mantenerlas en reposo será lo indicado. En cambio, si el dolor se localiza en la inserción del tendón en el hueso (como el tendón de Aquiles en el calcáneo), la aplicación de frío podrá aliviarlo.

Qué puedes hacer en casa

La gravedad de la afectación a que te somete la enfermedad será lo que determine el alcance de lo que hay en tu mano hacer. Puede variar entre no alzar pesos hasta tener que hacer cambios sustanciales en el mobiliario de tu casa, por ejemplo.

Puede ser de mucha ayuda que busques grupos de apoyo. En ellos encontrarás todo tipo de ideas que te serán de utilidad y, sobre todo, podrás ponerte en contacto con otros pacientes en situación análoga a la tuya. Te sugerimos algunos:

Coordinadora Nacional de Artritis

Vivir con artritis psoriásica

Artritis Hoy

Bibliografía:

https://artritispsoriasica.org/vivir-con-artritis-psoriasica/?gad=1&gclid=EAIaIQobChMIh7SjkumOgQMVGYVoCR0E0wFcEAAYAiAAEgLYFvD_BwE
https://accionpsoriasis.org/respuestaspsoriasis/?gad=1&gclid=EAIaIQobChMIoqTDlPiOgQMVGkZBAh3-IQ6TEAAYBCAAEgLDzfD_BwE

Desayunos saludables para afrontar bien el día

El desayuno es la comida más importante del día. Después de todas las horas de la noche sin comer en la que nuestro organismo se recupera y renueva, es ofrecerle un buen aporte energético y nutritivo para afrontar los retos que estén por llegar. Sin embargo, puesto que por las mañanas solemos ir con prisa por llegar al trabajo a tiempo o cumplir con las obligaciones familiares, en más de una ocasión, lo pasamos a por alto. Si quieres conocer algunas propuestas sencillas, pero perfectamente sanas, en este artículo te dejamos tres sugerencias de desayunos saludables. 

¿Qué es lo más sano para desayunar?

Hablar de desayunos saludables no equivale a una serie de alimentos en particular. Al contrario, se trata de alimentarse bien y de obtener los nutrientes que requiere nuestro organismo para desempeñar sus funciones vitales. Pero también la energía suficiente para afrontar todas las actividades que llevemos a cabo. 

En función de la edad, el sexo, o el nivel de actividad física, la cantidad a ingerir variará. Pero el desayuno debe aportar, aproximadamente, entre el 15% y el 25% de la energía que obtengamos de los alimentos para todo el día. 

En cualquier caso, la combinación que hagamos debe incluir hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables, además de vitaminas y minerales. Los hidratos son la principal fuente de energía que el organismo utiliza, ya que los convierte en glucosa. Por ejemplo, cereales integrales o fruta. La proteína es la que se encarga de reparar los tejidos y fibras musculares, para que puedan transportar nutrientes. Aquí entran los productos lácteos, los huevos o la carne. 

En tercer lugar, las grasas, que se encargan de proporcionar ácidos grasos esenciales que nuestro organismo no puede producir por sí solo. Por ejemplo, frutos secos, aceite de oliva, aguacates o el pescado azul, como salmón o atún. 

Como ves, los desayunos saludables pueden ser de lo más variados. Se trata de elegir alimentos que no estén procesados y que aporten nutrientes variados al organismo. Estos son nuestro combustible, e igual que un coche necesita el idóneo para funcionar, pasa lo mismo con el cuerpo humano. 

¿Qué puedo preparar de desayuno rápido?

Hace algunas décadas, los desayunos y las meriendas consistían en un vaso de leche con galletas. Sin embargo, los tiempos han cambiado y hoy tenemos acceso a otras opciones más saludables. Pero eso no es lo único que ya no es como antaño. Ahora, vivimos sometidos a unos niveles de estrés mucho mayores, lo que hace que el tiempo que dedicamos a las comidas se haya reducido de forma drástica. 

Si tú eres parte del grupo que destina lo mínimo para desayunar, no está todo perdido. Hay incluso opciones que te puedes llevar contigo para que no interfiera con tus actividades. Por ejemplo, los batidos o smoothies

Para prepararlos, solo necesitas tener una batidora y echar dentro frutas variadas, como plátanos, naranja o papaya; un puñado de copos de avena, preferiblemente integrales, y otro de frutos secos al gusto sin sal, como nueces o almendras. Si tienes en la nevera, prueba a añadir pepino o espinadas. Y si te gusta un toque final, pon canela o cacao en polvo sin azúcar. 

Otras opciones son unas tostadas de pan integral con aguacate por encima. Y si tienes tiempo, hierve un par de huevos que tardarás cinco minutos y serán tu aporte proteínico. Los yogures también son versátiles, puesto que los puedes mezclar con fruta, cereales o frutos secos. 

3 ideas de desayunos saludables y bajos en calorías

A continuación te dejamos tres propuestas de desayunos saludables que puedes usar de referencia. Puesto que todavía tenemos muchos días por delante, haz combinaciones a tu gusto y experimenta tanto como quieras. Cuando más variedad tengas y más ingredientes que te gusten, más fácil te resultará seguir alimentándote correctamente. 

Tostadas de salmón ahumado y aguacate

Para estas tostadas puedes elegir entre un pan integral con masa madre o tostadas propiamente dichas. Hoy en día no solo hay de trigo, sino también de espelta o centeno con mucha más calidad. Además del pan, necesitarás:

– Salmón ahumado o alternativas como atún o caballas

– Aguacate

– Perejil fresco

– Limón

Una vez que tengas tu pan cortado y tostado, unta el aguacate y coloca encima el salmón con un poco de perejil y un chorrito del limón. Si lo prefieres, puedes cambiar el perejil por la rúcula y añadir también requesón. La combinación de sabores es excelente. 

Bowl de acai con frutas

El acai es una fruta que proviene de las palmeras de Brasil y que, en los últimos años, se ha hecho popular en nuestro país. De color oscuro, se suele encontrar congelado, y es perfecto para usarlo como si fuera yogur y mezclarlo con fruta, sobre todo frutos rojos como fresas o arándanos, y con plátano. Para que tenga más consistencia y variedad de nutrientes, añade granola o avena. Por encima, puedes espolvorear coco rallado. 

Tortilla de espinacas y queso feta

Si te gustan los platos más elaborados, te proponemos una tortilla de espinacas con queso feta. Los ingredientes son sencillos: 2 huevos, un puñado de espinacas frescas, algunos trozo de queso feta, tomates cherry y un poco de aceite de oliva para que se no pegue. Bate el huevo y mezcla con el resto de ingredientes y prepara la tortilla de forma tradicional. 

Bibliografía

https://mejorconsalud.as.com/los-mejores-desayunos-mucha-energia/

Amira y la Fundación MGC avanzan en la investigación del cáncer infantil

Amira Therapeutics, participada por la Fundación MGC, recibe la autorización de la Agencia Europea de Medicamentos para el tratamiento del sarcoma de tejidos blandos.

Amira, una biotecnológica innovadora dedicada a mejorar la vida de pacientes pediátricos con cáncer y sus familias, con la que la Fundación MGC participa mediante un acuerdo de inversión, anuncia con orgullo que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha otorgado la designación de medicamento huérfano a su compuesto AMI463 para el tratamiento del sarcoma de tejidos blandos. Este hito crucial subraya su compromiso de abordar las necesidades no satisfechas en oncología pediátrica.

La designación de medicamento huérfano se otorga a tratamientos prometedores para enfermedades raras dentro de la Unión Europea, ofreciendo beneficios como asistencia en protocolos, exclusividad de mercado durante diez años y reducciones de tarifas. Los medicamentos pediátricos pueden recibir dos años adicionales de exclusividad de mercado, respaldando aún más los esfuerzos de Amira para llevar AMI463 a los pacientes que lo necesitan.

Además del progreso en la UE, Amira ha iniciado el proceso para extender esta designación a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y solicitar la designación de enfermedad pediátrica rara. Este paso representa el compromiso de expandir el alcance de los tratamientos innovadores y abordar el desafío global del cáncer pediátrico.

Sergi Pérez, CEO de Amira Therapeutics, comentó sobre este logro: “Nuestro viaje en Amira Therapeutics está impulsado por una visión singular: transformar el panorama de la oncología pediátrica. La designación de medicamento huérfano para AMI463 no es solo un hito regulatorio; es un faro de esperanza para las familias y los niños afectados por cánceres raros. Juntos, con nuestros socios y la comunidad médica, nos dedicamos a hacer que cada día cuente en la lucha contra el cáncer pediátrico.”

El sarcoma de tejidos blandos

El sarcoma de tejidos blandos, un grupo raro y diverso de tumores derivados de tejidos conectivos mesenquimales embrionarios, a menudo conlleva un mal pronóstico, con limitadas opciones de tratamiento más allá de la quimioterapia. Amira, una iniciativa del Centro Tecnológico Leitat, está a la vanguardia del desarrollo de AMI463, especialmente para el rabdomiosarcoma, el sarcoma de tejidos blandos más común en niños. El rabdomiosarcoma, que afecta a aproximadamente 400 pacientes menores de 18 años anualmente en Europa, es un cáncer relacionado con los músculos caracterizado por una activación de la vía de señalización Hedgehog, que afecta principalmente los tejidos musculares y los órganos huecos.

Acuerdo con la Fundación MGC

Amira Therapeutics está profundamente comprometida con los esfuerzos colaborativos con la sociedad en general, como se ejemplifica en el acuerdo recientemente firmado con la Fundación MGC, con quien comparte su dedicación para combatir el cáncer pediátrico.

La Fundación MGC, fiel a sus objetivos fundacionales como es su apoyo al ámbito de la investigación biomédica, firmó el pasado mes de octubre un acuerdo de inversión para la presente investigación en fármacos contra el cáncer infantil en el dicho proyecto promovido por Leitat. El acuerdo contempla la posibilidad, por parte de la Fundación MGC, de alcanzar una participación del 15% del capital de Amira Therapeutics, spin-off de Leitat especializada en este tipo de ámbitos terapéuticos.

Alimentos ricos en hierro: Combate la anemia ferropénica con una buena alimentación

Un vistazo rápido al sistema circulatorio

La sangre es un tejido más del cuerpo humano, sólo que en forma líquida. Y es líquida porque su función es llevar el alimento a las células a través de las arterias. Uno de los grupos de células que componen la sangre son los glóbulos rojos, o hematíes. Estos son precisamente los que transportan el oxígeno (que es el “combustible” que utilizan las células) y los demás vitaminas y minerales necesarios para que todo funcione bien.

Una vez liberados del oxígeno, los hematíes recogen el CO2, que constituye el desecho de las células y lo llevan por las venas de vuelta a los pulmones, donde se elimina con la espiración. En los pulmones se vuelven a cargar de oxígeno de donde pasan al corazón que los envía de nuevo a las células, comenzando un nuevo ciclo.

Los glóbulos rojos son como diminutas bolsas llenas de una proteína, la hemoglobina, que se une con facilidad al oxígeno que llevará a todas las células del cuerpo.

El hierro es parte del núcleo de la hemoglobina y es un elemento clave para que los glóbulos rojos se carguen de oxígeno.

La anemia por falta de hierro

Cuando el organismo tiene poco hierro por algún motivo, que veremos más adelante, el organismo produce menos hemoglobina y por tanto menos hematíes, por lo que la capacidad de la sangre para llevar el oxígeno a las células disminuye. Esa falta de oxígeno en la sangre es lo que llamamos anemia. (La anemia también puede producirse por falta de dos vitaminas, la vitamina B12 y el ácido fólico, pero son otros tipos de anemia). A la que nos ocupa –la causada por falta de hierro– es lo que llamamos anemia ferropénica.

Por qué se produce

Hay etapas o condiciones de la vida en que la demanda de hierro por el organismo es superior a la normal:

  • Los niños, porque en la etapa del crecimiento se gasta más energía
  • Los deportistas, por análoga razón: queman más energías que el resto
  • Las embarazadas y las madres lactantes, porque tanto durante el embarazo como la lactancia, la necesidad de energía aumenta.
  • Los vegetarianos que renuncian a uno de los alimentos clave para el porte diario del hierro
  • Una pérdida de sangre continuada, o una hemorragia, que la médula ósea –que es donde se producen los hematíes– no es capaz de compensar.

Las hemorragias sostenidas, pero no advertidas (principalmente las digestivas), las debidas a tumores, benignos o no, son otras posibles causas de la falta de hierro.

Otra causa posible es la mala absorción intestinal del hierro. Esto se da en trastornos o enfermedades menos frecuentes, como la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn, la falta de ácidos gástricos (aclorhidia) y en pacientes a quienes se ha extirpado parte del estómago.

Es por todo ello importantísimo determinar con precisión la causa concreta, pues en muchos casos la anemia será consecuencia del trastorno subyacente.

Cuáles son los síntomas de la anemia ferropénica

La anemia ferropénica no es de aparición rápida, sino que se va gestando a lo largo de cierto tiempo. A lo largo de este tiempo, el organismo es capaz de ir poniendo en marcha ciertos mecanismos que compensan la carencia, por lo que ésta no se muestra hasta que el nivel de hemoglobina es muy bajo.

Hay ciertos signos que pueden ir apareciendo en algunos pacientes (aunque no en todos), como caída del cabello, fragilidad del mismo, uñas frágiles, llagas en los labios y la boca, inflamación de la lengua y la mucosa (el revestimiento interno) de la boca, sequedad de garganta y dificultad para tragar alimentos.

Llegado este punto, el paciente puede mostrar los síntomas que siguen:

  • Pierde color, empalideciendo
  • Tiene tendencia a la somnolencia
  • Sufre mayor cansancio
  • Muestra menor tolerancia al ejercicio.

Si la anemia se agrava, pueden surgir otros síntomas:

  • Palpitaciones
  • Mareos
  • Claudicación intermitente (dolor en las pantorrillas al caminar, por falta de riego)
  • Insuficiencia respiratoria
  • Angina de pecho

Cómo se diagnostica

Cuando el médico estudie los síntomas del paciente, si encuentra los signos descritos de este trastorno pedirá como primera medida un análisis de sangre, con un hemograma que revelará la cantidad de hemoglobina y el recuento de las células sanguíneas. Se diagnostica la anemia cuando la hemoglobina baja de 12 g/dl (en la mujer) y de 13 g/dl en el hombre.

Finalmente, para el diagnóstico definitivo, se realizará un estudio del hierro en el organismo (hierro en sangre, transferrina, ferritina, etc.) con el que se constatará la carencia.

Cómo se trata

Como primera medida debe tratar de encontrarse la causa desencadenante de la anemia, como hemos visto antes. No siempre será fácil, pero investigar la causa es fundamental.

Hasta que se determine, es posiblemente necesario suministrar al paciente medicamentos con suplementos de hierro. Estos medicamentos se asimilan mejor si van acompañados de vitamina C, pero en algunos pacientes pueden resultar factores irritativos. El paciente constatará probablemente que las heces se tiñen de negro.

Pasado un tiempo, si se ha determinado y corregido la causa, la anemia suele remitir, como mostraría un nuevo análisis de sangre. El médico supervisará el estado del paciente con exploraciones periódicas de tres o seis meses.

Nut mix in glass bowls

Los alimentos que contienen hierro

Una alimentación sana y equilibrada puede ayudar enormemente a paliar un leve déficit de hierro y a efectos de prevención, los alimentos más ricos en hierro son:

  • Las carnes
  • Las legumbres (lentejas, alubias, garbanzos)
  • El pan integral
  • Los huevos
  • Los cereales
  • Los frutos secos

Este cuidado en la alimentación debe extremarse en personas cuyo estado las haga más proclives a las anemias. Como hemos visto, los niños, los deportistas, las embarazadas, las mujeres lactantes y los vegetarianos y veganos. A las embarazadas, en concreto, con mucha frecuencia se les suministran suplementos de hierro, aunque su estado de salud sea perfectamente sano.

Bibliografía:

https://www.nhlbi.nih.gov/es/salud/anemia/anemia-ferropenica
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-el-metabolismo-del-hierro-anemia-12004009
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/anemia

Amigdalitis: síntomas, causas y tratamientos

Las afecciones de garganta son frecuentes a cualquier edad, dado que la boca es una vía de entrada para todo tipo de gérmenes. Una de estas afecciones es la amigdalitis, que puede presentarse con diferente intensidad de molestias y dolor. En este artículo, trataremos sus causas y sus síntomas, para poder diferenciar de otras dolencias similares. 

¿Qué es la amigdalitis y cómo se quita?

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, aunque puede afectar tanto a una sola como a las dos. Las amígdalas son dos masas de tejido carnoso  de forma ovalada que están situadas en la parte posterior de la garganta u orofaringe, a ambos lados de esta. 

Estas estructuras desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico, ya que cuentan con células que intervienen directamente en la protección del organismo contra las infecciones. Para que remita esta inflamación, primero hay que distinguir entre los dos tipos de amigdalitis que hay. 

Amigdalitis aguda. Se presenta de forma repentina y con síntomas de gran intensidad. La causa puede encontrarse en virus o bacterias, pero las infecciones estreptocócicas son las más frecuentes. Este tipo de amigdalitis es habitual en niños y adolescentes y su evolución es benigna. 

Amigdalitis crónica. Esta variante se caracteriza por síntomas que son recurrentes en un período de tiempo prolongado. Puede ser el resultado de infecciones víricas bacterianas persistentes, problemas de salud subyacentes o amígdalas agrandadas, que producen síntomas intermitentes. Es menos habitual que la anterior, pero puede presentar complicaciones graves. 

Causas de la amigdalitis

Las causas de la amigdalitis son dos. Virus comunes o infecciones bacterianas. Dentro de estas últimas, la más frecuente es la Streptococcus pyogenes o estreptococo del grupo A, que causa la amigdalitis estreptocócica. Otras cepas del estreptococo, así como otros tipos de bacterias, también pueden causar esta afección.

La razón por la que las amígdalas se infectan ante la presencia de estos patógenos se debe a que son la primera línea de defensa con la que cuenta nuestro sistema inmunitario. La mayoría de virus y bacterias que penetran en nuestro organismo, lo hacen a través de la boca, de ahí que hayamos recurrido a las mascarillas como medida de protección frente a la propagación de virus como la COVID-19.

Esta barrera protectora puede hacer que las amígdalas se vuelvan especialmente vulnerables a la infección y a la inflamación. No obstante, la función del sistema inmunitario de las amígdalas disminuye después de la pubertad, de ahí que el número de casos de amigdalitis en personas adultas sea más bajo. 

Sintomatología

Los síntomas de la amigdalitis son bastante similares a los de un dolor de garganta. Para poder diferenciar entre ambos, a continuación te dejamos la sintomatología más habitual

– Amígdalas inflamadas y de color rojo intenso

– Puntos o zonas blancas o amarillas de pus

– Dolor y dificultad para tragar

– Ganglios linfáticos del cuello inflamados

– Molestias al hablar

– Dolor de cabeza o de estómago

– Mal aliento

– Agitación, babeo o rechazo a la comida en menores de corta edad

En el caso de la amigdalitis crónica, esta sintomatología puede no darse, con la excepción de la halitosis o mal aliento y la disfagia. Las amígdalas y los ganglios linfáticos estarán inflamados, pero no tienen por qué provocar molestias o dolor. 

¿Qué se debe hacer cuando se tiene amigdalitis?

El tratamiento de la amigdalitis varía según la causa y la gravedad de los síntomas. Por esta razón, cuando los síntomas incluyen fiebre, debilidad extrema o las molestias no mejoran tras 48 horas, es recomendable consultar con un médico para que pueda realizar un diagnóstico correcto y tomar las medidas pertinentes. 

Cuando la causa de la amigdalitis es vírica, no existe un tratamiento específico, puesto que con los virus solo existe la vacunación previa, si esta se ha desarrollado, o la propia protección del sistema inmunitario. En estos casos, se recomienda reposo e hidratación, aunque también se pueden recetar medicamentos para bajar la fiebre o reducir el dolor y las molestias generales. 

Si la causa es bacteriana, se recetan antibióticos. Dado que estos no son de venta libre, es imprescindible acudir al médico para que haga la receta del adecuado y dé las indicaciones pertinentes con respecto a la dosis y a la duración del tratamiento. Cuando la amigdalitis es crónica, se puede valorar la extirpación de las amígdalas, conocida como amigdalectomía.

¿Cuántos días dura la amigdalitis?

La duración de la amigdalitis puede variar según cuál sea la causa y la eficacia del tratamiento. En general, la amigdalitis aguda causada por infecciones virales puede mejorar en unos pocos días, con cuidados en casa, como la hidratación o el descanso mencionados. Sin embargo, las infecciones bacterianas pueden requerir un tratamiento más prolongado, que suele tener una duración entre siete y diez días. La amigdalitis crónica puede persistir durante semanas o incluso meses.

Bibliografía

https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/tonsillitis/symptoms-causes/syc-20378479

¿Sospechas intolerancia al gluten? Conoce los síntomas más comunes

La intolerancia al gluten hasta hace unos años era una dolencia rara, limitada a un pequeño número de pacientes con enfermedad celíaca. Pero desde hace algún tiempo, su prevalencia ha aumentado hasta adquirir proporciones auténticamente epidémicas.

El porqué de este crecimiento de la intolerancia a un alimento –el pan de trigo u otros cereales, que contienen gluten– es complejo, no está del todo claro y merecería un artículo aparte. El pan ha sido el alimento base de las civilizaciones mesopotámica, egipcia, griega y todas las culturas occidentales desde hace más de 9.000 años y es imposible que de repente un porcentaje relativamente alto de la población no lo tolere. Digamos simplemente que esta reciente intolerancia puede no sólo deberse al gluten, sino también a otros componentes de los cereales, o a los tratamientos a los que se someten.

La celiaquía

Se trata de una enfermedad autoinmune, en que el organismo interacciona con determinadas estructuras del intestino delgado e induce una reacción del cuerpo contra el delicado revestimiento interno del intestino, dañándolo o incluso destruyéndolo. Esto supone que los alimentos no se procesan adecuadamente.

La intolerancia al gluten… o al trigo

Bajo este término, “intolerancia al gluten”, se engloban varias reacciones diferentes del organismo a componentes del trigo y otros cereales. Las dos reacciones más conocidas son la celiaquía y la alergia al trigo.

Pero también puede haber intolerancia e incapacidad de digerir adecuadamente los hidratos del trigo u otros componentes, como los inhibidores de la tripsina y amilasa. Cualquiera de estas situaciones puede conllevar síntomas similares a pesar de producirse por sustancias y mecanismos diferentes, y englobarse de forma imprecisa dentro de la intolerancia al gluten.

Qué síntomas produce

La intolerancia tiene síntomas variados y múltiples, y son diferentes en los niños y en los adultos.

En la infancia, los síntomas no aparecen hasta que se introducen en la dieta los alimentos que contienen gluten, y los más habituales son:

  • Irritabilidad y desasosiego
  • Pérdida de apetito y dificultad para ganar peso
  • Las heces pueden cambiar de color (se vuelven más claras) y son muy copiosas y malolientes
  • En algunos casos, pueden darse vómitos y diarreas y, en estos casos, es frecuente diagnosticar erróneamente una gastroenteritis
  • El abdomen se distiende debido a la pérdida de masa muscular, que también causa adelgazamiento de piernas y brazos.

El los adultos, los síntomas pueden ser similares:

  • Pérdida de peso y diarrea
  • Heces blandas y malolientes o. por el contrario,
  • Estreñimiento, distensión abdominal y gases.

Pero, además, muchos adultos no presentan síntomas intestinales y acuden al médico alegando:

  • Cansancio extremo
  • Trastornos psicológicos (depresión)
  • Dolores en los huesos
  • Fracturas, causadas por el debilitamiento de los huesos
  • Úlceras en la boca
  • Erupciones en la piel (con aparición de ampollas y prurito), localizadas sobre todo en los codos y las rodillas (se conoce como dermatitis herpetiforme).

Algunas mujeres pueden presentar problemas para quedarse embarazadas y ésta puede ser la pista que conduzca al diagnóstico. En casos extremos puede producirse una anemia grave (por la incapacidad de absorber las nuevas necesidades de hierro y vitaminas debido al embarazo) y hasta abortos espontáneos. Igualmente, los bebés pueden nacer con bajo peso, debido a la deficiente nutrición proporcionada por la madre.

Finalmente, hay enfermedades raras que se dan con más frecuencia en celíacos e intolerantes. Algunas autoinmunes y que pueden afectar al tiroides, generar diabetes mellitus o cirrosis biliar primaria, que afecta al hígado.

El diagnóstico

Ante la aparición de síntomas persistentes de los citados, la única vía segura de actuación es acudir al médico, que elaborará la historia clínica preguntando por los síntomas, frecuencia, aspecto y color de las deposiciones. También querrá saber si ha sufrido pérdida de peso o si hay síntomas de anemia (palidez, fatiga). También explorará el abdomen y comprobará la posible existencia de erupciones o ampollas, así como úlceras en la boca.

El estudio inicial es el análisis de sangre, que revelaría carencias de vitaminas y minerales. Hay un análisis específico que podría revelar anticuerpos que se detectan a veces en los celíacos.

Con todo, el diagnóstico definitivo exige el estudio de una muestra de tejido intestinal (biopsia intestinal), que se lleva a cabo en un hospital. Este estudio se realiza tras un cierto tiempo de dieta en la que se haya suprimido radicalmente la ingestión de gluten.

Algunos consejos

La adopción de una dieta libre de gluten puede revertir la lesión del intestino delgado. En la mayoría de las tiendas de alimentación ya hay muy diversos alimentos sin gluten. Pero la supresión total requiere una gran disciplina y empezar por leer muy detenidamente los componentes de cada alimento. Debe tenerse en cuenta que tienen gluten:

  • Pan, bollos, pasteles, galletas
  • Algunas salsas y sopas preparadas
  • Barritas dietéticas, patatas chips, otros productos ofrecidos en bares y restaurantes como aperitivos
  • Pastas
  • Determinados aceites de cocina
  • Salsas de soja, mostaza, mayonesa comercial
  • La cerveza, el whisky (y el bourbon).

La lectura detallada de la lista de ingredientes puede indicar que el producto “puede contener trazas”, con lo que, al menos en un principio, no deberían ingerirse.

Bibliografía

https://acsa.gencat.cat/es/seguretat_alimentaria/seguretat_alimentaria_per_temes/alergies_i_intolerancies_alimentaries/la_intolerancia_al_gluten/index.html
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/celiac-disease/symptoms-causes/syc-20352220