Salud y medicina

Síntomas del Coronavirus: los signos menos frecuentes de la COVID-19

Coronavirus

La COVID-19 afecta de diferentes formas, según cada paciente. Los síntomas más habituales son los ya comentados en estas páginas: fiebre alta, tos seca y pérdida temporal del olfato y del gusto. Otros son la falta de aliento o dificultad para respirar, el cansancio, los dolores musculares o corporales, el dolor de cabeza y la irritación de garganta.

Si tienes alguno de los principales, lo ideal es que te hagas un test lo antes posible; y que te quedes en casa hasta tener los resultados.

La COVID-19, declarada pandemia por lo Organización Mundial de la Salud, ha infectado ya a más de 22 millones de personas en todo el mundo, y matado a más de 780.000.

Qué es un Coronavirus

Los Coronavirus son una familia de cientos de virus. La gran mayoría afectan solo a los animales, pero se sabe que, de momento, siete de ellos han pasado a los humanos.

El Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS) y el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) son dos de los más conocidos ejemplos de haber saltado a los humanos.

El nuevo, el temido COVID-19, es el último en haber dado el salto. Como es sabido, se cree que se originó en un mercado de animales en Wuhan, China.

Riesgo de COVID-19

¿Quiénes están en mayor riesgo de contraerlo? Como sucede con cualquier virus, las personas con un sistema inmune debilitado son los más susceptibles. Pero también se considera de alto riesgo a:

  • Los mayores de 65
  • Las embarazadas
  • Los obesos mórbidos
  • Los que padecen alguna enfermedades previas, como diabetes, enfermedad cardiaca, problemas de riñón, cáncer o VIH.

Se estima que el periodo de incubación es de entre dos y catorce días; o sea que una persona infectada puede tardar 14 días en presentar síntomas.

Síntomas menos frecuentes del Coronavirus

Sin embargo, un amplio espectro de signos, que pueden ser de ligeros a graves, se han reportado:

  • Tiritonas
  • Falta de aliento o dificultad para respirar
  • Fatiga
  • Dolores musculares o corporales
  • Dolor de cabeza
  • Irritación de garganta
  • Congestión o rinorrea (moqueo de nariz)
  • Náuseas o vómitos
  • Diarrea
  • Erupciones cutáneas
  • Confusión o mareos.

La pérdida de gusto y olfato son diferentes de los que generan gripe o resfriado

Llamadas técnicamente anosmia (falta de olfato) o ageusia (falta de gusto) se han reportado como síntomas de la COVID-19, especialmente en gente joven o de mediana edad.

Un estudio reciente, publicado en la revista Rhinology, muestra que dichas pérdidas son diferentes que las generadas por un resfriado o una gripe. Específicamente, en el caso de la COVID-19 los pacientes no presentan la nariz taponada o que moquea.

Los investigadores reportaron que los pacientes de COVID-19 sufrían una “verdadera” pérdida del gusto, lo que significa que no va enlazada con la falta de olfato; y no podían diferenciar entre amargo y dulce.

Se cree que esto se debe a una afectación de las células nerviosas involucradas con las sensaciones de olfato y gusto.

Cuándo se habla de fiebre

En adultos, se habla de fiebre si la temperatura supera los 37,8ºC, mientras que en los niños, si es mayor que 37,5ºC.

Los síntomas de la fiebre son: sudor, la frente caliente, dolor de cabeza, escalofríos, erupciones, falta de apetito y sensación de debilidad.

Utiliza preferiblemente un termómetro digital, y sigue cuidadosamente las instrucciones que proporciona el fabricante del dispositivo.

Qué hacer en caso de síntomas leves

En España, los servicios sanitarios de cada Comunidad Autónoma proporcionan instrucciones que pueden variar entre ellas. La recomendación global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que los pacientes que vivan solos se queden en casa al menos 10 días desde la aparición de los primeros síntomas.

Para quienes vivan acompañados, nadie de la casa debería salir durante 14 días, tengan síntomas o no.

Los casos de infección de pacientes con buena salud global presentarán habitualmente síntomas leves o moderados, de los que probablemente se recuperen en casa, con reposo y analgésicos como el paracetamol. Pero es esencial evitar contacto con terceros hasta que un médico diga lo contrario, pues podrían infectar a alguien con un sistema inmune débil que podría desarrollar síntomas graves, como neumonía.

¿Al hospital?

La principal razón para la hospitalización de un paciente son los problemas respiratorios.

Los síntomas, aun en personas sanas, pueden agravarse. Este empeoramiento se suele presentar habitualmente a los 5 o 7 días de la aparición de los síntomas leves, y suele afectar al aparato respiratorio, con dificultad para respirar o con falta de aliento. Es el momento de acudir a Urgencias o de llamar al 112.