Bienestar, Salud y medicina

Falta de vitamina D: síntomas, causas y cómo obtener suficiente

La vitamina D, también conocida como la vitamina del sol, interviene en multitud de procesos de nuestro organismo, por lo que una carencia de esta provoca alteraciones que repercuten negativamente en la salud. Pero, ¿cómo saber si estamos tomando la cantidad suficiente? En este artículo te damos todas las respuestas que necesitas a la falta de vitamina D.

Síntomas de deficiencia de vitamina D

La vitamina D es una vitamina liposoluble, que actúa en nuestro organismo de una forma parecida a como lo hacen las hormonas. El cuerpo humano tiene la capacidad de producirla, pero para ello es necesario que reciba radiación UV del sol. Es decir, exponernos a los rayos solares. 

Sus funciones son múltiples, como la intervención en el funcionamiento del músculo cardíaco, en los músculos en general y en el metabolismo óseo; refuerza el sistema inmune; favorece el microbioma intestinal y protege los vasos sanguíneos. Además, interviene en la absorción del calcio y del fosfato y regula diversos genes. 

Cuando su aporte es deficitario, se presentan una serie de síntomas, que son los que nos dan la señal de que debemos intervenir. Esta sintomatología varía en función de la edad, como muestra la tabla:

LactantesNiños pequeñosNiños mayores y adolescentesPersonas adultasPersonas de edad avanzada
Síntomas de deficiencia de vitamina D– Calambres musculares por falta de calcio– Lentitud en el cierre de los huesos del cráneo– Dolor al andar– Huesos débiles en las piernas, pelvis y columna vertebral– Riesgo elevado de fracturas por cualquier impacto
– Cráneo blando– Retraso al aprender a sentarse, gatear y andar– Piernas arqueadas y/o rodillas juntas en carencias graves– Dolor al tacto y propensión a las fracturas
– Espasmos en cara, manos y pies y convulsiones– Crecimiento óseo alterado, que deriva en escoliosis, piernas arqueadas o rodilla valga– Huesos pélvicos aplanados en niñas, que estrecha el canal del parto

Causas de la deficiencia de vitamina D

Las causas más habituales de la falta de vitamina D son las siguientes:

– Exposición solar insuficiente

– Carencia de vitamina D en la alimentación

– Dificultad para la absorción de la vitamina D de los alimentos

– Problemas de conversión de la vitamina D en el hígado o en los riñones

– Ingesta de medicamentos que interfieren en la capacidad del organismo para la absorción de la vitamina. 

Exposición al sol: la fuente natural de vitamina D

La exposición a la luz solar directa es la forma más sencilla de poner fin a la falta de vitamina D en el organismo. De ahí que se la llame también la vitamina del sol. Si bien podríamos pensar que esta carencia se encuentra únicamente en aquellos países con poca luz solar, la realidad es bien distinta. España está por debajo de Suecia o Noruega. ¿La razón? El uso de protección para la piel y una escasa exposición directa, principalmente. 

Cantidad recomendada de exposición solar para obtener vitamina D

Según las recomendaciones, es suficiente con una media entre cinco y quince minutos unas tres veces a la semana. No obstante, todo depende del color de la piel, puesto que aquellas con una tonalidad más oscura podrían necesitar más tiempo. 

En cualquier caso, se recomienda también que la exposición no tenga lugar en las horas más fuertes, sino a primera hora del día o por la tarde. El incremento en el número de casos de cáncer de piel hace que haya que extremar las precauciones en su cuidado. 


Factores que pueden afectar la síntesis de vitamina D en la piel

A pesar de la exposición solar regular, puede seguir habiendo una deficiencia. Pero, ¿a qué se debe esta falta de vitamina D en la sangre?

En concreto, a una menor producción de vitamina como respuesta a la luz solar, que es frecuente en personas con piel oscura; de edad avanzada, al reducirse la cantidad de 7-dehidrocolesterol en la epidermis, o que usan protector. 

Sin embargo, la mala absorción no solo se puede producir en la piel en el momento de la exposición solar, sino también durante la ingesta de los alimentos. Los factores que intervienen son los siguientes:

Mala absorción de las grasas en el intestino. Al ser una vitamina liposoluble, se absorbe junto con aquellas. Este problema aumenta con la edad.

Dificultad para convertir la vitamina D de forma activa, por trastornos renales y hepáticos; enfermedades hereditarias poco habituales, como el raquitismo hipofosfatémico, o por el uso de ciertos medicamentos, como los anticonvulsivos o la rifampicina. 

Alimentos ricos en vitamina D

Si por algún motivo, la falta de vitamina D es marcada y está repercutiendo negativamente en la salud, la exposición solar puede no ser suficiente para corregir este déficit. En estos casos, se debe aumentar la ingesta a través de la alimentación e incluso recurrir a suplementos. 


Fuentes de vitamina D en la dieta

Las principales fuentes de vitamina D en los alimentos son:

– Pescados grasos como el salmón, el atún, sardinas y caballas

– Anguilas y angulas

– Lácteos como la leche o el queso

– Huevos de gallina

– Hongos y setas

– Alimentos que han sido suplementados

Suplementación de vitamina D: cuándo considerarla y cómo tomarla

Si se presentan varios de los síntomas mencionados, se recomienda acudir al médico para realizar una analítica y verificar los valores de vitamina D. De ser bajos, se recetarían suplementos. Estos también están indicados para personas de edad avanzada o en riesgo de carencia, por no poder salir al exterior o estar en centros de larga estancia. La dosis suele ser de unos 20 microgramos al día.

Bibliografía

https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/trastornos-nutricionales/vitaminas/carencia-de-vitamina-d

https://www.cerascreen.es/blogs/news/vitamina-d