Salud y medicina

Ojos secos: algunos tips para tratar el problema

¿Tienes los ojos doloridos, te pican y estás muy incómodo? Podrías tener el síndrome del ojo seco. Y, en efecto, puede resultar muy, muy molesto; pero la buena noticia es que muy raramente tiene complicaciones.

A continuación te contamos los síntomas, las causas y lo que puedes hacer para tratarlo.

Qué es el síndrome del ojo seco

Se conoce también como “queratoconjuntivitis” o simplemente “ojos secos” y se produce cuando la fina capa de lágrimas que reviste el ojo y que lo mantiene hidratado y lubricado sufre algún cambio. Es más frecuente en edades por encima de los 60, afecta más a las mujeres que a los hombres y se estima que hasta una de cada tres personas lo padece.

Esa fina capa de lágrimas tiene funciones importantes:

  • Mantiene el ojo lubricado, lo que facilita el parpadeo
  • Suaviza la parte frontal del ojo, esclareciendo la visión
  • Lava las partículas de polvo que puedan llegar al ojo
  • Contiene células y enzimas que acaban con las bacterias y demás organismos causantes de infecciones.

Si se rompe el equilibrio de ese fino “film”, debido a alguna secreción anómala o a falta de alguno de sus componentes, puede volverse inestable y no cubrir adecuadamente la superficie del ojo.

Síntomas del síndrome de ojos secos

Hay varios síntomas asociados:

  • El ojo seco puede variar entre levemente seco y arenoso y en casos extremos ser muy doloroso
  • Puede tener síntomas asociados, como lagrimeo, enrojecimiento y formación de costras
  • Normalmente ambos ojos se ven afectados y puede darse una ocasional leve visión borrosa; pero no causa daño permanente en la visión, ni en el ojo.

Causas del ojo seco

Hay muchas causas posibles: desde factores ambientales –como los ambientes con aire acondicionado, la exposición al viento, un clima seco y cálido y llevar lentillas– hasta la inflamación de los párpados (llamada blefaritis) o una insuficiente producción de lágrima.

A las mujeres a menudo se les presenta después de la menopausia y algunos medicamentos como los diuréticos, algunos antidepresivos y los antihistamínicos pueden exacerbar el trastorno.

También hay trastornos sistémicos asociados: la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico (una enfermedad autoinmune en que el cuerpo ataca el tejido sano) y el síndrome de Sjogren (que produce además sequedad de boca). En la mayoría de los casos leves el propio paciente puede paliar el trastorno sin ayuda de profesionales médicos, como contamos a continuación. Pero en casos graves, será necesario recurrir a un oftalmólogo.

Ojo seco leve

Para los casos en que la sequedad no supone sino una cierta irritación y un fastidio, pero no doloroso, para aliviar los síntomas puedes hacer lo siguiente:

  • Como primera medida, piensa si puede haber una causa obvia, externa, causante del trastorno. Los factores ambientales, como el aire acondicionado, la calefacción por aire caliente (“seca”) y el uso prolongado del ordenador pueden causar una excesiva evaporación de la capa lagrimal, causando sequedad y cansancio. Ante el ordenador, concretamente, tendemos a fijar más el ojo y parpadear con menor frecuencia de lo habitual, lo que facilita que el ojo pierda esa capa.
  • Lo mismo sucede a estar al aire libre un día ventoso, provocando lagrimeo y, paradójicamente, causando sequedad. Evita en lo posible que el viento te dé directamente en los ojos.
  • Puedes intentar paliar la causa, parpadeando con más frecuencia ante el ordenador o tomándote descansos cortos.
  • En el coche, evita que el ventilador te dé directamente en el ojo.
  • En el exterior, usa gafas que evitarán el viento directamente al ojo.

No siempre te será posible evitar la causa; una solución puede ser usar alguna ayuda de las que siguen.

Ayudas para el ojo seco leve

El medicamento idóneo para el ojo seco dependerá del grado de intensidad del trastorno. Cada vez hay más productos en el mercado y puede ser confuso elegir el ideal, que será más o menos viscoso o denso. El farmacéutico o un optometrista son las opciones más seguras para dar con lo idóneo en cada caso.

  • Colirios y espráis de lágrimas artificiales

Para sequedades leves o muy leves, estos productos pueden aliviar los síntomas a corto plazo. Son gotas que contienen agentes para aumentar la viscosidad, lo que causa mayor permanencia de la humedad en el ojo.

  • Geles lubricantes oculares

Para casos más intensos hay lubricantes en gel, de diversas viscosidades: las menores son adecuadas para todo el día, mientras que los más viscosos son idóneos para ponerte al irte a la cama, como protección para toda la noche.

  • Gotas sin conservantes

Hay diversos productos con diversos conservantes, pero hay algunos que no los contienen: hay ciertos conservantes que pueden causar hipersensibilidad o reacciones alérgicas, que pueden afectar al ojo, provocando enrojecimiento, sensación de quemazón y lagrimeo. En estos casos habrá que elegir los que no tengan conservantes o los que tengan alguno alternativo.

Si tienes ojo seco leve o moderado, lo ideal es empezar con alguno de los menos viscosos disponibles. Si te funciona, puedes usarlo a lo largo de todo el día. Si no resulta, o necesitas usarlo demasiado a menudo, pasa a uno un poco más viscoso que te haga sentirte más cómodo. Si aun así no te funciona, prueba un gel lubricante, pero ten en cuenta que puede provocar visión borrosa transitoria.

Ojo seco moderado

Lo ideal es que te vea un profesional que investigue si hay alguna cusa subyacente. El primer paso puede ser un optometrista, que podrá examinar la superficie externa del ojo y hacer algún test que pueda revelar una causa.

Si la sequedad está asociada a una inflamación del párpado (blefaritis) podrá igualmente indicar cómo debes limpiarte el ojo y recomendar el suplemento adecuado (lágrimas artificiales, geles) y la forma correcta de usarlo.

La mejora de los síntomas puede tomar cierto tiempo, una vez iniciado el tratamiento. Puedes necesitar gotas varias veces al día e incluso combinarlas con algún gel lubricante.

Ojo seco grave

Si te resulta imposible mantener un nivel adecuado de comodidad, habrá que recurrir al oftalmólogo, idealmente a uno experto en este problema. Es importante no sólo que te alivie, sino que debe asegurarse de que se mantenga una película que resulte suficiente para evitar daños en la córnea, cuya superficie puede volverse rugosa, haciéndola más vulnerable a las infecciones y provocando una visión borrosa. El oftalmólogo puede investigar bien a fondo si existe alguna causa médica del problema.

Los casos extremos, en que los suplementos de gotas y geles no han dado resultado, se pueden tomar medidas como la oclusión del drenaje en el párpado inferior. Si el trastorno está causado por una blefaritis intensa, podría necesitarse una cura con antibióticos.

En general, la mayoría de los casos es leve y pueden atribuirse a factores ambientales; el paciente puede gestionarlos sin necesidad de más ayuda que el consejo de su farmacéutico. 

Algunos tips para paliar tu trastorno de ojo seco

Para aliviar los síntomas de tu ojo seco, prueba lo siguiente:

  • Usa gafas de sol en los ambientes secos y demasiado cálidos
  • Si trabajas en un lugar muy seco, pon un humidificador si te es posible
  • Si pasas mucho tiempo ante el ordenador, haz pequeñas pausas para descansar lo ojos
  • Si usas maquillaje, usar un limpiador suave, y límpiate la cara regularmente, aunque luego vuelvas a maquillarte
  • Consulta con tu farmacéutico o tu médico si procede que tomes un suplemento diario de Omega-3. Algunos estudios sugieren que el pesado azul (rico en Omega-3) puede ayudar al tratamiento del ojo seco.