Salud y medicina

La importancia de las revisiones médicas

La prevención de la enfermedad a través de las revisiones es fundamental para cuidar la salud y mejorar la calidad de vida. La doctora Juliana Martínez, especialista en medicina general del Centro Médico MGC, nos explica cuáles son las revisiones médicas más habituales y cada cuánto es recomendable realizarlas.

¿Por qué es recomendable hacer revisiones médicas? Todos tenemos una tendencia natural a cuidarnos y a cuidar de nuestro entorno familiar y siempre damos consejos con nuestra mejor voluntad. Para mi, como médico, mantener la salud de cada paciente y que toda la población viva en un entorno saludable es tan importante como para ti, y por eso desde el ramo sanitario hacemos lo mismo: ofrecemos recomendaciones personalizadas y a nivel social.

La prevención es una de las herramientas fundamentales para cuidar la salud, y por eso es importante ir realizando revisiones periódicas para detectar cualquier problema cuanto antes. Las revisiones médicas se hacen siempre individualizadas y adaptadas a cada persona. Y se parte de dos posiciones: el enfermo patológico, que tiene una enfermedad que intentamos que no se agrave, y el enfermo sano, que queremos que continúe en ese nivel alto de salud.

¿Cada cuanto tiempo es recomendable hacer una revisión médica? Casi todas las revisiones se programan cada dos años, pero en determinados pacientes preferimos hacer una revisión anual. Por ejemplo, es recomendable hacer un análisis de sangre cada año, porque los niveles de colesterol pueden variar con facilidad según nuestro estilo de vida. Y, del mismo modo, también es recomendable hacer un control regular del peso, porque en un año un exceso de peso es fácilmente solucionable, pero a lo largo de dos o tres años es más difícil perderlo y cada vez cuesta más.

¿Qué revisiones médicas son las más habituales? Las revisiones médicas recomendadas se hacen en función de la edad y el sexo. Las más frecuentes son el control de la tensión arterial y el control de peso para, en caso necesario, prevenir el sedentarismo y evitar así la obesidad, que puede repercutir en muchos problemas de salud.

Después, en función de cada persona, se suelen hacer controles específicos. La densitometría para el cribado de la osteoporosis se debe realizar a partir de la menopausia en las mujeres y a partir de los 55 o 60 años en los hombres –que son los grandes olvidados y también se deben hacer estos estudios–.  Otra de las revisiones importantes para ambos sexos es la valoración de la posibilidad del cáncer de colon, que se debe hacer a partir de los 45 o 50 años mediante una colonoscopia o el control de sangre en las heces.

También es conveniente hacer controles visuales y auditivos periódicos, porque con el paso del tiempo se pierde calidad de la visión y de la audición, un hecho que puede provocar situaciones de aislamiento. Muchas personas pueden sufrir pequeñas depresiones porque no entienden lo que se dice y no se atreven a participar en la conversación, y simplemente lo que tienen es un déficit auditivo que se puede solucionar fácilmente.

También se deben hacer revisiones cutáneas, sobre todo en personas muy blancas o en personas que han tomado mucho el sol, porque la piel tiene memoria y es al cabo de los años cuando las consecuencias se empiezan a manifestar en forma de manchas. Estas manchas se deben controlar anualmente para detectar de forma precoz cualquier lesión que pueda derivar en un cáncer de piel.

También son importantes los controles ginecológicos anuales, que se realizan con la frecuencia que determine el especialista dependiendo de cada paciente. U otros controles individualizados que dependen, por ejemplo, de si la persona es fumadora y necesita espirometrías más frecuentes. O si una persona necesita controles de orina (es recomendable preguntar por los pequeños escapes de orina, que en las mujeres son muy frecuentes a partir de una cierta edad).

Además de los aspectos físicos, los médicos también debemos intentar controlar situaciones sociales, como el riesgo de malos tratos o el riesgo de depresión, que se detectan en el día a día. No es un control que se tenga que hacer una vez al año, sino que son unos riesgos que debemos tener presentes en el trato con nuestros pacientes y, de vez en cuando, ir tanteando y preguntando para poder detectarlos.

¿Qué revisiones se deben hacer durante la infancia y la adolescencia? En la infancia, los controles los realizan los pediatras y están muy enfocados al correcto desarrollo del niño. Se valora cómo va ganando peso y altura, y también su evolución psicológica. Y, sobre todo, es muy importante controlar los calendarios de vacunación y poner cada vacuna en el periodo que toca. En general, el pediatra explora al niño, lo valora, lo pesa y lo mide, y comprueba que su desarrollo psicomotriz sea el adecuado.

Sin embargo, en la adolescencia las revisiones de salud no suelen ser tan frecuentes,  porque a esa edad el paciente se nos empieza a escapar de las manos. Ya no hace mucho caso a los padres y tampoco acude a ti, como médico, porque no tiene ninguna enfermedad. Pero es importante hablar con el adolescente y hacer un poco de reflexión sobre su situación para que tenga cuidado con las relaciones sexuales de riesgo y con el alcohol. Y es muy importante, para evitar el sedentarismo, insistir en los beneficios del deporte, sobre todo acompañado de una buena alimentación. Como ya no suelen hacer tanto caso a los padres, no hay tanto control y por ahí se puede empezar a escapar una buena salud, pero debemos intentarlo en la medida de lo posible.

¿Cómo podemos solicitar una revisión médica? En la Mutua recomendamos que se haga revisiones anuales. Si un paciente quiere solicitar una revisión médica se puede dirigir directamente al personal de administración, que programará todas las pruebas y le asignará un médico de cabecera que analizará los resultados a lo largo de las revisiones anuales. Junto a las exploraciones anteriores, se hace una comparación para ver la evolución de un año tras otro: si el paciente sigue en el mismo estado de salud o hay algo que ha variado de forma significativa, como el peso, la espirometría, el ritmo cardíaco…. En este caso le ofrecemos una recomendación adecuada a la situación. Y si durante el año hay alguna situación puntual en la que necesita asistencia médica, como médicos de cabecera lo volvemos a visitar para estar al corriente de su evolución.