Salud y medicina
Hematíes altos y neutrófilos bajos: qué son y causas
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Los hematíes, más conocidos como glóbulos rojos, son células que se encuentran en nuestra sangre en grandes cantidades. Son los encargados de transportar oxígeno hacia los tejidos del cuerpo, por lo que su función es indispensable para la vida. Por múltiples razones, sus valores, así como los de los glóbulos blancos, también presentes en la sangre, pueden verse alterados. En este artículo, te contamos qué quiere decir cuando se tienen hematíes altos y hematíes bajos.
¿Qué son los hematíes?
Comenzamos por ver qué son los hematíes o eritrocitos. Se trata de células de la sangre y cuya función es la de transportar oxígeno desde los pulmones a todos los tejidos del organismo. Al mismo tiempo, los glóbulos rojos se llevan todo el dióxido de carbono, que después será eliminado del cuerpo, de nuevo, a través de los pulmones.
La sangre se compone de glóbulos rojos en un 45%, menos de 1% son glóbulos blancos y plaquetas, y un 55% es plasma. El nombre de glóbulos rojos se debe a que son de este color, y que a su vez es causa del hierro que contienen en su interior. En su superficie, se encuentran unas proteínas marcadoras conocidas como antígenos, y que se clasifican en A y B. Estos son los que determinan el grupo sanguíneo al que se pertenece. Pero además de este valor, se tienen en cuenta los anticuerpos presentes en el plasma, y que son Anti-A y Anti-B. En función de la presencia o no de unos y otros, dichos grupos son A, B, AB y 0.
Se forman en la médula ósea y viven 120 días; los nuevos tardan 90 días en formarse. Dentro de cada glóbulo rojo hay cientos de millones de moléculas de hemoglobina, que es una proteína que lleva el hierro y que es, de hecho, nuestra principal fuente de reservas de este mineral.
¿Cuál es su valor normal?
Los valores normales de hematíes varían en función del sexo, la edad o la etapa de la vida en la que se encuentre una persona. Además, las patologías también repercuten en su número, y hacen que se puedan presentar hematíes altos o bajos, como veremos más adelante.
En cifras normales, el rango es de 3,5 a 6 millones por mm³ de sangre. Los bebés se encuentran en el extremo más alto; a medida que crecen, el número va descendiendo y se sitúan entre 3,6 y 4,8 millones por mm³. En personas adultas, el número oscila entre 4,5 y 6 millones para los hombres, y entre 4 y 5,4 en las mujeres, con la excepción de las embarazadas o los días de menstruación, en que los valores descienden.
Estos valores se observan en una analítica de sangre y no en la orina. Cuando se encuentran hematíes en orina, hablamos de hematuria o sangre en aquella, y que tiene causas diferentes, como lesiones, infecciones o cáncer.
Hematíes altos o hematíes bajos
Existen múltiples razones por las que podemos encontrar hematíes bajos o altos. Sin embargo, puesto que este valor no es concluyente por sí mismo, se pone en relación con otros valores obtenidos en una analítica completa. A continuación, vamos a ver en detalle cuáles podrían ser las causas en cada caso.
¿Qué pasa si los hematíes están bajos?
Cuando nos encontramos en una analítica con los hematíes bajos, lo que sucede es que la médula ósea está teniendo problemas para su producción en cantidades normales. La dificultad está en identificar la causa concreta. Por ejemplo, podría deberse a un déficit de vitaminas, a falta de hierro en la alimentación, hemorragias frecuentes, anemia, inflamación crónica, cáncer o enfermedades de la médula ósea.
La anemia suele ser el escenario más habitual, que a su vez es más frecuente en las mujeres. La sintomatología es fatiga constante, debilidad y sensación de falta de aliento. Es necesario que el personal médico interprete correctamente los resultados y que haga una valoración general para dar con la causa subyacente.
¿Qué significa que los hematíes están altos?
Tener los hematíes altos; es decir, por encima de los valores que se consideran normales en una persona según su sexo, edad y etapa de la vida, pueden indicar que hay alguna enfermedad en el organismo. Sin embargo, las causas también pueden deberse a los hábitos que se tengan o a situaciones puntuales. Las más comunes son las siguientes:
- Tabaquismo. El tabaco tiene la capacidad de reducir el oxígeno que tenemos en la sangre. Para compensar esta pérdida, la médula ósea fabrica más glóbulos blancos, de ahí que en una analítica los hematíes pueden aparecer más altos de lo normal.
- Insuficiencia respiratoria o enfermedad pulmonar. Puesto que los hematíes transportan el oxígeno a través de los pulmones, cuando estos presentan algún tipo de patología, su número puede aumentar debido a la falta de oxígeno.
- Uso de fármacos o de esteroides anabólicos. Algunos medicamentos pueden provocar hematíes altos. Entre ellos, encontramos los esteroides, que son una versión sintética de la testosterona.
- Altitud. Aquellas personas que residen en zonas de montaña a gran altura o que practican deporte con regularidad en este entorno, también producen una mayor cantidad de hematíes para compensar con la falta de oxígeno en el aire y la presión atmosférica.
- Enfermedades cardíacas. Las lesiones en el sistema cardiovascular reducen la cantidad de oxígeno, por lo que el organismo produce un mayor número de glóbulos rojos.
- Enfermedades renales. El hígado y los riñones producen la hormona eritropoyetina, que regula la producción de glóbulos rojos. Cualquier afección en el sistema renal, repercute en el número de glóbulos rojos.
Bibliografía
https://okdiario.com/salud/hematies-cuales-valores-normales-2806321
https://www.tumedico.es/articulos/hematies-altos-todo-lo-que-debes-saber