Salud y medicina

¿Te cuidas bien la espalda en tu trabajo?

Sea cual sea el trabajo que realices, manual o de oficina, es fundamental que tengas en cuenta que cuidar la espalda va a ser determinante no solo para evitar lesiones que pueden ser muy importantes, sino para que no tengas problemas de espalda a medida que vayas envejeciendo.

Aquí te explicamos cuáles son las más frecuentes y qué debes hacer para tratar de evitarlas: la “higiene postural”.

Lesiones que pueden presentarse

Las lesiones más habituales son de tres tipos, fundamentalmente:

Fracturas de vértebras

Suelen ser consecuencia de caídas del trabajador, o bien de caídas de bultos pesados sobre él. Lo habitual es que se produce una flexión hacia delante de forma que las vértebras se comprimen y se aplastan más por delante que por detrás. Es la fractura por acuñamiento, de lejos la más frecuente de las roturas de vértebras.

El principal peligro es que la fractura afecte a la médula espinal, lo que podría tener consecuencias muy graves. Por esta razón, las fracturas graves deben operarse. La técnica habitual es “pegar” la vértebra fracturada con las vértebras vecinas, añadiendo si fuera necesario un disco u otra pieza metálica para reforzar el conjunto.

Las fracturas leves se tratan mediante un corsé que inmovilice la zona el tiempo necesario (incluso meses). El tratamiento se completa con rehabilitación.

Contracturas vertebrales

La columna vertebral está rodeada de músculos y ligamentos que controlan las posiciones de cada una de las vértebras. Al forzar o mantener una postura, algunos de los músculos se mantienen contraídos continuamente, sin relajación. Eso es lo que provoca el dolor muscular, la llamada contractura muscular, que constituye la gran mayoría de los trastornos leves de espalda.

Además, cualquier lesión traumática en la espalda, fractura o esguince, provocará este tipo de reacción muscular.

Esguinces vertebrales

Es un trastorno frecuente en los conductores de vehículos. Cuando tiene lugar una frenada brusca, o una colisión frontal, se produce un movimiento de la cabeza hacia delante y hacia atrás, un vaivén, que produce una distensión de los músculos y ligamentos que unen las vértebras (a veces se produce una rotura de ligamentos).

Los casos leves y moderados no requieren más tratamiento que la inmovilización de la cabeza, lo que se logra mediante la colocación de un collarín que se mantiene puesto varios días. Luego sigue un período de rehabilitación.

Los casos graves se tratan quirúrgicamente en el quirófano, por el riesgo de lesión medular.

Un ejercicio imprescindible: La natación

Es probablemente el mejor ejercicio curativo. Al estar en horizontal, no hay apenas carga sobre la columna vertebral, y además, el peso dentro del agua es compensado por el empuje del agua, con lo que las cargas musculares disminuyen.

Los movimientos realizados al nadar son armónicos, sin impactos y con contracciones y relajaciones alternas de los músculos.

Prevención. La Higiene Postural

Llamamos higiene postural a un conjunto de normas que debemos cumplir para prevenir lesiones de espalda.

Este protocolo establece la manera correcta de efectuar una tarea que requiera un esfuerzo, con lo que dependen del tipo de trabajo que se realice.

En el caso de la espalda hay dos grandes grupos: los trabajos que se llevan a cabo sentados (los trabajos de oficina, los conductores) y los que se hacen de pie, que generalmente requieren esfuerzos grandes: la construcción, mineros, agricultores. 

Trabajadores sentados

La silla es de la máxima importancia, de modo que la espalda esté recta y la cadera flexionada 90º, y así los muslos queden horizontales (paralelos al suelo). Los antebrazos deben quedar también horizontales. El asiento debe facilitar que la zona lumbar quede un poco arqueada, de modo que se mantenga la curva natural de la espalda.

La mirada debe dirigirse hacia delante, o un poco hacia abajo, por lo que no se deben poner los monitores de los ordenadores demasiado bajos o ladeados.

Es conveniente hacer pausas cada cierto tiempo y hacer ejercicios de estiramiento muscular. Estas pausas deberían hacerse cada hora u hora y media. Los estiramientos deben ser suaves, efectuados lentamente y aumentando progresivamente la intensidad, sin que lleguen a provocar dolor.

Los ejercicios del cuello consisten en mover suavemente la cabeza en círculo, hacia delante y atrás y también hacia los lados. Durante estos ejercicios los hombros deben mantenerse elevados.

Trabajos de esfuerzos físicos

Deben respetarse estrictamente las normas que la empresa debe mostrar bien a la vista en los lugares de trabajo: arneses si el trabajo es en lugares altos, casco protector, gafas, etc.

Si el trabajo requiere levantar pesos desde abajo, es conveniente usar una faja lumbar apretada fuertemente, y manteniendo durante el levantamiento las rodillas flexionadas para que el esfuerzo se transmita a los muslos.