Hábitos Saludables, Vida Sana

La importancia del lavado de manos

Lavado de manos

Hasta un 80% de los gérmenes se transmiten a través de las manos. Un gesto tan sencillo como lavarlas bien con agua y jabón es de las acciones más eficaces para evitar la propagación de enfermedades infecciosas, más que nunca en esta época en la que al coronavirus se une la llegada de los virus de invierno.

El 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, una iniciativa instaurada desde el año 2008 por la OMS dedicada a aumentar el conocimiento y la comprensión de la importancia del lavado de manos con jabón como una forma eficaz y asequible para prevenir enfermedades y salvar vidas.

¿Por qué es tan importante lavarse las manos?

Las manos tienen un papel muy importante a la hora de transmitir microorganismos, ya que son una herramienta que usamos constantemente en nuestras actividades diarias y con las que entramos en contacto con gérmenes, bacterias y sustancias que pueden ser nocivas para nuestra salud. Si nos tocamos los ojos, la nariz o la boca con las manos contaminadas, podemos transferir el virus de la superficie a nosotros mismos.

Si bien es cierto que el coronavirus es, desde hace meses, el que ha tenido más impacto en nuestra vida y nuestros hábitos, no podemos dejar de lado que el otoño también abre las puertas a los llamados virus de invierno. Resfriados, gripes, faringitis, bronquitis (con sus estornudos, toses, moqueos y lagrimeos) y gastroenteritis, aparecen y se incorporan a nuestro ritmo diario. 

Si tenemos en cuenta que las enfermedades respiratorias se transmiten por la saliva y las microgotas que expulsamos cuando hablamos, estornudamos, tosemos, etc., y que los virus pueden sobrevivir durante horas o incluso días en las diversas superficies que estamos tocando constantemente, un gesto tan sencillo como lavarse bien las manos con agua y jabón o, cuando no es posible, con un desinfectante de manos a base de alcohol, puede prevenir y controlar la propagación, además de la COVID-19, de otras enfermedades y virus como la gripe.

Lavado de manos

¿Cuándo debemos lavarnos las manos?

Aunque lo más recomendable es que el lavado de manos se haga de forma frecuente, hay diversas situaciones en las que se hace imprescindible:  

  • Cuando están visiblemente sucias.
  • Antes, durante y después de preparar alimentos.
  • Antes de comer o beber.
  • Antes y después de atender a alguien que esté enfermo.
  • Antes y después de curar heridas o cortes.
  • Después de ir al baño.
  • Tras usar el transporte público.
  • Al llegar al trabajo.
  • Al llegar a casa.
  • Después de un viaje.
  • Antes y después de manipular agentes químicos en el trabajo.
  • Después de sonarse, toser o estornudar.

Además, en la situación sanitaria actual la recomendación es que nos lavemos las manos a menudo con agua y jabón o, cuando no sea posible, con un desinfectante de manos a base de alcohol, especialmente antes de ponernos y de quitarnos la mascarilla, y antes y después de entrar en contacto con superficies cuando estamos fuera de casa. 

¿Cuál es la forma correcta de lavarse las manos?

Para maximizar la efectividad del lavado de manos debemos tomar en cuenta algunas recomendaciones, como que el proceso debe durar entre 20 y 40 segundos, que debemos usar una cantidad adecuada de jabón y abundante agua, secarnos con toallas de papel desechables que usaremos para cerrar la llave. Como en casa la opción del papel desechable no es muy cómoda, lo ideal sería utilizar toallas individuales y lavarlas con mucha frecuencia  temperatura alta.  

Lavado de manos

Los pasos para una técnica correcta de lavado de manos según la Organización Mundial de la Salud son:

  • Mojarse las manos.
  • Aplicar suficiente jabón para cubrir toda la mano.
  • Frotar las palmas entre sí.
  • Frotar la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa.
  • Frotar las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
  • Frotar el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta , manteniendo unidos los dedos.
  • Rodeando el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha, frotarlo con un movimiento de rotación, y viceversa.
  • Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa.
  • Enjuagar las manos.
  • Secarlas con una toalla de un solo uso.
  • Utilizar la toalla para cerrar el grifo.