Salud y medicina

12 razones para que estés siempre cansado/a

¿Estás todo el día arrastrándote de cansancio y no sabes por qué? Una cosa es la natural fatiga a última hora, fruto de un día duro de trabajo,y otra tener que hacer un esfuerzo, un esfuerzo real, de voluntad para ponerte en marcha a diario.

Un cansancio extremo durante períodos relativamente largos de tiempo conlleva un coste, y puede cobrárselo tu salud mental, tu salud física y tu calidad de vida. Lo normal es que un día de asueto (un sábado o un domingo) o un corto período de vacaciones arreglen la cosa. Pero si no es así, sigue leyendo, porque, mejor pronto que tarde, te interesa pedir ayuda.

A continuación, enumeramos 12 posibles causas médicas de tu cansancio.

¿Por qué estás tan cansado/a?

  • Estás quemado/a

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ahora admite como trastorno médico el estar ‘quemado’ (síndrome de ‘burn-out’) y lo describe como el síndrome resultante del estrés crónico en el trabajo.

Dormir es una función básica del cuerpo que todos necesitamos para estar en marcha durante el día. Todos los animales tienen rutinas de sueño-vigilia. Sin el preceptivo descanso, el cuerpo es incapaz de restaurar y reparar sus funciones y la consecuencia son problemas físicos y mentales.

Si estás quemado/a, introduce más descanso en tu rutina diaria, y procura desconectar a ratos para relajarte y descansar.

  • Mala alimentación

‘Eres lo que comes’ dijo alguien, y es cierto. Tanto pesar de más como una falta de calorías pueden contribuir a que los niveles de energía desciendan. Debes seguir una alimentación equilibrada y hacer todas las comidas, sin saltarte ninguna. El motor irá más suave.

Irse a la cama con hambre, tanto como el exceso de peso, puede reducir la calidad del sueño. Una alimentación conveniente para ti, y la regularidad de tu horario de comidas te ayudarán con tu sueño.

  • Eres sedentario/a

Hace no mucho se publicó un estudio que aseveraba que el sedentarismo es tan malo como –nada menos– que fumar. Es importante que tu rutina incluya algo de ejercicio. Cualquier lector de estas páginas sabe ya de las bondades del ejercicio. Por el contrario, períodos largos de sedentarismo se asocian a una baja calidad de sueño

La OMS recomienda media hora de ejercicio 5 días a la semana en las edades comprendidas entre 19 y 64 años.

Tienes falta de vitaminas

Ese cansancio puede revelar falta de determinadas vitaminas y minerales: vitamina D, vitamina B-12, hierro, magnesio o potasio:

  • Falta de vitamina D

Es fundamental para los huesos y los dientes, pero la ciencia revela que su falta está asociada a más problemas serios, como la enfermedad cardíaca, la depresión y el síndrome de fatiga crónica. Asimismo, su falta está asociada a trastornos del sueño. Los suplementos (¡de la mejor calidad!) de esta vitamina pueden mejorar las cosas.

  • Falta de hierro

Produce la llamada anemia ferropénica, que es una de las más frecuentes causas de cansancio, particularmente en embarazadas o durante la menstruación. Los síntomas habituales son pesadez muscular, palpitaciones y cierta falta de aliento. Tu médico de familia te podrá ayudar pidiendo un análisis de sangre para determinar la posible falta de este mineral.

  • Falta de magnesio

Otro mineral esencial para la producción de energía corporal. Los síntomas clave de su carencia son cansancio, calambres, dolores y espasmos musculares, cansancio en las piernas y problemas de sueño. No es fácil determinar la falta de magnesio, pero los síntomas pueden ser determinantes.

  • Falta de vitamina B-12

También produce la llamada anemia por déficit de folatos, y es igualmente clave para la producción de energía. Su carencia conlleva una larga lista de síntomas: debilidad, hormigueo, visión defectuosa, aftas (esas dolorosas llagas en la boca), problemas de memoria, depresión y puede provocar otros trastornos médicos.

Si tienes síntomas, ve rápidamente a tu médico de familia, pues alguno de los problemas puede no ser reversible si no se tratan.

  • Falta de potasio

El potasio es vital para los músculos y se halla en los alimentos que consumimos. La fatiga es a menudo el primer síntoma que produce la falta de potasio, además de dolores musculares, palpitaciones y problemas de falta de aliento. Si estás preocupado/a, acude a tu médico de familia, pues la falta de potasio puede asociarse con problemas de salud serios, como hipertensión y enfermedad renal.

Diagnóstico de estas carencias

Un análisis de sangre rutinario puede identificar la falta de alguna vitamina. El análisis incluirá el recuento de las células rojas y blancas de la sangre.

La falta de minerales puede solucionarse con suplementos, según indique el médico de familia.

  • Estás estresado/a

Afecta al sueño, tanto a su calidad como a su duración. Esta falta de sueño incrementa a su vez el estrés, de modo que podrías encontrarte en un círculo vicioso. Controlar el estrés restaurará tus niveles de energía y mejorará tu sueño.

Plantéate tomar algún curso de meditación o ‘mildfulness’, que te ayudarán a eliminar o controlar el estrés.

  • Estás deprimido/a

Tendemos a pensar que el cansancio es un problema básicamente físico, pero lo cierto es que estar siempre cansado es un síntoma clave de la depresión. Repasa mentalmente tu salud mental. Hay, como en el caso del estrés, una relación biunívoca entre la depresión y el sueño. Según un estudio de 2011, ‘Padecer insomnio multiplica por dos el riesgo de depresión’.

Una mala calidad de sueño y los problemas mentales están muy conectados. El mal sueño es un potencial contribuyente, y también un predictor, de problemas mentales. De modo que mantener unas pautas regulares de sueño es importante para la salud mental.

  • Tienes fibromialgia

Los pacientes con dolores crónicos y fibromialgia pueden tener una baja calidad de vida, incluyendo problemas serios de sueño. Si sospechas un trastorno de este tipo, habla con tu médico de familia. Los problemas de sueño son un posible síntoma de fibromialgia, que está asociada con insomnio y con el síndrome de las piernas inquietas.

  • Tienes Síndrome de Fatiga Crónica

El extremo cansancio es el síntoma clave de esta enfermedad, relativamente poco conocida, hasta el punto de darle nombre. Muchos pacientes de SFC hablan de problemas para conciliar y mantener el sueño.

Los cambios del ritmo circadiano pueden contribuir a este problema. Prueba a salir a la luz del día preferiblemente en la primera mitad del día, podrá ayudarte a restablecer tu reloj circadiano.

  • Estás medicado/a

Ciertas medicinas advierten en sus prospectos que los consumidores no deben conducir u operar máquinas, pues aumentan la somnolencia. A la inversa, ciertos medicamentos pueden mantenerte despierto, como algunos antihipertensivos (para la tensión alta) y antiasmáticos.

Si tomas alguno de ellos y tienes insomnio, habla con tu médico de familia.

  • Eres diabético/a

Si últimamente estás más cansado/a, tienes sed, necesidad de orinar frecuentemente y has adelgazado sin causa aparente, ve a tu médico de familia y que te haga un test.

De acuerdo con la Fundación del Sueño, hasta uno de cada dos pacientes de diabetes tipo 2 experimentan problemas de sueño debido a la fluctuación del azúcar en sangre.

De nuevo puede darse un círculo vicioso: El sueño defectuoso (principalmente el sueño poco profundo) puede afectar a los niveles de insulina, lo que a su vez contribuye a desarrollar diabetes.

  • Tienes hipotiroidismo

Es decir, tu glándula tiroides es poco activa y no produce suficientes hormonas tiroideas. Uno de los síntomas del hipotiroidismo, junto a engordar, es el cansancio y hasta estados letárgicos.

La buena noticia es que el hipotiroidismo se puede tratar sin más problemas, con lo que habla con tu médico de familia para que instaure el tratamiento adecuado.

  • Tienes fatiga post-viral

Es relativamente frecuente en pacientes que acaban de sufrir una infección vírica, como la gripe. Los síntomas son cansancio crónico, dolores musculares, pérdida de peso, vómitos, diarrea, fiebre o escalofríos, dolores torácicos y falta de aliento.

El cansancio después de pasar una enfermedad es completamente normal, a no ser que los síntomas persistan semanas, o incluso meses, afectando seriamente a la vida diaria. En tal caso, ha llegado el momento de ir el médico.

Los expertos no acaban de comprender del todo los mecanismos de la fatiga post-viral, lo que la hace difícil de tratar. Pero descansar y cuidarse más de lo normal son un buen punto de partida y los pacientes acaban por recuperar poco a poco la normalidad.