Herpes zóster o culebrilla: Todo lo que debes saber

El herpes zóster o culebrilla es una erupción cutánea dolorosa que está causada por el virus de la varicela. Se caracteriza por su capacidad para reactivarse en múltiples ocasiones una vez que el virus ya está presente en el organismo. En este artículo, te contamos todas las características de esta afección y cómo se trata. 

¿Qué es la culebrilla o herpes zóster?

La culebrilla o herpes zóster es una erupción que aparece en la piel que causa dolor y que se produce por la reactivación del virus de la varicela en el cuerpo. Una vez que se padece esta enfermedad, el virus se queda para siempre en el cuerpo. 

Si bien puede permanecer años sin volver a dar síntomas, cuando el sistema inmunológico está débil, ya sea por épocas de estrés, patologías médicas o por el envejecimiento natural, se reactiva y vuelve a presentar su molesta sintomatología. 

¿Cuál es el peligro de la culebrilla?

La culebrilla no presenta ningún peligro en su aparición inicial, más allá del dolor causado por las ampollas o porque este se mantiene en el largo plazo una vez ha remitido el sarpullido (neuralgia porherpética). 

Las complicaciones pueden aparecer cuando las úlceras están situadas en la frente y en la zona próxima al ojo. En estos casos, existe un riesgo de que se infecte el nervio que conduce al ojo. Esta infección se llama herpes zóster oftálmico y puede llegar a afectar a la visión. El herpes zóster ótico o síndrome de Ramsay Hunt funciona de manera similar, pero en el oído. Puede causar ampollas en el conducto auditivo, parálisis parcial del rostro, zumbidos, pérdida de la audición y vértigo.

¿Es contagiosa la culebrilla?

El herpes zóster o culebrilla no es contagioso, puesto que lo que se contagia es el virus de la varicela. Este sí se puede contraer si se está en contacto directo con el líquido de las ampollas de la culebrilla. No obstante, esta situación es anómala y, por tanto, el riesgo es muy bajo. Además, pasados unos días, las ampollas crean una costra, por lo que se dificulta aún más el contagio. 

Síntomas del herpes zóster

Antes de que se presente el sarpullido, aparece hormigueo o picazón en la zona afectada. Se suele presentar en un solo lado de la cara o del cuerpo, y en algunos casos puede haber fiebre. Transcurridos unos días, aparece el sarpullido, que se puede ver acompañado de dolor de cabeza, escalofríos y molestias estomacales. Después de una semana, las ampollas crean una costra y terminan desapareciendo entre dos y cuatro semanas después. 

Tratamiento del herpes zóster 

Al tratarse de un virus, no existe ningún tratamiento que sea eficaz para curar la culebrilla. Lo único que se puede recetar para frenar la expansión de las ampollas son los medicamentos antivirales. Estos pueden tomarse por la vía oral, cuya eficacia aumenta si se usan en los tres primeros días desde la aparición de la erupción, o bien consistir en una loción que se aplica sobre la zona afectada. Para las molestias, se pueden recetar analgésicos.  

En la actualidad, existen dos vacunas para el herpes zóster. La primera es recombinante nueva, con pequeños fragmentos del virus, y la segunda, una más antigua con virus vivo debilitado. Esta última solo está disponible en algunos países. La recombinante se suele usar en personas sanas con más de 50 años, hayan padecido o no la varicela. Consiste en dos dosis por vía intramuscular con una separación entre dos y seis meses. 

¿Cuánto tiempo dura la enfermedad de la culebrilla?

El herpes zóster o culebrilla suele desaparecer alrededor de un mes después de los primeros síntomas. Como hemos dicho, tras el picor inicial, aparecen en unos días las primeras ampollas, que después comenzarán a secarse entre siete y diez días después. Con la costra formada, van desapareciendo al cabo de dos semanas. Sin embargo, su aparición puede volver a tener lugar, ya que el virus de la varicela no se va del cuerpo. 

¿Dónde puede salir la culebrilla?

La culebrilla aparece en forma de racismos, con ampollas llenas de líquido y rodeadas por una zona roja. Suelen darse en un lateral de la cara o del tronco, como por ejemplo en el tórax. No obstante, también hay casos de personas con ampollas en otras partes del cuerpo. 

¿Quién es más propenso a contraer culebrilla?

La culebrilla aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años, debido a que el sistema inmunológico se va debilitando. También en aquellas en las que este sistema está debilitado por otras patologías, como el VIH; personas con cáncer; aquellas que toman medicamentos como corticoides o quienes se han sometido a un trasplante de órganos. 

Cómo prevenir el herpes zóster

La única forma de prevenir el herpes zóster o culebrilla es a través de la vacuna para la varicela o evitando el contacto directo con aquellas personas que la están padeciendo. También se debe limitar el contacto con quienes tienen activa la culebrilla, aunque como indicamos, el riesgo de contagio por el líquido de las ampollas es mínimo. Para quienes ya tienen el virus de la varicela en el cuerpo, se recomienda fortalecer el sistema inmunológico siempre que sea posible para evitar la aparición de la culebrilla. 

Bibliografía

https://www.cdc.gov/shingles/about/symptoms-sp.html#:~:text=La%20culebrilla%20(herpes%20z%C3%B3ster)%20es,en%202%20a%204%20semanas.

https://medlineplus.gov/spanish/shingles.html

https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/infecciones/infecciones-por-el-virus-del-herpes/herpes-z%C3%B3ster-culebrilla