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El 22% de las españolas confiesan que no se han hecho nunca una citología
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Es el método más eficaz para detectar un incipiente cáncer de cuello de útero, afirman los expertos. Muchas mujeres posponen la visita al ginecólogo por pereza o por pudor.
[Reproducción íntegra del articulo elaborado por nosotros y publicado en el suplemento + Salud de El Périodico el 6 de noviembre de 2012]
Desde las primeras relaciones sexuales, o partir de los 25 años aunque no se tengan relaciones sexuales, se recomienda visitar al ginecólogo una vez al año para comprobar el correcto funcionamiento del aparato reproductor y detectar posibles enfermedades cuyo tratamiento es más eficaz cuando se tratan a tiempo, como el cáncer de útero, el cáncer de mama o las enfermedades de transmisión sexual, entre otras.
Una de las pruebas mas comunes es la citología, consistente en tomar una muestra de las paredes vaginales y del cuello uterino que después se analiza en el laboratorio para detectar células susceptibles de ser cancerígenas o, simplemente, posibles infecciones.
El Virus del Papiloma Humano (VPH)
Se considera que el Virus del Papiloma Humano, una de las infecciones de transmisión sexual más común, es el causante del cáncer de cuello de útero (o de cérvix). Para su detección precoz existe la técnica de la citología, pero no es la única medida de prevención para hacerle frente. Desde hace 4 años está en el mercado la vacuna contra el cáncer de cuello de útero que se aconseja administrar a las adolescentes preferentemente antes de que tengan su primera relación sexual.
En cualquier caso, en la edad adulta, el diagnóstico precoz es la mejor arma de prevención contra el cáncer, no sólo de cuello de útero, sino también cuando éste afecta a los ovarios, el endometrio o, con menos frecuencia, la vagina y la vulva, razón por la cual es ineludible la revisión ginecológica periódicamente o cuando aparecen síntomas como:
- Pérdidas de sangre fuera de la menstruación.
- Cuando se observa un aumento del volumen del abdomen.
- Cuando se sienten molestias en una zona determinada del bajo vientre.
- Si hay flujo sanguinolento.
- Cuando se detecten molestias vulvares en forma de úlcera, nódulo o quemazón persistente.
Actuar antes
La mejor prevención para evitar cualquier tipo de cáncer es actuar con antelación, es decir, conocer los factores de riesgo que pueden provocarlo. En el caso de los cánceres ginecológicos, los principales factores que deben tenerse en cuenta son los antecedentes familiares y haber sufrido una lesión premaligna. Otros factores de riesgo bien conocidos por todos son los hábitos perjudiciales, como las dietas desequilibradas, el abuso de alcohol, el tabaquismo y la falta de ejercicio. Este estilo de vida se puede corregir poco a poco hasta adecuarlo a unos parámetros más saludables.
Por otra parte, las mujeres posponen la visita al ginecólogo en muchas ocasiones por pereza, por falta de tiempo o por pudor. Para el Dr. Santiago Dexeus, la manera de atajar esta situación es con información: “Todo se basa en la cultura. Cuando nosotros empezamos a hacer campañas de diagnóstico precoz de cáncer de útero, en los años 60, íbamos por las fábricas explicando qué es una citología y por qué era tan importante, y todas las mujeres iban al ginecólogo. ‘Hágame el Papanicolau’, nos decían. Ahora, con la vacuna del Virus del Papiloma Humano avanzaremos aún más. Hoy en día es muy difícil encontrar un cáncer de matriz avanzado en poblaciones bien informadas”, razona.
Para acabar, un dato a tener en cuenta: el 17% de las españolas no ha ido nunca al ginecólogo por vergüenza, según un estudio elaborado en 2008 por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Según esta investigación, el 22% de las mujeres no se han hecho nunca una citología, considerada el método más eficaz para detectar un incipiente cáncer de cuello de útero.
No lo posponga más: visite regularmente a su ginecólogo.