Hábitos Saludables, Vida Sana

¿Por qué es importante dormir bien?

Dormir bien

Aproximadamente un tercio de nuestra vida nos lo pasamos durmiendo. Aunque pueda parecer una pérdida de tiempo, el sueño cumple una función vital en el funcionamiento del organismo y un mal descanso afecta tanto a la salud física como a la salud mental.

Dormir bien es tan importante para la salud como una buena alimentación y el ejercicio habitual y una mala calidad del sueño puede afectar a nuestro bienestar general. Pero para hablar de la calidad del sueño, primero debemos entender cómo funciona esta actividad vital en nuestro organismo:

El ser humano tiene un ritmo biológico con un patrón de sueño y vigilia que depende en gran parte de las horas de luz. Es lo que se llama el ritmo circadiano y constituye nuestro reloj biológico, que regula las funciones fisiológicas del organismo en un ciclo de más o menos 24 horas. Es muy importante para el desarrollo de actividades vitales como la regeneración celular, la actividad hormonal o el funcionamiento cerebral y, si el periodo de descanso no se respeta, el ritmo biológico natural se altera y puede causar afectaciones físicas y psíquicas en el organismo. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el denominado “jet-lag”: cuando viajamos grandes distancias en poco tiempo y se modifican los husos horarios, la mayoría de las personas presentan síntomas de fatiga, desorientación e insomnio.

¿Qué función cumple el sueño?

Aunque aparentemente el cuerpo y la mente “desconectan” y descansan durante las horas de sueño, en realidad el organismo no deja de trabajar y utiliza este periodo para regenerarse y poder mantener en forma todas las funciones vitales:

A nivel físico, se mantiene el equilibrio energético, el hormonal y la regeneración y oxigenación celular, que logran renovarse y recuperarse del esfuerzo realizado durante el día.

Por otro lado,el descanso ayuda a mantener un peso adecuado. Al dormir poco no podemos quemar toda la grasa acumulada y se produce más grelina, la hormona que aumenta el apetito.

Dormir bien también mejora la salud cardiovascular. Al descansar baja la frecuencia cardiaca para que células y tejidos coronarios puedan renovarse, se regula la tensión arterial, la capacidad de procesar la glucosa y la producción de cortisol, la hormona del estrés.

Un buen descanso es fundamental, además, para la coordinación física y la actividad psicomotriz.

estudiantes

A nivel cerebral, una buena calidad del sueño es fundamental para los procesos de aprendizaje, la memoria y la concentración. Todos los estímulos que recibimos durante el día se procesan de noche y por eso es muy importante el descanso en los estudiantes.

– Además, el cerebro es la fábrica de las emociones y necesitamos descansar para mantener el equilibrio emocional.

¿Cuántas horas de sueño son necesarias?

Aunque cada persona puede tener unas necesidades diferentes, en general un adulto debe dormir entre 7 y 8 horas diarias. Durante la infancia este promedio varía y un bebé puede dormir aproximadamente 16 horas, los niños unas 10 horas y los adolescentes unas 9 horas cada noche. En la tercera edad es frecuente que se reduzcan las horas de descanso debido a problemas del sueño.

¿Qué consecuencias puede tener no dormir bien?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el sueño perdido no se recupera. Y cuando no se duerme bien durante una noche, al día siguiente estamos aproximadamente al 60% de nuestras capacidades, en todos los sentidos. A la larga, reducir el descanso nocturno o no tener una buena calidad del sueño (un sueño continuo, sin despertarse y sin fragmentación a lo largo de la noche) aumenta un 12% el riesgo de muerte prematura. A nivel emocional, la falta de descanso puede producir irritabilidad y derivar a largo plazo en enfermedades como la depresión y la ansiedad.

Hombre cansado

¿Cómo mantener una buena higiene del sueño?

Dormir bien es un hábito y lograrlo aporta muchos beneficios en todos los aspectos. Debemos tener en cuenta que el ser humano, de por sí, tiene tendencia natural a ir retrasando la hora del sueño, por lo que es importante ir creando y respetando pautas de descanso desde la infancia, sobre todo si sabemos que hasta los 30 años el reloj biológico es muy vulnerable y puede ir cambiando constantemente.

Para tener una buena higiene del sueño debemos:

  • Mantener unos horarios naturales para ir a dormir y para levantarse, incluyendo el fin de semana y las vacaciones. Es positivo realizar 20 minutos de siesta diarios.
  • Hacer ejercicio moderado durante el día, nunca vigoroso antes de ir a dormir.
  • Seguir una dieta adecuada.
  • Cenar dos horas antes de ir a dormir. Nunca comer e ir a dormir inmediatamente.
  • No abusar de la cafeína, la teína, sustancias excitantes, tabaco alcohol, etc. que además de ser perjudiciales para la salud nos pueden dificultar mucho el sueño.