Qué es la nanomedicina y cuáles son sus aplicaciones más prometedoras

La nanotecnología

Constituye una de las más prometedoras innovaciones en medicina, y existen muchas investigaciones en curso que abren la puerta a avances muy significativos en el tratamiento de enfermedades.

Como paso previo, es necesario saber qué es la nanotecnología. El prefijo nano significa una milmillonésima parte (o 10 -9) de una determinada unidad. Por ejemplo, un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro. La nanotecnología es la tecnología desarrollada a esa escala.

En el año 1966 se publicó una novela de ciencia-ficción de Isaac Asimov llamada “Viaje alucinante”, en que los científicos consiguen reducir un submarino, con su tripulación, para inyectarlo en el torrente sanguíneo de un enfermo cuya única esperanza de vida radica en la intervención a escala nanométrica. La novela resultó en cierto modo profética, aunque hoy desde luego que no se contempla reducir de tamaño a la tripulación de un submarino.

La nanomedicina es el conjunto de aplicaciones de la nanotecnología en el campo de la salud.

Campos de aplicación de la nanomedicina

Es aplicable en tres áreas clave de la medicina:

El nanodiagnóstico

El nanodiagnóstico permite el diagnóstico de enfermedades en sus fases iniciales en un nivel celular (incluso en una única célula) o molecular. Contempla dos aspectos: La elaboración de nanosistemas de imagen y el desarrollo de nanobiosensores, que serían capaces de detectar e identificar una muestra.

La nanoterapia

Supone la creación de sistemas formados por dispositivos de reconocimiento capaces de actuar, por ejemplo llevando un fármaco a las células afectadas, lo que permitiría una acción más eficaz y a la vez minimizar los efectos secundarios.

La nanomedicina regenerativa

Se basaría en los métodos de la terapia génica, de la terapia celular, la ingeniería de tejidos y la administración de sustancias regenerativas, todo ello con el fin de estimular los mecanismos regeneradores del cuerpo.  La ingeniería de tejidos es la parte en que la nanotecnología puede tener un papel más relevante, pues podrían diseñar estructuras que favorecieran el crecimiento de los tejidos en las zonas dañadas.

Aplicaciones de la nanomedicina

La primera aplicación y la más prioritaria es el tratamiento del cáncer, mediante la aplicación de diferentes técnicas. Además de la ya hablada administración de fármacos en los niveles más elementales (moléculas y células) pueden usarse nanopartículas magnéticas para la detección temprana del cáncer. También pueden eliminarse las células cancerígenas con la inserción de unos tubos en ellas para someterlas a emisores de láser, que mataría las células cancerígenas respetando las células sanas.

La nanotecnología es igualmente aplicable a la enfermedad de Alzheimer. Hasta la aparición de esta tecnología, existía una barrera infranqueable, la barrera hematoencefálica, una estructura que protege al cerebro impidiendo el paso de sustancias nocivas de la sangre al cerebro. Los nanotransportadores sí pueden atravesarla, de modo que lleven un medicamento al lugar exacto. 

El sida es otra de las enfermedades que pueden verse beneficiadas por la nanotecnología. Las aplicaciones inmediatas son los nanotransportadores de medicamentos y la liberación controlada de los fármacos. Hay una prometedora esperanza de que se pueda “silenciar” el gen que permite la replicación del virus en el organismo.

En resumen

Tal como decíamos al principio, los avances que promete la nanotecnología en materia de medicina son de límites poco previsibles, y es de esperar que, con todas las investigaciones en curso, la prevención, el diagnóstico, la terapia, el tratamiento mejoren exponencialmente.

Bibliografía

Nanomedicina (Fundación Instituto Roche)
Nanomedicina: aplicación de la nanotecnología en la salud (CSIC)
Nanomedicina y su impacto en la práctica médica (Elsevier)

¿Qué es el déficit calórico y cómo calcularlo? La base para adelgazar de forma efectiva

Para perder peso de manera sostenible, el concepto de déficit calórico es una de las mejores estrategias conocidas. En lugar de eliminar alimentos o pasar hambre, se trata de entender cómo funciona el cuerpo y ajustar la ingesta de calorías para favorecer la pérdida de grasa. En este artículo, veremos qué es el déficit calórico, cómo calcularlo y aplicarlo de forma segura para alcanzar los objetivos que se tengan sin comprometer la salud.

¿Qué es el déficit calórico?

deficit calorico en la gente

El déficit calórico ocurre cuando se consumen menos calorías de las que el cuerpo necesita para mantener su peso actual. Es decir, se genera una diferencia entre el gasto energético total diario, que incluye metabolismo basal, actividad física y digestión, y las calorías ingeridas. Esta diferencia obliga al cuerpo a utilizar sus reservas de grasa como fuente de energía, lo que produce una pérdida de peso progresiva.

Para que una dieta de déficit calórico sea eficaz, debe adaptarse al ritmo de vida, edad, sexo y composición corporal de cada persona. No existe un número mágico de calorías a tener como referencia, sino que se debe personalizar.

¿Cómo funciona el déficit calórico en el cuerpo?

Cuando creas un déficit de energía, el cuerpo responde utilizando sus reservas. Primero tira de los depósitos de glucógeno y luego de los lípidos almacenados. Este proceso metabólico es el responsable de la reducción del tejido adiposo.

Es importante saber que un déficit muy agresivo puede generar efectos no deseados, como pérdida de masa muscular, fatiga o ralentización del metabolismo. Por eso, es necesario saber cómo hacer un déficit calórico correctamente.

Además, factores como el descanso, el estrés o el tipo de alimentos ingeridos influyen en la eficacia del déficit. Por eso, el objetivo es generar un entorno metabólico saludable.

¿Cómo calcular tu déficit calórico?

Para calcular el déficit calórico, hay que conocer el gasto energético total diario (GET), que depende del metabolismo basal, que es la energía para funciones vitales en reposo; el nivel de actividad física diaria y el efecto térmico de los alimentos, que es la digestión.

Con este número, se aplica una reducción entre el 10% y 25% de calorías. Por ejemplo, si el gasto es de 2.000 kcal, se comienza con una ingesta de 1.600 a 1.800 kcal para perder peso de forma gradual.

También se puede usar una calculadora del déficit calórico. Pero son aproximaciones. Se recomienda ajustar los datos a la realidad y comprobar resultados después de varias semanas. También hay que conocer el peso ideal según los objetivos que se tengan.

¿Cuántas calorías debo restar para adelgazar?

La cantidad de calorías a reducir depende del punto de partida y las metas. Una reducción de 300 a 500 kcal diarias es segura y eficaz, y permite perder entre 0,5 y 1 kilo por semana; un ritmo saludable que minimiza el riesgo de recuperar el peso perdido.

deficit calorico

Si se busca una dieta de déficit calórico para hombre, el enfoque debe ser progresivo. En el caso de las mujeres, hay que tener en cuenta que las necesidades energéticas suelen ser menores y más sensibles a los cambios. Por eso, el déficit calórico en la mujer se debe planificarse con mayor detalle.

¿Qué riesgos hay si el déficit calórico es demasiado grande?

Si las calorías se reducen en exceso, puede haber consecuencias negativas. Un déficit muy agresivo puede causar:

  • Pérdida de masa muscular.
  • Fatiga, irritabilidad o dificultad para concentrarse.
  • Alteraciones hormonales.
  • Disminución de la tasa metabólica basal.
  • Deficiencias nutricionales.

Por tanto, además de saber cómo entrar en déficit calórico, hay que entender qué es una alimentación equilibrada. El cuerpo necesita nutrientes para mantener funciones vitales. Las dietas extremas insostenibles y alteran tu salud a largo plazo. Para evitar estos riesgos y adelgazar de forma saludable, se requiere apoyo profesional, especialmente en casos de obesidad o problemas metabólicos.

Cómo aplicar el déficit calórico con éxito

Además de ajustar las calorías, es clave saber qué comer en déficit calórico, ya que la calidad de los alimentos importa tanto como la cantidad. Algunos consejos son:

  • Alimentos para déficit calórico, como frutas, verduras, legumbres, proteínas magras y cereales integrales.
  • Priorizar comidas saciantes y densas en nutrientes.
  • No eliminar grupos alimenticios sin supervisión profesional.
  • Planificar las comidas para déficit calórico para evitar decisiones impulsivas.
  • Mantener una hidratación adecuada.

Además, combinar la alimentación con ejercicio físico multiplica los resultados. Recuerda que existen muchos beneficios de hacer ejercicio más allá de perder peso: mejora el ánimo, la resistencia y el estado general de salud. Estrategias como el ayuno intermitente pueden ayudar a regular la ingesta calórica.

Preguntas frecuentes sobre el déficit calórico

¿Se puede perder peso sin hacer ejercicio solo con déficit calórico?

Sí, es posible. El ejercicio acelera el proceso, pero no es imprescindible. Lo importante es el balance calórico negativo. No obstante, el entrenamiento ayuda a preservar masa muscular, mejorar la salud y mantener el peso perdido.Add image

¿Un día de exceso arruina todo el proceso?

No. Lo relevante es el balance semanal, no una sola jornada; es decir, constancia. Un día puntual de mayor ingesta no anula los progresos si el resto de la semana hay control.

¿Es mejor un déficit diario o semanal?

Ambos pueden ser efectivos. Algunas personas prefieren un control diario estricto, mientras que otras ajustan las calorías por días. Todo depende del estilo de vida y la relación con la comida.

¿Funciona igual para hombres y mujeres?

El déficit funciona en ambos casos, pero en las mujeres, los cambios hormonales influyen en la pérdida de peso. Por eso, es importante personalizar el enfoque y adaptar la estrategia al cuerpo de cada persona.

Adelgaza de forma segura y personalizada con MGC

En MGC, te ayudamos a alcanzar tus objetivos de forma realista, sin poner en riesgo tu salud. Nuestro equipo de nutricionistas y especialistas en endocrinología diseña planes personalizados adaptados a hábitos, metabolismo y estilo de vida. Si quieres apostar por el déficit calórico, te ofrecemos herramientas, seguimiento y asesoramiento experto.

El síndrome del ojo seco

Qué es el síndrome del ojo seco                  

Llamamos así al trastorno que se produce cuando las glándulas no producen suficientes lágrimas como para mantener el ojo húmedo.

Distinguimos dos tipos de trastorno:

Ojo seco acuodeficiente, que es el debido a una insuficiente producción de lágrimas acuosas.

Ojo seco evaporativo, en que hay una disminución de la capa lipídica de las lágrimas, dejándolas más expuestas a la evaporación; o bien una mayor evaporación de esta capa lipídica, fundamental para mantener húmedo y lubricado el ojo.

Qué síntomas produce

Este trastorno puede provocar los siguientes síntomas:

  • Sensación de tener un cuerpo extraño, o arenilla, en los ojos
  • Picor o escozor. Ojos enrojecidos
  • Pinchazos oculares
  • Pesadez en los párpados
  • Sensibilidad excesiva a la luz, con visión borrosa

También puede producirse un paradójico exceso de lagrimeo, debido a un esfuerzo reflejo del ojo por compensar esa falta de hidratación.

Cuáles son las causas del síndrome. Factores de riesgo

Hay muchas causas y factores de riesgo para el síndrome:

  • Tener más de 50 años.
  • Atrofia senil del lagrimal
  • Ser mujer
  • Ser mujer menopáusica
  • Utilizar lentillas (lentes de contacto)
  • Traumatismos oculares (golpes, etc.)
  • Algunas carencias alimentarias, como ingerir poca vitamina A, o pocos ácidos grasos omega-3
  • Efectos secundarios de algunos medicamentos Antihistamínicos, diuréticos, betabloqueantes, opiáceos, etc.
  • Infecciones (HIV; hepatitis B, tuberculosis, sífilis)
  • Padecer determinadas enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren (un trastorno que provoca disminución de saliva y de lágrimas) o el lupus, una enfermedad en que el cuerpo ataca por error determinados órganos propios (riñones, pulmones, etc.)
  • Trasplantes de médula ósea.

Cómo se diagnostica

Dado el carácter de la enfermedad, que puede ser causada por muchos factores, es fundamental determinar cuáles son los que influyen en cada caso, de modo que el paciente pueda recibir el tratamiento más adecuado posible.

El oftalmólogo dispone de determinadas pruebas y exploraciones para diagnosticar. Los más frecuentes son:

  • Medición del volumen de lágrimas mediante el test de Schirmer, en que se utiliza un papel absorbente que recoge las lágrimas en un determinado tiempo
  • Medición de la estabilidad de la lágrima (de la película lagrimal que recubre el ojo), mediante un tinte que revela las zonas que se secan
  • Test de osmolaridad lagrimal, que mide la inflamación en la superficie ocular
  • Detección de posibles alteraciones en las glándulas lipídicas (las glándulas de Meibomio) para evitar la posible evaporación lagrimal

Tratamiento del síndrome

Es muy variable, y depende lógicamente de la enfermedad subyacente al trastorno, si esta existe. Resulta crucial para el paciente paliar los síntomas que pueden resultar muy molestos y limitar la calidad de vida.

Lo más importante es mantener hidratada la superficie ocular. En las farmacias se venden “lágrimas artificiales”, que no necesitan receta. Deben reunir las características siguientes:

  • No tener conservantes
  • Deben tener capacidad humectante
  • Deben estabilizar la película lagrimal
  • No deben ser viscosas, para evitar visión borrosa

También existen geles y ungüentos con efectos humectantes, igualmente dispensables sin receta en las farmacias.

Los casos más extremos podrían requerir medicamentos más potentes, dirigidos a que el ojo produzca mayor volumen lagrimal. Si el origen del trastorno es inflamatorio, el médico podría indicar corticoides, que logran inmunosupresión local. También se podría indicar la Ciclosporina A, que inhibe las células que afectan a la inmunización.

Si el origen del trastorno es infeccioso, el médico podría indicar la conveniencia de antibióticos (tetraciclinas) vía oral. Igualmente, si el trastorno procede del uso de un medicamento, el médico podrá indicar la sustitución por otro diferente que no tenga ese efecto secundario.

Si el problema está en una anómala debilidad de los párpados inferiores, lo que puede provocar un drenaje demasiado rápido del ojo. En este caso, el médico podría sugerir una intervención quirúrgica para devolver los párpados a su estado correcto.

Como regla general, se recomienda extremar la higiene del ojo, mediante productos comerciales adecuados, capaces de paliar los problemas de los trastornos de las glándulas de Meibomio.

Igualmente, se recomiendan los cambios adecuados en los estilos de vida. Por ejemplo, los siguientes:

  • Evitar ambientes muy secos. Si fuera posible, un humidificador puede evitar la sequedad ambiental
  • No pasar mucho tiempo ente el ordenador o las pantallas. Descansar con frecuencia en caso de que sea imprescindible
  • Evitar ambientes con humo o aire acondicionado. El viento favorece la evaporación de las lágrimas
  • Beber mucha agua
  • Dormir bien.

Bibliografía:

American Academy of Ophthalmology: el ojo seco

Ejercicio en la tercera edad

Consecuencias del envejecimiento del cuerpo

Con el tiempo, el organismo sufre una serie de transformaciones que se pueden resumir en dos consecuencias básicas.

Por un lado, los tejidos pierden un significativo porcentaje de agua en su composición, que se sustituye por fibras cicatrizales y depósitos de diversas sustancias, convirtiéndose en más rígidos y menos útiles. Los huesos se vuelven más quebradizos, los tendones se rompen con más facilidad, los músculos desarrollan menos potencia, las articulaciones se deforman y pierden capacidad de movilidad y un largo etcétera.

La otra consecuencia es la disminución de la capacidad homeostática. El concepto de homeostasis es fundamental para entender el funcionamiento de todos los seres vivos y se refiere a la capacidad del organismo de “compensarse” o “mantenerse igual” aunque el medio externo cambie. Por poner un ejemplo, la temperatura del cuerpo humano es aproximadamente de 37 grados centígrados. Si el ambiente es más frío, el cuerpo lo compensa tiritando, es decir, mediante convulsiones musculares involuntarias que lo calientan. Por el contrario, si hace demasiado calor sudaremos, debido a que la evaporación del sudor en la piel produce un enfriamiento. Es el funcionamiento del botijo.

¿Deben las personas mayores practicar deporte?

El dicho “la función crea el órgano” sigue siendo totalmente válido para los mayores. La disminución de capacidades y degeneración de tejidos no se detienen, pero sí se retardan con el deporte adecuado y practicado de forma acorde al estado general de la persona.

¿Debe hacerse un chequeo previo al inicio de una actividad deportiva?

El médico de familia o de cabecera juega un papel fundamental. Es muy importante conocer el estado real de salud para afrontar las limitaciones comentadas antes, que varían en cada persona y que dependen fundamentalmente de dos factores: las enfermedades que padece o ha padecido y la práctica previa de algún deporte.

La persona mayor presenta habitualmente una serie de enfermedades que muchas veces desconoce porque no provocan síntomas o son aparentemente irrelevantes. Entre ellas destaca la hipertensión, que puede dañar gravemente el corazón, los riñones y el cerebro, provocando incluso la muerte. Todo ello es evitable acudiendo regularmente al centro de salud para tomarse la tensión y, si se eleva, cumpliendo a rajatabla la dieta o la medicación (o ambas) prescritas por el médico.

Es conveniente conocer el estado del corazón y los pulmones mediante la auscultación de rutina y, en los casos que se estime oportuno, realizando un electrocardiograma y una radiografía del tórax.

La exploración general de la tonicidad muscular y de la capacidad de movilidad y resistencia de las articulaciones sirve para evaluar el estado físico general.

Finalmente, un análisis de sangre nos indicará la capacidad del riñón para filtrar las toxinas; los niveles de azúcar en sangre (muchas diabetes se descubren en análisis de rutina) y la composición de las células sanguíneas, de las que depende la resistencia a las infecciones, la coagulación de las heridas y la capacidad de oxigenación -de dar v vitalidad- a los tejidos del cuerpo.

Ejercicios que se deben evitar

Cuando hay enfermedades avanzadas de los órganos internos, el deporte en general se contraindica, ya que el riesgo de una descompensación es alto:

  • Infartos de miocardio
  • Insuficiencia aguda respiratoria
  • Insuficiencia renal
  • Embolias
  • Hemorragias cerebrales.

En casos específicos, pueden ser útiles ejercicios fisioterapéuticos, siempre bajo estricta supervisión del profesional sanitario.

Si la enfermedad que padece es articular, se trata habitualmente de una artrosis (desgaste articular) que suele afectar a las caderas y a las rodillas. Deben evitarse en estos casos todos los deportes que requieran recorrer terrenos irregulares (por ejemplo el trekking), impactos (frenadas y arrancadas que se producen en el fútbol o el tenis), movimientos bruscos (cuidado con el golf por el giro rápido de cadera y hombro que se produce al golpear la bola), ya que se produce un mayor roce de los cartílagos articulares. Igualmente, se evitarán si el paciente es portador de prótesis articular, pues se podría aflojar su anclaje al hueso.

En general no se recomiendan deportes de gran esfuerzo como el fútbol o el tenis (mucho menos aún el pádel o el squash) por el alto riesgo de sobrecargas cardíacas, respiratorias y de hemorragia cerebral.

Deportes que se pueden practicar

El deporte por excelencia en la tercera edad es la natación, o en su caso los ejercicios suaves en agua. Los movimientos son entonces armónicos, sin impactos. Además, el empuje del agua disminuye el peso del cuerpo, descargando las articulaciones, y la climatización de la piscina permite una temperatura agradable y bien tolerada por el mayor. Los pulmones aumentan la capacidad de llenado de aire y el corazón se tonifica. El trabajo muscular fortalece las venas y evita las trombosis.

Si el médico permite montar en bicicleta, la recomendación habitual es recorrer trayectos llanos y con un desarrollo intermedio, que evite sobrecargar en exceso las rótulas y las lumbares.

De igual forma, el jogging debería practicarse por terrenos llanos, elásticos en lo posible (hierba). En su defecto, son recomendables plantillas viscoelásticas o calzado con cámara de aire, que absorben los impactos de la zancada.

Recomendaciones generales para el ejercicio en la tercera edad

En general, antes y después de practicar cualquier sesión deportiva se deben realizar estiramientos musculares para calentar tanto los músculos como las articulaciones, flexibilizar los tendones y preparar el corazón y los pulmones para el gasto adicional de energía que supondrán las contracciones musculares.

Habitualmente, el médico de cabecera puede suministrar al paciente unas tablas con dichos ejercicios, que deben realizarse de forma suave y progresiva, evitando movimientos bruscos y posturas forzadas; es lógico notar tensión en el músculo y el tendón estirados, pero de ninguna manera se debe sentir dolor. Los hipertensos deben evitar beber demasiada agua, porque se sobrecargan el riñón y el corazón.

Los diabéticos tipo 1 (insulino-dependientes) deben tener especial cuidado, porque el gasto excesivo de energía quemará mucha azúcar y se podría presentar un coma por hipoglucemia (bajada de azúcar en la sangre).

Si aparecen mareos, dolor fuerte de cabeza, dolor en el pecho o sensación de ahogo, se debe acudir sin falta a un servicio de urgencias.

Bibliografía:

Consejo superior de deportes. Guía para la tercera edad
Fundación Española del Corazón. Beneficios del deporte para los mayores

Chequeo médico mediante un selfie con la app MGC Mutua Salud

La funcionalidad “Vital Cam” de la app MGC Salud utiliza avanzadas tecnologías para procesar la imagen capturada por la cámara del móvil y extraer información de la luz reflejada en los vasos sanguíneos de la cara.

Actualmente, mediante los dispositivos móviles se pueden realizar tareas cotidianas como abrir una cuenta corriente, comprar un billete de avión o alquilar un coche eléctrico, entre muchas otras. Pero, además, las últimas tecnologías van a mucho más allá, como saber el estado de salud de una persona, en un determinado momento, mediante un simple selfie.

Aprovechando estos avances tecnológicos, se desarrolló la app MGC Mutua Salud, para dispositivos Android y Apple iPhone, diseñada para facilitar el acceso a los mutualistas a todos los recursos asistenciales en cualquier momento y lugar, entre los que destaca el historial clínico digital, la gestión de autorizaciones, etc., trámites que se realizan mediante la cámara del móvil.

Una amplia gama de parámetros de salud

En este contexto, la última incorporación ha sido la funcionalidad “Vital Cam”, que es una novedosa solución de software, basada en vídeo e inteligencia artificial, que permite en tiempo real extraer una amplia gama de parámetros de salud, en un formato digital, consistentes en: presión sanguínea, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, frecuencia respiratoria y cociente pulso-respiración, con lo que el médico tiene información y los datos suficientes para valorar, en tiempo real, el estado de salud del paciente.

“Vital Cam” utiliza avanzadas tecnologías para procesar la imagen capturada por la cámara del móvil y extraer información de la luz reflejada en los vasos sanguíneos de la cara. Además, esta tecnología ha demostrado su precisión en ensayos clínicos, siempre teniendo en cuenta que los datos obtenidos han de ser valorados por personal sanitario.

Ventajas de la funcionalidad “Vital Cam”

Todo ello conlleva una serie de ventajas, impensables hasta hace poco, que van desde poder ser atendido de forma remota por un médico, sin necesidad de desplazamientos a la consulta, pasando por la inmediatez en el tratamiento, hasta que todos los diagnósticos queden reflejados en un historial médico para, de esta forma, ver cómo evoluciona la enfermedad. Acciones de prevención que pueden salvar numerosas vidas.

“Continuamente añadimos nuevas funcionalidades a la app MGC Mutua Salud para que sea realmente útil a nuestros asegurados, que además cuenta con vídeos tutoriales para explicar en detalle algunas características y funcionamiento de esta aplicación. La app tiene como finalidad mejorar día a día la experiencia de los mutualistas”, indica el Dr. Oriol Domènech, director de Gestión Médica y Siniestralidad de MGC Mutua.

Medicina digital para todos

La app MGC Mutua Salud abre las puertas de la medicina digital para todos los mutualistas de MGC Mutua que tengan contratado un seguro de salud. Si todavía no eres mutualista, puedes acceder a “Vital Cam” y el resto de funcionalidades de la app, como asistencia médica 24h, por sólo 48€ al año con el seguro A-S Digital.

Septiembre: pequeños hábitos que cambian tu salud

Con septiembre llega la vuelta a la rutina, las agendas nuevas y esa sensación de empezar nuevos propósitos. Pero, seamos sinceros: muchas veces se quedan en papel mojado. La clave para que este año sea diferente no está en las grandes metas, sino en empezar con pasos pequeños y realistas que podamos mantener en el tiempo.

Propósitos sencillos, mejores resultados

No es necesario llenar la semana de actividades ni apuntarse a todo. Basta con elegir una o dos cosas que realmente nos hagan bien y que encajen en nuestro día a día. Mejor caminar media hora que inscribirse en un gimnasio al que solo iremos tres veces contadas. Menos ambición, más constancia: ese es el secreto para que un hábito se consolide.

El movimiento diario, tu mejor medicina

Caminar al menos 30 minutos al día es un gesto sencillo que mejora la circulación, ayuda a controlar el peso y reduce el riesgo cardiovascular. Y no hace falta hacerlo de una sola vez: subir escaleras, ir andando a hacer recados o bajarse una parada antes del transporte público también cuenta. Lo importante no es tanto cuánto corramos, sino mantener el cuerpo en movimiento cada día.

Dormir: el superpoder que olvidamos

A menudo relegamos el sueño como si fuera un lujo, cuando en realidad es uno de los pilares de la salud. Dormir entre siete y ocho horas no solo mejora el estado de ánimo y la memoria, sino que también fortalece el sistema inmunitario. Mantener horarios regulares, reducir el uso de pantallas antes de dormir y crear un pequeño ritual de desconexión nocturna puede marcar una gran diferencia en cómo nos sentimos al día siguiente.

Hidratación y estiramientos: microgestos que suman

A veces pensamos que cuidarse exige grandes sacrificios, pero lo cierto es que son los pequeños gestos los que más impacto tienen. Beber agua a lo largo del día, tener siempre una botella a la vista o dedicar dos minutos a estirar cuello y hombros entre tareas ayuda a mantenernos activos y despejados. Son rutinas rápidas que, con el tiempo, se convierten en aliadas invisibles de nuestra salud.

Tiempo para desconectar: un antídoto contra el estrés

Tan importante como el ejercicio o el descanso es reservar momentos para bajar revoluciones. Puede ser un paseo sin móvil, diez minutos de respiración consciente o un rato para un hobby. Lo esencial es entender que desconectar no es perder el tiempo: es ganar equilibrio y energía para todo lo demás.

El verdadero propósito de septiembre

Si algo nos recuerda cada inicio de curso es que los grandes cambios empiezan con gestos pequeños. Caminar un poco más, dormir mejor, beber agua, estirar y encontrar un momento para desconectar son cinco hábitos sencillos que, sumados, tienen un impacto muy positivo en nuestra salud. No se trata de hacerlo perfecto, sino de empezar y mantener la constancia. Porque cuidarse es, al fin y al cabo, el propósito que siempre vale la pena mantener.

Cómo prevenir enfermedades cardiovasculares desde jóvenes

Las enfermedades cardiovasculares son la mayor causa de muerte en todo el mundo. Un sistema vascular sano puede prevenir la aparición de la enfermedad cardíaca, las demencias vasculares e incluso el cáncer, de modo que hacer lo posible para protegerlo es vital para la salud.

Qué es el sistema vascular

También llamado, indistintamente, ‘sistema cardiovascular’ o ‘sistema respiratorio’ hace referencia al corazón y a los vasos sanguíneos. O sea, ese circuito cerrado de alrededor de 160.000 kilómetros de arterias, venas y capilares de que el corazón se sirve para bombear la sangre a todo el cuerpo.

Básicamente, la sangre viaja a los pulmones donde se carga de oxígeno y descarga dióxido de carbono. De ahí, se envía al corazón que la bombea a todo el cuerpo. Las células extraen el oxígeno, que es el nutriente fundamental, expulsan el dióxido de carbono y vuelve a los pulmones, empezando un nuevo ciclo. La sangre también suministra al cuerpo los nutrientes que recoge de los alimentos en el aparato digestivo

Por qué hay que cuidar la salud cardiovascular

La enfermedad cardiovascular, como dijimos, -principalmente la enfermedad de las arterias coronarias y los accidentes cerebrovasculares (ictus)- son las principales causas de muerte en todo el mundo. En el mundo desarrollado, es responsable aproximadamente de una de cada tres muertes.

El proceso logrado a lo largo del tiempo es evidente: muere mucha menos gente, si comparamos los datos de hace apenas veinte años. Pero también significa que hay más personas que nunca viviendo con los efectos de un corazón o un cerebro dañado.

Un ataque al corazón puede resultar en un deterioro de la función de dicho músculo, lo que resulta en una enfermedad llamada insuficiencia cardíaca, que limita el esfuerzo que el paciente puede llevar a cabo.

Por su parte, el ictus (o enfermedad cerebrovascular) puede causar discapacidad, y la enfermedad vascular periférica puede afectar a las extremidades, lo que en ocasiones puede exigir hasta amputaciones. Es vital cuidar la salud vascular y hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorarla.

Qué se puede hacer por la salud vascular

Hay dos tipos de factores de riesgo: modificables y no modificables. Por desgracia, nadie puede controlar la edad ni los antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, de existir. Pero los factores de riesgo modificables son de vital importancia.

Si tuviéramos que limitar a dos los consejos más relevantes para la buena salud vascular serían sin duda hacer ejercicio con regularidad y no fumar. Nada de ello es nuevo, pero la cruda realidad es que siempre se repiten.

Hacer ejercicio con regularidad no significa correr una maratón, ni nada parecido. La OMS recomienda 300 minutos semanales de actividad física, moderada, aeróbica, o bien 150 minutos de actividad vigorosa. Pero el simple hecho de moverse rutinariamente más, como bajarse del autobús un par de paradas antes y andar el resto del camino, así como coger subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor tiene grandes ventajas.

Fumar… bueno, es probablemente la peor cosa que se puede hacer por la salud, pero la buena noticia es que desde el momento en que se apaga el último cigarrillo. El perfil de riesgo comienza a mejorar día a día y, si se acompaña de otros cambios en el estilo de vida, puede disminuir casi hasta los mismos niveles de riesgo de alguien que nunca fumó.

El estrés es también un factor de riesgo importante, probablemente más significativo de lo que se pensaba hasta hace unos pocos años. Otros factores de riesgo modificables son el sueño, la presión arterial, el azúcar en la sangre, el colesterol en la sangre y el peso. Así que se deben controlar. El médico de familia será de gran ayuda para hacerlo.

¿Puede ayudar la dieta?

Por supuesto que puede ayudar. Lo que comemos está intrínsecamente relacionado con la salud. Los mensajes clave son simples:

  • Comer mucha fruta y verdura. La recomendación es de cinco piezas de fruta o porciones de verdura diarias
  • Evitar los hidratos de carbono refinados (pan blanco, pasta de harina refinada, azúcares)
  • Evitar el exceso de sal
  • Evitar los alimentos procesados.

Las grasas son párrafo aparte. Tanto la American Heart Association como la Fundación Española del Corazón recomiendan que las grasas saturadas (grasa de la carne, mantequilla…) no supongan más de un cinco por ciento de la ingesta diaria de energía, y esta cantidad se está revisando a la baja.

No se deben confundir estas grasas con las grasas “buenas”, como las que contienen los frutos secos, el pesado graso (salmón, trucha, sardinas, caballas) el aguacate y, por supuesto, el aceite de oliva virgen extra.

¿La enfermedad vascular es hereditaria?

Desafortunadamente, sí, lo es, tiende a darse en familias enteras. Pero, cuidado, esto no significa que no se pueda cambiar el perfil de riesgo por el hecho de tener antecedentes familiares de enfermedad cardíaca o de ictus.

En este caso, la importancia de controlar los factores de riesgo modificable es aún mayor. Es perfectamente posible mantener una excelente salud vascular hasta la vejez. Se pueden tener trastornos específicos como el colesterol elevado, pero lo cierto es que se identifican con facilidad y se pueden controlar, en último extremo, con medicación.

Como es un chequeo vascular, ¿necesito hacérmelo?

Hay cosas simples, como la presión arterial (la “tensión”) que se debe comprobar varias veces al año y el peso, que debe mantenerse a raya, especialmente a medida que envejecemos. La mayoría de la gente no necesita un control más detallado, a menos que tengan el colesterol elevado o síntomas de enfermedad cardiovascular, que pueden ser:

  • Dolor en el pecho durante un esfuerzo
  • Falta anormal de aliento después de un mínimo ejercicio
  • Palpitaciones
  • Incluso algo llamado ataque isquémico transitorio o “mini accidente cerebrovascular”, en que un paciente experimenta una debilidad unilateral o una alteración temporal.

Si alguno de estos se presentara, el paciente necesitaría un control detallado.

Por su parte, el colesterol elevado, o hipercolesterolemia, puede ser hereditario y no ser modificable, pero sí controlable. El médico de familia, tras un simple análisis de sangre, más la toma de la tensión, recomendará las pautas de actuación para mantener controlada la salud cardiovascular.

Bibliografía:

Ministerio de Sanidad: Prevención cardiovascular
Fundación Española del Corazón: prevención

Qué tipos de prótesis de cadera existen y cuál es la mejor para ti

La colocación de prótesis es una intervención que permite recuperar la movilidad y reducir el dolor en personas con artrosis, fracturas o desgaste articular avanzado Sin embargo, hay que tener en cuenta diferentes aspectos para elegir entre los distintos tipos de prótesis de cadera. Por ejemplo, factores médicos, la edad del paciente, el estilo de vida y la calidad del hueso.

¿Qué es una prótesis de cadera y cuándo se recomienda?

Una prótesis de cadera es un implante artificial que sustituye parcial o totalmente la articulación de la cadera. Esta intervención suele recomendarse cuando el dolor limita la movilidad de manera considerable y los tratamientos conservadores no funcionan. Además, el desgaste articular ya es irreversible.

Dolor de cadera que reduce la movilidad

Suele ser el caso de la artrosis avanzada, necrosis de la cabeza femoral, fracturas complejas, displasias o enfermedades reumatológicas. La cirugía también puede ser necesaria tras un traumatismo o cuando se ha producido un choque femoroacetabular, que causa dolor de cadera persistente.

Tipos de prótesis de cadera según el grado de sustitución

En función de cuáles sean las partes de la articulación a sustituir, existen tres grandes categorías:

  • Prótesis total de cadera. Reemplaza tanto la cabeza del fémur como el acetábulo, que es la cavidad de la pelvis. Es la más habitual en pacientes con artrosis severa o daño estructural completo.
  • Prótesis parcial de cadera. También conocida como media prótesis de cadera, sustituye solo la cabeza femoral. Se utiliza en fracturas del cuello femoral en personas mayores.
  • Prótesis de superficie. Es menos invasiva y conserva más hueso, aunque su uso ha disminuido por complicaciones asociadas a ciertos materiales.

Conocer la diferencia entre prótesis total y parcial de caderaayuda a entender por qué se elige una u otra en función de la edad, el estado óseo y la causa de la lesión.

Tipos de prótesis de cadera según el sistema de fijación

Las prótesis pueden fijarse al hueso de diferentes maneras:

  • Prótesis cementada. Se adhiere al hueso mediante un cemento quirúrgico. Suele indicarse en personas mayores con huesos más frágiles o poca capacidad de regeneración.
  • Prótesis de cadera no cementada. Se implanta sin cemento y el hueso crece alrededor del implante. Requiere buen estado óseo, por eso se recomienda en pacientes más jóvenes y activos.
  • Prótesis híbrida de cadera. Combina ambos sistemas. El componente femoral no cementado y el acetabular cementado, o viceversa.
Qué tipos de prótesis de cadera existen y cuál es la mejor para ti

¿Qué factores determinan el tipo de fijación?

Los factores a considerar son la edad del paciente, el nivel de actividad física, la calidad del hueso y la existencia de patologías previas. También se valora el pronóstico a largo plazo y la necesidad de revisiones quirúrgicas.

Tipos de prótesis de cadera según el material

Los materiales de los tipos de prótesis de cadera influyen en la durabilidad y compatibilidad con el cuerpo. Se debe tener en cuenta la edad, alergias y nivel de actividad. Los más comunes son:

  • Metal-metal. Resistentes, pero se usan menos por la posible liberación de iones metálicos.
  • Metal-polietileno. Opción segura y duradera.
  • Cerámica-cerámica. Muy resistentes al desgaste, recomendadas para personas jóvenes.
  • Cerámica-polietileno. Buena durabilidad y bajo riesgo de reacción alérgica.
  • Prótesis de cadera de titanio. Ligeras, biocompatibles y de alta durabilidad. Son una de las preferidas en cirugías modernas.

¿Qué tipo de prótesis es mejor en cada caso?

No hay una única respuesta a la pregunta de cuál es la mejor prótesis de cadera, ya que depende del perfil del paciente. En general:

  • Mayores de 70 años: prótesis cementadas y de polietileno.
  • Adultos jóvenes y activos: prótesis no cementadas o híbridas, con componentes cerámicos o de titanio.
  • Pacientes con hueso frágil: suele optarse por una prótesis cementada.

En cualquier caso, es importante contar con un equipo médico especializado que valore los tipos de artroplastia de caderadisponibles según el diagnóstico. También es importante informarse sobre la cobertura en prótesis, ya que algunos seguros médicos ofrecen garantías específicas para ciertos tipos de fijación o recambios.

Recuperación y cuidados tras la implantación de una prótesis de cadera

La recuperación varía según la intervención y la salud del paciente. Normalmente, se empieza a caminar con ayuda el mismo día o al siguiente de la operación. La fisioterapia es esencial para recuperar la fuerza y la movilidad.

Los cuidados postoperatorios incluyen mantener la herida limpia, evitar movimientos bruscos, seguir una dieta equilibrada y realizar los ejercicios indicados. En algunos casos, puede valorarse una indemnización por prótesis si el daño previo está cubierto por una póliza o accidente laboral.

Preguntas frecuentes sobre las prótesis de cadera

¿Cuándo se puede volver a caminar?

En la mayoría de los casos, en las primeras 24-48 horas tras la cirugía y con apoyo. A las 6-8 semanas suele alcanzarse una marcha autónoma sin doloAdd image

¿La prótesis puede aflojarse con los años?

Sí. Puede suceder por desgaste o pérdida ósea, aunque las mejores prótesis de cadera están diseñadas para durar décadas. Deben hacerse controles periódicos.

¿Se puede hacer deporte tras la operación?

Sí, pero con limitaciones. Se recomienda caminar, nadar o montar en bicicleta. Pero se deben evitar deportes de impacto o contacto.

¿Hay que cambiarla con el tiempo?

Puede ser necesario tras 15-25 años, según la prótesis, el material y el uso. En pacientes jóvenes, es más probable que se necesite un recambio.

En MGC cuidamos tus articulaciones en todas las etapas de tu vida

La elección de una prótesis de cadera debe estar respaldada por un diagnóstico individual realizado por un equipo médico especializado. En MGC, especialistas en seguros de salud, te ofrecemos un servicio integral de traumatología, diagnóstico por imagen, asesoramiento y artroplastia personalizados.

También contamos con coberturas quirúrgicas para intervenciones como la implantación de una prótesis de pelvis o de cadera, y la posibilidad de solicitar una segunda opinión médica para que tomes la mejor decisión para tu salud.