Salud y medicina, Sector seguros
Hábitos para mantener una buena salud auditiva
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La edad, infecciones o lesiones del canal auditivo, la exposición a volúmenes demasiado altos o una higiene incorrecta del oído pueden afectar a la salud auditiva y provocar patologías y pérdida de audición. La revisión audiológica periódica es el primer paso para prevenir enfermedades en el oído, pero también son importantes los buenos hábitos para mantener en forma la salud auditiva.
El oído es un órgano muy sensible que está expuesto de forma continua a agentes que pueden dañarlo. Las enfermedades del oído afectan al funcionamiento del sistema auditivo y pueden estar causadas por factores patógenos, como virus y bacterias, lesiones internas o deformaciones congénitas, y por otros factores externos, como la exposición a ruidos fuertes o cambios bruscos de temperatura y presión.
El dolor de oído, la supuración y la pérdida auditiva son síntomas comunes de las enfermedades del oído, y algunas también pueden afectar al equilibrio y provocar vértigos. Normalmente no revisten gravedad y suelen curarse con tratamiento, pero si la exposición a estos agentes dañinos se prolonga en el tiempo, se puede producir una pérdida progresiva de la audición e, incluso, sordera.
Nuestro papel en el mantenimiento de una buena salud auditiva es clave, por eso debemos intentar seguir una serie de pautas o hábitos para el cuidado del oído:
Consejos para mantener una buena salud auditiva
- Mantener una buena higiene del oído. La limpieza del oído es fundamental y se centra básicamente en la parte externa. Como la cera y la piel se desprenden y migran de manera natural hacia fuera, la oreja se limpia por sí misma, por lo que basta con enjabonarla y aclararla durante la ducha y, al terminar, secarla con el dedo y la toalla hasta donde se alcance, sin intentar entrar dentro del conducto. Se debe evitar el uso de bastoncillos de algodón, ya que pueden provocar lesiones. Además, la eliminación total de la cera con este método deja el oído desprotegido y hace más propensa la acumulación de bacterias.
- Controlar el volumen de los dispositivos de audio. Escuchar la televisión o la radio a un volumen demasiado alto puede perjudicar la audición. Tampoco se deben utilizar cascos y auriculares durante periodos prolongados de tiempo (la OMS recomienda que el tiempo de uso diario no supere una hora y que el volumen esté por debajo del 60%).
- Protegerse de los ruidos demasiado fuertes. Exponerse a niveles de ruido excesivo puede dañar la salud auditiva. Si se vive en la ciudad, es más que probable que exista contaminación acústica, por lo que se debe intentar aislar el ruido, al menos dentro del hogar. Por otro lado, a partir de los los 65 decibelios el oído empieza a notar molestias, por lo que es aconsejable utilizar protectores acústicos en los casos en los que se trabaja con equipos ruidosos e, incluso, en los conciertos, en el que el volumen es demasiado elevado.
- Si somos propensos a las infecciones de oído, en verano, cuando nos bañamos o practicamos deportes acuáticos, también es recomendable el uso de protectores en el agua.
- Cuidar el oído en situaciones sensibles. Las gripes, los resfriados y las alergias pueden provocar infecciones que produzcan molestias y una pérdida auditiva temporal, por lo que deben tratarse para que desaparezcan lo antes posible y evitar consecuencias más graves. También hay que tener cuidado con la presión en los oídos, por ejemplo cuando nos sonamos la nariz demasiado fuerte o viajamos en avión, y con los cambios bruscos de temperatura.
- Utilizar siempre productos y medicamentos prescritos. Si se quiere utilizar algún producto para la limpieza del oído, debe ser una solución líquida prescrita específicamente por un profesional. Tampoco se debe recurrir a la automedicación cuando tenemos alguna molestia en el oído. Siempre debemos acudir al especialista.
La importancia de la revisión audiológica
Como sucede con otros asuntos de salud, la mayoría de las personas suelen esperar a tener síntomas para acudir a un otorrinolaringólogo o a un especialista de la audición, por lo que en ese momento la patología ya está avanzada. Es importante tener presente que la revisión audiológica periódica es un paso imprescindible para cuidar la salud auditiva, porque la prevención es fundamental para evitar enfermedades en el oído: cuanto antes se detecte cualquier problema, antes podrá establecerse un tratamiento que lo solucione y evite otras patologías que, a la larga, puedan tener consecuencias más graves e irreversibles.
La edad es un factor que influye en el funcionamiento del sistema auditivo y es a partir de los 50 años cuando suele disminuir de forma natural la capacidad auditiva, por lo que la revisión audiológica rutinaria es necesaria a partir de esa edad. Sin embargo, es recomendable realizar una revisión auditiva periódica a cualquier edad.
También es recomendable que las personas que tengan tendencia a tener tapones de cera o piel dentro del conducto, acudan una o dos veces al año al otorrinolaringólogo para hacer una limpieza con los medios y las herramientas adecuadas, sobre todo antes del verano para evitar la acumulación de humedad que puede causar infecciones, y prescribir un tratamiento si es necesario.
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