Salud y medicina

Nadar en agua fría: ¿bueno o malo?

Nadar en agua fría puede parecer una excentricidad rara a los no iniciados. Desde luego se puede cuestionar la conveniencia o no de hacerlo, pero hay estudios que muestran beneficios, físicos y mentales, para los que practican la natación en agua fría.

Por supuesto que debe hacerse con cabeza porque es innegable que también tiene riesgos.

A continuación vemos los pros y los contras.

Los beneficios de nadar en agua fría

Si hablas con un amante del agua fría, es posible que se deshaga en loas, en las maravillas de sumergirse en aguas frías, abiertas, incluso en sitios como ríos o lagos. Pero no hace falta irse al Ártico: cualquier piscina te hará disfrutar de los siguientes beneficios.

  • Acelera el metabolismo

Cuando nadas en agua fría, al cuerpo le toca trabajar duro, simplemente porque tiene que mantenerse caliente. Por lo tanto se queman más calorías que en una sesión de natación en agua calefactada. Cuanto más fría esté el agua, más trabajará el cuerpo en convertir la grasa en energía. Si además estás nadando, el gasto calórico se multiplica.

  • Mejora la circulación

Al meterse en agua fría, el cambio extremo de temperatura causa que el cuerpo ordene al corazón bombear más sangre a los órganos. Esto es una mejora en la circulación, que causa la eliminación más rápida de las toxinas, lo que fomenta una piel más clara y sana.

  • Reduce el estrés; mejor humor

No es nuevo que el ejercicio –con independencia de cuál se trate– incrementa la producción de hormonas del bienestar, los conocidos neurotransmisores llamados endorfinas, que mejoran el humor y ayudan a eliminar el estrés y la ansiedad.

El movimiento rítmico de la natación puede disipar los sentimientos estresantes, puesto que mantenemos nuestra atención en el movimiento del cuerpo. Es casi un ejercicio de meditación, según te deslizas por el agua. Además, al sumergirte en agua fría tienes una sensación parecida al escozor, que el cuerpo neutraliza segregando más endorfinas. Éstas causarán cierta euforia al salir del agua.

  • Mejora la calidad de sueño

Al nadar en agua fría con regularidad, el sueño mejora. Este se debe a que el agua fría estimula el sistema nervioso parasimpático, que ayuda al cuerpo a descansar y a auto-repararse. Es un sentimiento de relajación y calma, que resultarán en una mejor calidad de sueño.

  • Mejora el sistema autoinmune

Al sumergirse en el agua fría, se experimenta algo llamado “shock de agua fría”, a lo que más tarde volveremos. Este shock da un empujón al sistema inmune, causando una mayor producción de células sanguíneas y de antioxidantes, que ayudan a combatir enfermedades como el enfriamiento común o la enfermedad cardiaca.

La euforia que causa nadar en agua fría supera con creces la sensación, desagradable en general, que puede causar sumergirse en ella, según los expertos.

Los riesgos de nadar en agua fría

Sin duda los beneficios son atractivos, pero antes de zambullirse hay que tener bien claros los riesgos, sobre todo en aguas abiertas, como el mar, los ríos o los lagos.

Sólo se logran los beneficios citados si se nada en seguridad, conociendo los propios límites y las consecuencias de querer ir demasiado deprisa.

Incluso antes de zambullirse, se dan los riesgos siguientes:

  • Hipotermia

Hablamos de hipotermia cuando la temperatura del cuerpo desciende por debajo de los 35ºC (la temperatura normal del cuerpo es entre 36,5 y 37ºC), lo que puede ser serio si no se detecta y se trata a tiempo. Es un riesgo real para los nadadores de aguas frías, especialmente en los meses más fríos.

El cuerpo comienza a enfriarse en cuanto empieza la exposición al frío, al quitarse la ropa. Al bañarse, el cuerpo continúa enfriándose y, al salir del agua, mientras se seca, el cuerpo sigue gradualmente en su bajada de temperatura. El tiempo que tarda en calentarse de nuevo es el doble de lo que tardó en enfriarse.

Los síntomas de hipotermia son:

  • Tiritona
  • Piel fría y pálida
  • Labios azules
  • Cansancio
  • Confusión
  • Respiración agitada
  • Torpeza en el hablar

El tratamiento de la hipotermia empieza por calentarse, pero no demasiado rápidamente. Debes quitarte el traje de baño, secarte y vestirte rápidamente, y, entonces, envolverte en mantas. Debes igualmente beber algo caliente y comer algo azucarado. Si los síntomas no mejoran, lo mejor es llamar al 112.

  • Shock de agua fría

Es la respuesta involuntaria del cuerpo a verse sumergido en agua fría. Se contraen los vasos sanguíneos y el corazón funciona más aprisa. Causa el jadeo y la aceleración de la respiración.

Pero debes tomártelo con calma, porque el shock dura apenas minuto y medio. La mejor manera de evitarlo es meterte despacio en el agua. En ningún caso es conveniente zambullirse rápidamente.

  • Sabañones

Los sabañones no son producto del baño en agua fría, pero pueden aparecer si te calientas demasiado rápido. Estas pequeñas ampollas, que aparecen en las extremidades, como los dedos y los dedos de los pies, incluso en las orejas, después de exponerlos al frío, no son graves, pero pueden picar y resultar muy incómodas.

Para evitarlas, no te calientes demasiado rápido después de salir del agua: por ejemplo, no pongas las manos sobre un radiador. Si te salen, acabarán por desaparecer por sí solos; pero procura evitar rascarte, pues podrías irritarlos y empeorar las cosas.

  • Ahogarse

Claro, siempre existe el riesgo de ahogarse al meterse en el agua; puede pasarle hasta a los más curtidos nadadores si no toman las necesarias precauciones. Lee en la sección “Seguridad”, a continuación, para minimizar los riesgos y mantenerte seguro en todo momento.

Nadar en aguas abiertas: seguridad

Intervienen una serie de factores, desde saber bien dónde nadas, protegerte bien contra el frío hasta saber cuándo debes salir del agua.

Si sigues estas precauciones podrás elegir las mejores opciones disponibles cara a tu seguridad (y a la de los otros).

  • Piensa antes de bañarte

Nunca te metas en el agua sin pensarlo antes, por tentador que resulte el chapuzón. Esto es especialmente importante en zonas en que puede haber mareas, corrientes y otros factores cruciales. Antes, piensa bien dónde te parce más seguro meterte y en qué puntos vas a poder salir.

  • Considera ponerte un traje adecuado

Uno de neopreno, por ejemplo. Por supuesto es cosa tuya y hay nadadores que los odian incluso en aguas por debajo de 5ºC. Pero es indudable que conservan mejor la temperatura del cuerpo en agua fría y además mejoran la flotabilidad, de modo que te costará menos mantenerte a flote.

La teoría es que entre el traje y tu piel se forma una lámina de agua que se calienta rápidamente, proporcionando un aislamiento adicional. Pero, cuidado, no te va a convertir en inmune a la hipotermia.

  • Nunca nades si has bebido

O si has consumido alguna droga. No habría ni que mencionarlo, pero debe saberse que la capacidad de raciocinio es mucho menor en esas circunstancias.

  • Nada siempre en compañía

Procura nadar siempre en compañía. Y recuerda avisar a quien proceda dónde vas a nadar, sobre todo si es en un entorno no vigilado.

  • Métete al agua despacio

Como ya hemos dicho, entrar despacio al agua contribuirá a evitar el shock de agua fría. Una vez dentro, haz un momento la plancha, flotando de espaldas para acompasar la respiración y relajarte antes de empezar a nadar.

  • Utiliza un flotador

Uno, de colores, que puedas llevar a remolque. Puede serte vital si tienes un calambre, y te hará más visible dentro del agua a los demás

  • Sé consciente de tus límites

Parece igualmente innecesario decirlo, pero hay mucho insensato que se echa a nadar sin considerar cuándo debe darse la vuelta y… se encuentra con problemas, claro.

Nunca permanezcas en el agua si no estás por completo cómodo, aunque tu compañero quiera permanecer dentro. Una regla de oro es salir del agua cuando todavía te sientes completamente a gusto. Si sales cuando ya estás tiritando, lo has dejado demasiado tarde.

En realidad, todo es de sentido común. Nada siempre con compañeros que sepan lo que hacen. Un traje de neopreno, con calzado, guantes y gorro (que evitará que pierdas calor por la cabeza) siempre será conveniente. Piensa que el frío afecta a la respiración y, en resumen, no estés demasiado tiempo en el agua, pues la temperatura del cuerpo caerá irremisiblemente.