Salud y medicina

Amigdalitis: síntomas, causas y tratamientos

Las afecciones de garganta son frecuentes a cualquier edad, dado que la boca es una vía de entrada para todo tipo de gérmenes. Una de estas afecciones es la amigdalitis, que puede presentarse con diferente intensidad de molestias y dolor. En este artículo, trataremos sus causas y sus síntomas, para poder diferenciar de otras dolencias similares. 

¿Qué es la amigdalitis y cómo se quita?

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, aunque puede afectar tanto a una sola como a las dos. Las amígdalas son dos masas de tejido carnoso  de forma ovalada que están situadas en la parte posterior de la garganta u orofaringe, a ambos lados de esta. 

Estas estructuras desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico, ya que cuentan con células que intervienen directamente en la protección del organismo contra las infecciones. Para que remita esta inflamación, primero hay que distinguir entre los dos tipos de amigdalitis que hay. 

Amigdalitis aguda. Se presenta de forma repentina y con síntomas de gran intensidad. La causa puede encontrarse en virus o bacterias, pero las infecciones estreptocócicas son las más frecuentes. Este tipo de amigdalitis es habitual en niños y adolescentes y su evolución es benigna. 

Amigdalitis crónica. Esta variante se caracteriza por síntomas que son recurrentes en un período de tiempo prolongado. Puede ser el resultado de infecciones víricas bacterianas persistentes, problemas de salud subyacentes o amígdalas agrandadas, que producen síntomas intermitentes. Es menos habitual que la anterior, pero puede presentar complicaciones graves. 

Causas de la amigdalitis

Las causas de la amigdalitis son dos. Virus comunes o infecciones bacterianas. Dentro de estas últimas, la más frecuente es la Streptococcus pyogenes o estreptococo del grupo A, que causa la amigdalitis estreptocócica. Otras cepas del estreptococo, así como otros tipos de bacterias, también pueden causar esta afección.

La razón por la que las amígdalas se infectan ante la presencia de estos patógenos se debe a que son la primera línea de defensa con la que cuenta nuestro sistema inmunitario. La mayoría de virus y bacterias que penetran en nuestro organismo, lo hacen a través de la boca, de ahí que hayamos recurrido a las mascarillas como medida de protección frente a la propagación de virus como la COVID-19.

Esta barrera protectora puede hacer que las amígdalas se vuelvan especialmente vulnerables a la infección y a la inflamación. No obstante, la función del sistema inmunitario de las amígdalas disminuye después de la pubertad, de ahí que el número de casos de amigdalitis en personas adultas sea más bajo. 

Sintomatología

Los síntomas de la amigdalitis son bastante similares a los de un dolor de garganta. Para poder diferenciar entre ambos, a continuación te dejamos la sintomatología más habitual

– Amígdalas inflamadas y de color rojo intenso

– Puntos o zonas blancas o amarillas de pus

– Dolor y dificultad para tragar

– Ganglios linfáticos del cuello inflamados

– Molestias al hablar

– Dolor de cabeza o de estómago

– Mal aliento

– Agitación, babeo o rechazo a la comida en menores de corta edad

En el caso de la amigdalitis crónica, esta sintomatología puede no darse, con la excepción de la halitosis o mal aliento y la disfagia. Las amígdalas y los ganglios linfáticos estarán inflamados, pero no tienen por qué provocar molestias o dolor. 

¿Qué se debe hacer cuando se tiene amigdalitis?

El tratamiento de la amigdalitis varía según la causa y la gravedad de los síntomas. Por esta razón, cuando los síntomas incluyen fiebre, debilidad extrema o las molestias no mejoran tras 48 horas, es recomendable consultar con un médico para que pueda realizar un diagnóstico correcto y tomar las medidas pertinentes. 

Cuando la causa de la amigdalitis es vírica, no existe un tratamiento específico, puesto que con los virus solo existe la vacunación previa, si esta se ha desarrollado, o la propia protección del sistema inmunitario. En estos casos, se recomienda reposo e hidratación, aunque también se pueden recetar medicamentos para bajar la fiebre o reducir el dolor y las molestias generales. 

Si la causa es bacteriana, se recetan antibióticos. Dado que estos no son de venta libre, es imprescindible acudir al médico para que haga la receta del adecuado y dé las indicaciones pertinentes con respecto a la dosis y a la duración del tratamiento. Cuando la amigdalitis es crónica, se puede valorar la extirpación de las amígdalas, conocida como amigdalectomía.

¿Cuántos días dura la amigdalitis?

La duración de la amigdalitis puede variar según cuál sea la causa y la eficacia del tratamiento. En general, la amigdalitis aguda causada por infecciones virales puede mejorar en unos pocos días, con cuidados en casa, como la hidratación o el descanso mencionados. Sin embargo, las infecciones bacterianas pueden requerir un tratamiento más prolongado, que suele tener una duración entre siete y diez días. La amigdalitis crónica puede persistir durante semanas o incluso meses.

Bibliografía

https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/tonsillitis/symptoms-causes/syc-20378479