Una mutua singular

“La gran pregunta es si serás capaz de decir un sí sincero a tu aventura” Joseph Campbell.

Disfrutar de buena salud es fuente de bienestar y de felicidad y, cuando la perdemos o disminuye, la Mútua pone a disposición de sus asegurados todo lo necesario, además de los medios, los centros y la tecnología imprescindible para que el proceso de curación sea el mejor.

Los mutualistas pueden acceder a prácticamente todo tipo de prestaciones que cubren diferentes aspectos de su salud, incluyendo programas de medicina preventiva. Ofrecemos las máximas prestaciones con la mejor relación calidad-precio, huyendo de las ofertas comerciales que restan o limitan coberturas importantes. Además, ofrecemos un amplísimo cuadro médico, sin restricciones de centros o equipos médicos de prestigio. No lo digo yo, en el último estudio publicado en enero por el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, somos considerados por el colectivo médico, un año más, la entidad de carácter mutualista mejor valorada de Cataluña.

En la Mútua estamos orgullosos de todo lo que hacemos y de lo que ofrecemos, porque sabemos que el seguro de salud existe para cumplir su función esencial: proteger a la gente. Nuestra gran aventura, como mutua, es decir sí a este compromiso, un sí rotundo, dando acceso a los avances médicos y científicos, así como a los servicios complementarios que han consolidado el seguro de la Mútua como el más completo del mercado.

Nuestra voluntad, además, es que nos vean como una mutua diferente a las demás, que ofrezca un intangible de calidad, no sólo por el alto nivel de prestaciones y coberturas, sino por un tipo de servicio que aporte un valor real y efectivo. Un ejemplo es el éxito y la acogida del nuevo concepto que hemos instaurado en nuestras oficinas, por las que han pasado más de 6.000 personas en el último año, lo que avala que es un auténtico espacio de encuentro y de participación, y demuestra la clara voluntad de la Mútua de estar cerca del mutualista en todo momento, incluso cuando, conceptualmente, no necesitaría de la Mútua porque su estado de salud no lo precisa.

Todo ello, probablemente, es lo que nos hace singulares y, si no los más grandes, seguramente sí los mejores. Y no lo digo yo…