Hijos, Vida de Pareja

Los niños confinados en casa (II): ¿Qué hacer en todo el día?

Niña dibujando

Hablábamos el otro día de la importancia de seguir una rutina de sueño de tus hijos durante el confinamiento. Y lo más adecuado para mantener esa rutina de sueño es conservar la de su vida diaria, para que cambie lo menos posible.

Las actividades habituales de un niño son muy variables y desde luego función de su edad. Pero cabe pensar que su tiempo está repartido, de una manera muy básica, entre las siguientes actividades:

  • Estudiar y hacer deberes
  • Hacer ejercicio y deporte
  • Socializar
  • Jugar
  • Otros, como la televisión.

El colegio es parte fundamental de estas actividades y es allí donde estudian (aunque también lo hagan en casa), donde hacen ejercicio y deporte y donde socializan con sus compañeros. Si bien es imposible reproducir el colegio en tu casa, con algo de imaginación sí se puede suplir esa imposibilidad. A continuación, algunas sugerencias.

Los deberes

Con toda probabilidad, la víspera del cierre del colegio cada tutor habrá proporcionado a los niños una serie de deberes y tareas para que lleve a cabo durante el confinamiento. Asimismo, habrá aconsejado a los padres que los niños lean, escriban (simples oraciones o hasta cuentos) y hagan ejercicios de aritmética o de matemáticas, siempre en función de su edad. Pero seguramente ese trabajo extra propuesto no llegará a ocuparles todo el tiempo –que han aumentado el día 25 pasado a 15 días más– que los niños van a estar en casa.

Y es aquí donde entra en juego internet, donde basta buscar actividades escolares por edad para encontrar una amplísima oferta de deberes para que el niño lleve a cabo en casa. Ello, suponiendo que el colegio o el propio tutor no haya propuesto esas actividades extra en un blog en el que incluso podría haber hasta clases por videoconferencia.

El ejercicio

No solo es correr, decíamos en nuestro artículo anterior. Aunque, bien pensado, sí, se puede correr in situ; se puede saltar a la comba, como los boxeadores; se pueden hacer tablas de gimnasia, se puede bailar… es cuestión de imaginación.

Hay, además, programas de televisión pensados para suplir la falta de ejercicio de estos días. Basta zapear por diferentes canales para encontrar, a diferentes horas del día, multitud de programas diseñados a este efecto, con la ventaja adicional de que la tele supone un imán para los niños, que de seguro se mostrarán doblemente entretenidos.

Estar con amigos

El móvil es adictivo, y su uso sin control puede resultar delicado en manos de un niño. La comunidad científica ya ha advertido de los problemas de todo tipo, desde trastornos de visión hasta psicológicos que su uso descontrolado puede causar. Pero si le limitas y controlas seriamente el tiempo en las redes sociales, los chats pueden paliar esa soledad y pueden permitirle estar al día con sus amigos y compartir con ellos sus chistes, vídeos o incluso sus problemas.

Los juegos

Hace unos años una conocida psicóloga publicó un libro titulado “Mi hijo ya no juega, solo ve la televisión” que fue muy celebrado, por oportuno… Y eso que vio la luz antes de la aparición del móvil. Esto es algo que preocupa seriamente a psicólogos y educadores, pues puede conllevar consecuencias graves: sin ir más lejos, es actor principal de la auténtica epidemia de obesidad infantil de nuestro país, una de las más elevadas del mundo… y en crecimiento.

Pues ahora sí que tienes una buena oportunidad para que jueguen, estando tú en casa y, como hemos dicho, controlando el tiempo que están con el móvil. Hay, literalmente miles de posibilidades, desde los puzles al parchís, del escondite inglés a perseguir un globo y, de nuevo, es cuestión de imaginación para encontrar los que más les divierten.

Internet… y la solidaridad

Resulta chocante comprobar hasta qué punto nos hemos vuelto más solidarios en estos tiempos difíciles; chocante y ¡también gratificante! Han surgido como hongos miles (literalmente) de voluntarios que cuelgan en la red todo tipo de contenidos pensados para esta circunstancia: desde clases de aritmética infantil, hasta rutinas de ejercicio por edades, pasando por clases de guitarra para niños, programas de cocina también para ellos. La oferta es prácticamente ilimitada y tendrás donde elegir.

Eso sí: repetimos el peligro que las pantallas –televisión, tabletas, móviles, ordenador– pueden suponer en manos de los niños sin un control estricto. Pero… bueno, hoy es más sencillo ejercer esa vigilancia: tú también estás en casa mucho más tiempo que en condiciones normales, ¿no?