Salud y medicina, Sexualidad

Entendiendo la fimosis: causas síntomas y tratamientos

Qué es la fimosis

En el varón, el extremo del pene, llamado balano o glande, está recubierto por una “funda” de piel llamada prepucio, cuya única función detectada es la de cubrir y proteger el glande, que es la zona más sensible del pene.

Al nacer, el prepucio tiene un orificio que permite la salida de la orina. A medida que el niño crece, el prepucio se va aflojando, permitiendo su retraimiento progresivo, de modo que el glande va apareciendo. La edad en que el prepucio se puede retraer por completo es muy variable, pero tiene lugar durante la pubertad. La fimosis es el trastorno por el que el hombre adulto no puede retraer por completo el prepucio.

No se debe forzar la retracción, porque pueden producirse grietas y cicatrizar no adecuadamente, lo que produciría imposibilidad de retraerlo más adelante. Igualmente, durante la erección el prepucio podría quedar retraído por completo, sujeto en el surco balano-prepucial. Este trastorno se llama parafimosis y de no resolverse rápidamente debe acudirse al médico.

Causas y síntomas

No existe una causa concreta que produzca la fimosis, sino que se trata de un trastorno congénito que normalmente se resolverá por sí solo durante la infancia. Debe tenerse en cuenta que apenas el 50% de los niños de tres años pueden retraerlo, pero el problema debe desaparecer por completo a partir de los 16 o 17 años.

Excepcionalmente, la fimosis puede aparecer en la edad adulta, como efecto secundario de enfermedades como la diabetes, o como consecuencia de problemas cutáneos en la zona.

En caso de duda, lo ideal es acudir al médico que es quien podrá aconsejar el tratamiento idóneo que, en casos extremos, puede ser la ablación del prepucio, de modo que el glande queda permanentemente al descubierto. La operación se llama circuncisión.

Problemas que puede producir

Normalmente el trastorno no dará problemas. No obstante, pueden presentarse los siguientes:

  • Alteraciones durante el acto de orinar
  • Infecciones bajo el prepucio, que en general pueden prevenirse extremando la higiene en la zona
  • Dolor durante la erección al intentar retraer el prepucio, provocando el problema de que hablábamos antes
  • En raras ocasiones una fimosis de larga duración puede producir una lesión tumoral.

Tratamiento de la fimosis

En caso de sospecha de fimosis, debe acudirse al médico de familia (o al urólogo o al pediatra, en caso de niños) que sabrá recomendar el tratamiento adecuado.

Como primer paso se puede intentar la aplicación de una pomada con un corticoide ligero durante tres semanas, dos o tres veces diarias. El prepucio debería poder ir retrayéndose con cuidado, avanzando paulatinamente, de modo que se pueda aplicar la crema en más superficie. De no dar resultado el tratamiento, debe plantearse la circuncisión.

La operación normalmente consiste en la eliminación completa del prepucio. En algunos casos se puede efectuar una incisión en el mismo de modo que el orificio se ensanche y permita la retracción completa, pero con un resultado estético discutible.

La circuncisión no plantea ningún problema a corto o largo plazo y puede en cambio plantear ventajas, como una higiene más sencilla, menor riesgo de infecciones (incluyendo las de transmisión sexual) y menor riesgo de problemas de toda índole en el pene.