Alimentación y Nutrición
Ayuno y salud
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Aunque aún es un procedimiento poco conocido, cada vez hay más experiencias clínicas que demuestran que un ayuno controlado beneficia la salud y funciona de forma terapéutica en el tratamiento de algunas enfermedades. ¿En qué consiste?
El ayuno es una práctica que forma parte de muchas tradiciones culturales y religiones a lo largo del mundo (Cuaresma, Ramadán…). Hace algunos años que se realizan estudios clínicos sobre los beneficios que tiene el ayuno controlado, tanto en la salud general como en el tratamiento de algunas enfermedades. Los resultados son tan positivos que en algunos países, como Suiza, Francia y Alemania, ya se empieza a prescribir de forma médica. En España, esta práctica terapéutica aún no está muy extendida.
¿En qué consiste el ayuno?
Ayunar es ingerir de forma temporal y voluntaria un máximo de 280-300 calorías diarias únicamente a través de líquidos, como zumos, caldos de verduras, infusiones o agua. Al suprimir la alimentación sólida y reducir drásticamente la ingesta de calorías, se provoca en el organismo una serie de reacciones que lo obligan a movilizar sus propias reservas de energía y a vivir de ellas. Es un proceso de reajuste y reactivación que nos afecta de forma física y psíquica, y es un acto natural, por lo que además de suprimir la alimentación sólida, debe eliminarse todo lo superfluo, como el café, el tabaco o el alcohol.
Al principio puede ocasionar síntomas molestos, como dolor de cabeza, irritabilidad, cansancio o náuseas, que suelen desaparecer al cabo de poco tiempo, igual que la sensación de hambre.
¿Por qué debe ser controlado?
Ayunar debe hacerse siempre de forma controlada, voluntaria y bajo supervisión médica. Cada individuo es diferente y dispone de unas reservas determinadas, por lo que el ayuno sólo es beneficioso mientras el organismo sigue contando con energía para subsistir. Si se continua el ayuno una vez agotada esa reserva calórica, se produce un desajuste en el organismo que puede afectar al sistema inmunológico y hacer descender las defensas, por lo que podemos enfermar y encontrarnos que órganos vitales como el hígado o el riñón queden afectados.
Por tanto, es importante tener muy controlados los periodos en los que se realiza el ayuno: pueden ser de uno a tres días o pueden ser ayunos mucho más largos si se cuenta con una reserva muy excesiva de calorías (por ejemplo personas con problemas serios de obesidad). Siempre debe ser voluntario y mantenerse mientras tengamos reservas de los elementos esenciales que necesitamos para vivir, por lo que debemos estar atentos a cómo nos vamos sintiendo físicamente y saber reconocer nuestros límites.
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¿Qué beneficios tiene el ayuno para la salud?
El ayuno es como un mecanismo de auto-limpieza del organismo. Durante este periodo de reducción de la ingesta de calorías, el cuerpo puede descansar de los procesos digestivos, que aproximadamente requieren el 65% de la energía corporal, y liberar las toxinas acumuladas.
Las investigaciones realizadas en el Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain, en Utah, Estados Unidos, han revelado que el ayuno reduce el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y diabetes porque provoca cambios positivos importantes en los niveles de colesterol: como respuesta al ayuno y a cierto nivel de estrés que puede generarse durante el proceso, el organismo acude a las reservas de colesterol para utilizarlas como fuente de energía en lugar de la glucosa. Además de reducir los niveles de colesterol, es beneficioso porque cuantas menos células grasas tenga el organismo, menos probabilidad existe de experimentar resistencia a la insulina o diabetes.
Otros estudios realizados en la Universidad de Zaragoza también han constatado “la eficacia del ayuno en el tratamiento de enfermedades reumáticas, dolor crónico, hipertensión, enfermedades inflamatorias y degenerativas crónicas, o incluso como complemento para paliar los efectos de la quimioterapia en los procesos contra el cáncer”. Y es que el ayuno facilita la puesta en marcha de los mecanismos naturales de curación del organismo, sin la intervención de agentes externos. Y como el cuerpo sabe cómo curarse a sí mismo de forma natural, la conclusión es que el ayuno ayuda a reequilibrarlo a nivel general.
Aunque se siguen realizando estudios para constatar todos los beneficios del ayuno, por ahora los resultados son prometedores. Pero no debemos olvidar que, en general, el método más efectivo para cuidar la salud es hacer una dieta saludable y ejercicio físico de forma regular.