

Bienestar
Qué es la acupuntura
Índice de contenidos
La acupuntura es parte del acervo cultural de la medicina tradicional china, que aglutina un conjunto de disciplinas que perduran desde hace miles de años. La acupuntura se fundamenta en la ancestral filosofía del taoísmo, que considera el universo dividido en dos entidades contrapuestas, pero a la vez complementarias: el ying y el yang.
El equilibrio entre el ying y el yang
El yang representa los elementos de nuestro mundo que son de connotación más positiva para el hombre (el sol, el cielo, el calor, la primavera…). El yang, por el contrario, representa a los elementos más negativos (el frío, el invierno, las enfermedades crónicas…).

La visión de la acupuntura es entender el organismo humano como un sistema que, cuando se goza de buena salud, ambos, ying y yang, se hallan perfectamente integrados y en equilibrio. La pérdida de la salud se explicaría por la pérdida de dicho equilibrio entre ambos o bien con relación al medio externo, ante lo cual sobrevendría la enfermedad. El cuerpo humano se ve, pues, como un complicado entramado de órganos y tejidos en los que ying y yang viajan y se distribuyen por todo el organismo gracias a una serie de canales denominados chin o meridianos. Estos canales se encontrarían a unos pocos milímetros de la piel y su manipulación es la que permitiría redistribuir el flujo de cada uno de ellos con el propósito de recuperar el equilibrio perdido y, por tanto, la salud. Mediante la manipulación física del chin se conseguiría, bien el restablecimiento del equilibrio perdido, bien la recuperación de la armonía óptima con el medio externo.
El origen de la acupuntura
Los orígenes están en China, donde surgió hace más de 2.500 años. Apareció como una forma de terapia más dentro del amplio conjunto de métodos que conforman la medicina china tradicional, que comprenden también la fitoterapia (basada en las hierbas medicinales) la moxibustión (basada en el contacto con sustancias natrales incineradas) la terapia de succión (mediante ventosas), el masaje, las terapias del movimiento (Tai-chi, etc.) o la meditación trascendental.
La acupuntura se extendió pronto a Japón, Corea y países limítrofes con China. En Europa se introdujo en el siglo XVII, pero no consiguió el auge que tiene en su país de origen; en Chin y algunos países limítrofes, forma parte incluso de las terapias aceptadas por los sistemas nacionales de salud.
Métodos y medios de la acupuntura
El tratamiento básico de la acupuntura se lleva a cabo mediante agujas finísimas de metal (antes, de oro, plata o hierro, actualmente de acero inoxidable), de 3 a 25 cm de largo y usadas en frío, por lo general. Se introduce cada aguja en la piel de 1 a 3 milímetros tan solo, durante al menos 20 minutos. Para tratar una dolencia pueden ser necesarias varias sesiones. La acupuntura tradicional describe 26 meridianos y más de 600 puntos terapéuticos, pero, al igual que ocurre con otras medicinas alternativas, existen diferentes escuelas. La estimulación en los puntos del cuerpo puede llevarse a cabo, además de con las agujas, mediante el láser (láser-acupuntura) o la electricidad (electro-acupuntura). También existe la dígito-puntura (variante en que se ejerce presión con los dedos).
Aplicaciones de la acupuntura
Según la práctica habitual de la acupuntura, se puede afirmar que existen tres finalidades principales: aliviar el dolor, proteger frente a las infecciones o influir en la regulación de las funciones fisiológicas.
La principal causa de demanda de acupuntora es el dolor, ya sea agudo o crónico. En esta categoría entran dolencias como:
- La artritis reumática
- La lumbalgia (o lumbago)
- El dolor de cuello
- El dolor radicular (o dolor de una raíz nerviosa, como la ciática)
- El dolor post-traumático o post-quirúrgico
- El dolor dental
- El dolor de hombro,
- Los cólicos biliar y renal
- El dolor de estómago
- El dolor menstrual
- El dolor facial
- Las cefaleas (dolores de cabeza).
Pero la acupuntura es también demandada para otros problemas clínicos muy variados, como:
- Náuseas y vómitos
- Tensión elevada o tensión baja
- Rinitis alérgica
- La depresión
- Los efectos adversos de la quimio o radioterapia,
- La inducción al parto, etc.

¿Es segura la acupuntura?
La acupuntura, bien realizada, es indolora y de muy escasa toxicidad. Presenta muy pocas contraindicaciones y no genera ninguna adicción. Pero es una terapia que exige una especial pericia. Esto es importante, no solo por el hecho de garantizar prácticamente nulas complicaciones, sino porque la clave de su eficacia reside en la localización exacta de los puntos que se estimulan. La acupuntura, administrada por acupuntores no expertos ha determinado que se describan lesiones y efectos adversos, consecuencia de la falta de formación del acupuntor.
También se han descrito infecciones como la hepatitis B, a causa de una mala esterilización de las agujas, pero este riesgo es común a cualquier intervención médica cruenta, es decir que atraviese la piel del paciente.
¿Una terapia reamente eficaz?
Los estudios clínicos realizados para evaluar su eficacia son innumerables, a pesar de la gran dificultad que plantea diseñar ensayos en lo que la terapia se pueda comparar con placebos, o bien en los que establecer un plan a doble ciego (esquema en que ni el médico ni el paciente saben qué remedio se está empleando). En cualquier caso, sí se pueden extraer algunas conclusiones bastante fidedignas acerca de su eficacia en algunas dolencias. Revisamos a continuación las disciplinas en que más eficacia ha demostrado.
Diremos, finalmente, que en España, más de la mitad (59,8%) de la población confía mucho-bastante-algo en la acupuntura, y que la confianza en esta terapia aumenta según lo hace el nivel de estudios del paciente.
Tratamiento del dolor
Ha demostrado inapelablemente su eficacia en la mayoría de los dolores. En el dolor crónico ha demostrado ser incluso similar a la morfina, con la ventaja de no aparejar los temibles efectos de la droga. Existen estudios que avalan su eficacia contra diversas formas de cefaleas tensional, migrañas), en el dolor de la artritis reumatoide (y aquí parece que alivia la rigidez muscular e incrementa la movilidad), en el dolor ciático, el hombro doloroso, la cervicalgia, el dolor post-cirugía, el dolor por cólico renal o biliar, el esguince articular o de tobillo, el codo de tenista, el dolor dental tras una intervención, Parece también eficaz en la fibromialgia y el dolor del parto, aunque esto requiera de más estudios ara afirmarlo con rotundidad.
Tratamiento de infecciones
La técnica ha demostrado cierta eficacia como adyuvante en el tratamiento de infecciones, como la disentería. Otras, como la tos ferina, o la hepatitis B, podrían beneficiarse de esta terapia, pero de nuevo, no está definitivamente demostrado.
Alteraciones del metabolismo
En determinadas alteraciones metabólicas, como la hiperuricemia (exceso de ácido úrico) se ha documentado su capacidad para reducir los niveles de ácido úrico y mejorar por tanto la posible gota. También en la diabetes no insulín-dependiente algunos estudios han demostrado cierta eficacia en el control de la enfermedad.
Neurología
Se ha usado con cierto éxito en el tratamiento de la parálisis facial, pero sobre todo en el tratamiento precoz de la parálisis como consecuencia de un accidente cerebro-vascular, siendo más eficaz si se usa como complemento a la terapia tradicional rehabilitadora. Los resultados de estudios en enfermos en coma parecen apuntar también a que podría tener un papel eficaz en este problema. Igualmente, sucede con el insomnio, aunque es preciso investigar más.
Aparato respiratorio
Ha demostrado clara eficacia en el tratamiento de la rinitis alérgica, y relativa en el asma bronquial (es este caso, más en el mantenimiento a largo plazo que en el rescate de crisis agudas)

Aparato digestivo
Parece ser muy eficaz en el control de náuseas y vómitos, sobre todo cuando los trastornos se deben a tratamientos quimioterapéuticos. Puede usarse también complementariamente en el dolor de estómago (epigastralgia) y en las dispepsias en general, así como en la colitis ulcerosa y en el síndrome de colon irritable. Algunos estudios apuntan a que puede ser de ayuda en la modulación de la función secretora biliar cuando hay piedras en la vesícula.
Aparato urinario
Puede tener cierta eficacia en el alivio de la retención urinaria funcional y en el dolor producido por piedras en el riñón y vías excretoras. Igualmente, puede ser de ayuda en la prostatitis crónica, el síndrome uretral femenino y en la profilaxis de las infecciones urinarias recurrentes.
Ginecología
Su eficacia en este campo parece venir respaldada por diversos estudios que muestran que es activa en el alivio del dolor por dismenorrea (dolor menstrual) y en el síndrome premenstrual. Su capacidad para estimular la contracción uterina se ha aprovechado para intentar corregir la posición anómala del feto en el tercer trimestre del embarazo, así como para favorecer el trabajo del parto. Se ha defendido también su capacidad de estimular la secreción de prolactina, con lo que tras el parto mejora la lactancia.
Cardiovascular
Algunos estudios parecen demostrar un papel eficaz en el tratamiento de la tensión baja (hipotensión), en las primeras fases de la hipertensión y en el tratamiento de la angina de corazón. Al respecto de esta última se desaconseja su uso si ni se ha descartado claramente el diagnóstico de infarto y si no se cuenta con el equipo cardiológico adecuado.
Psiquiatría
Parece que no hay dudas en su eficacia contra la depresión (endógena, neurótica o tras accidente cerebrovascular). Puede estimular la secreción de endorfinas, lo que puede justificar lo mucho que ha crecido su uso en este campo.
Bibliografía:
MSD Manuals: Acupuntura
Escuela Superior de Medicina Tradicional China
Síntesis de la evidencia científica de la acupuntura