Salud y medicina

Melanoma, detección y prevención del cáncer de piel

Una exposición solar excesiva puede dar lugar, a la larga, a la aparición de melanoma, el cáncer de piel más agresivo. Hablamos con la Dra. Laura Rodríguez, especialista en dermatología del Centro Médico MGC, sobre cómo detectar un posible melanoma y la importancia de la prevención desde edades tempranas.

¿Qué es un melanoma?

El melanoma es un tumor cutáneo maligno que deriva de los melanocitos, que son las células que fabrican el pigmento de la piel. Es el tipo de cáncer de piel más agresivo y puede aparecer en cualquier localización del cuerpo, incluyendo las palmas de las manos, las plantas de los pies y el cuero cabelludo. Incluso puede desarrollarse en zonas mucosas.

¿Qué puede causar la aparición de un melanoma?

El riesgo de sufrir un melanoma se relaciona básicamente con las quemaduras solares, sobre todo las que tienen lugar en los primeros 20 años de vida, cuando la piel es más susceptible al daño solar. Como la piel tiene memoria, aunque el daño puede aparecer muchos años después, generalmente a partir de los 40 años en forma de un cáncer de piel, la prevención debe hacerse desde la infancia.

¿Qué personas son más propensas a desarrollar melanoma?

El riesgo aumenta en personas con fototipo de piel clara (fototipos II y III), con ojos azules y que se pigmentan poco tras la exposición solar. También en las personas que presentan múltiples lunares en el tronco y en las extremidades, los pacientes con antecedentes familiares de melanoma y los pacientes con antecedentes de una exposición excesiva a la luz solar, sobre todo durante la edad temprana de la vida, cuando la piel es más sensible a los efectos dañinos de las radiaciones ultravioleta.

¿Cómo podemos identificarlo visualmente y cuándo debemos acudir al especialista?

En la mayoría de los casos aparece como una mancha en la piel, inicialmente sin relieve, pero de un color muy oscuro o negro. En algunos casos nos podemos encontrar con lesiones que ya tienen relieve desde el inicio.

Sin duda, la mejor forma de saber si un lunar o una mancha es peligrosa es consultando al dermatólogo. Pero hay signos que pueden servirnos de ayuda a la hora de detectar si el lunar que tenemos puede llegar a ser maligno o ya lo es. La regla del ABCDE es una regla nemotécnica que hará más fácil recordar estos signos:

  • Asimetría: las manchas, pecas o lunares muy asimétricos tienen más probabilidad de ser malignos.
  • Bordes irregulares: los melanomas o lunares malignos suelen tener los bordes irregulares.
  • Colores variados: un lunar con más de 2 o 3 colores tiene un riesgo mayor de ser maligno.
  • Diámetro: los lunares de más de 6 mm de diámetro suponen un mayor peligro de ser un melanoma.​
  • Evolución: los lunares benignos cambian poco a lo largo de los años, y si lo hacen, suele ser de forma muy progresiva. Si un lunar cambia en pocos meses, debemos acudir a que lo vea un dermatólogo.

En general, es aconsejable acudir al dermatólogo cuando detectamos la presencia de una mancha nueva en la piel o un cambio importante en algún lunar previo, sobre todo si presenta una zona total o parcialmente negra, si sangra o si presenta alguna herida en la superficie. Con menos frecuencia los melanomas pueden provocar molestias o picor, por lo que es recomendable acudir al especialista ante cualquier lunar que presente algún tipo de sintomatología.El diagnóstico precoz es la forma más útil para poder curar a un paciente con melanoma, ya la gran mayoría de los casos es curable si se diagnostica a tiempo.

¿Cómo podemos prevenir la aparición de melanomas?

El factor de prevención más importante es la protección de la luz solar, sobre todo en niños y en adolescentes, para evitar la acumulación de quemaduras solares producidas por los rayos ultravioleta. Esta protección debe ser más intensa, sobre todo, en personas con piel clara y en pacientes con historia familiar de melanoma o con múltiples lunares. En la edad adulta también es importante la protección frente a los rayos UV (tanto del sol como de las cabinas de bronceado) y la realización de revisiones periódicas por parte del dermatólogo, sobre todo en los pacientes con factores de riesgo.

A pesar de que en general la población es cada vez más consciente de la importancia de protegerse del sol, no todo el mundo lo hace de la forma adecuada. Lo apropiado no es confiar en un solo método de protección, sino que debemos tener en cuenta varios aspectos, como:

  • Reducir el tiempo total de exposición al sol.
  • Evitar las horas cercanas al mediodía, sobre todo en verano cuando el sol es más fuerte.
  • Buscar la sombra.
  • Protegerse con gorra, gafas de sol y ropa adecuada.
  • Utilizar siempre filtros solares para protegernos, incluso en invierno. Deben tener un FPS elevado (actualmente se considera que un FPS de 30 es el mínimo adecuado).

¿Cuál es el tratamiento recomendado?

El tratamiento del melanoma es básicamente quirúrgico y consiste en realizar una escisión de la lesión con un margen de seguridad. Y en melanomas en fase avanzada se puede utilizar quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia. En cualquiera de estos casos es necesario realizar revisiones periódicas para descartar que vuelva a desarrollarse.