Salud y medicina
Los efectos secundarios más habituales de las medicinas y qué hacer para paliarlos
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Cuando el médico te prescribe un fármaco, debes leer el prospecto, claro está, pero debes resistirte al impulso de tirar el medicamento a la basura; a veces la información proporcionada puede asustar a cualquiera. Y desde luego, todas las medicinas tienen efectos secundarios.
Los laboratorios que las fabrican deben mencionar todos ellos en los prospectos, pero la realidad es que la mayoría de los pacientes no van a experimentar ninguno de ellos.
Decíamos que pueden asustarte, pero es que suena peor de lo que es. Si un efecto frecuente es dolor de cabeza, lo que en realidad dice es que si cien pacientes toman la medicina, entre 1 y 10 pueden sufrir dolor de cabeza. Pero también está diciendo que, de los cien, entre 90 y 99 no lo tendrán. En general, los efectos secundarios son poco relevantes, se resuelven sin problemas y remiten cuando el cuerpo se acostumbra a la medicina.
Es realmente muy poco probable que vayas a experimentar algún efecto raro, grave, de los que vienen listados en los prospectos.
A continuación te contamos cuáles son los más frecuentes y cómo sobrellevarlos.
Dolor de cabeza
Frecuentes culpables: Amlodipino (contra la tensión elevada), atorvastatina (contra el colesterol), sertralina, citalopram (antidepresivos), omeprazol (un protector de estómago)
Qué puedes hacer:
Descansa lo suficiente, y bebe mucha agua. Evita el alcohol.
Tómate un analgésico. El paracetamol es generalmente muy bien tolerado y compatible con la mayoría de las medicinas.
Si el dolor de cabeza es particularmente fuerte, no remite con los analgésicos o si va acompañado con problemas de visión, vete sin falta al médico.
Estreñimiento
Frecuentes culpables: Suplementos de hierro, analgésicos opioides (como morfina o codeína)
Qué puedes hacer:
Mantente muy bien hidratado (bebe mucha agua), toma mucha fibra y haz ejercicio con regularidad. Prueba a comer ciruelas y albaricoques secos.
Si estás tomando suplementos de hierro, habla con tu médico porque hay varias posibles presentaciones del mineral y podría ser posible cambiarla.
Si ninguna de estas medidas surte efecto, habla con tu farmacéutico para que te recomiende un laxante adecuado.
Diarrea
Frecuentes culpables: Antibióticos, como la amoxicilina, o antidepresivos, como la sertralina
Qué puedes hacer:
Asegúrate de reponer los líquidos que estás perdiendo, de modo que evites la deshidratación. Si es necesario, pídele al farmacéutico unos sobres con electrolitos. No utilices ningún fármaco para detener la diarrea sin hablar antes con él.
Acude al médico si la diarrea es intensa, dura ya varios días o aparece con sangre o mucosidades, particularmente si has estado en tratamiento antibiótico.
Indigestión, dolor o malestar de estómago
Frecuentes culpables: Corticoides como prednisolona, analgésicos anti-inflamatorios, como naproxeno o ibuprofeno, antibióticos
Qué puedes hacer:
Tomar el medicamento con la comida o justo después puede ayudar. Si te gusta la leche, también puede servir. No comas picantes ni comidas muy grasas, y evita el alcohol. Puede dar buen resultado una bolsa de agua caliente en la parte baja del abdomen.
Habla con tu farmacéutico antes de tomar antiácidos, pues pueden afectar la absorción de algunas medicinas.
Muchos pacientes reportan que los probióticos alivian el dolor o malestar presumiblemente debido a la toma de antibióticos.
Malestar general
Frecuentes culpables: Metformina (antidiabético oral), levodopa (tratamiento del Parkinson), antibióticos, sertralina, citalopram (antidepresivos), tramadol (analgésico opioide)
Qué puedes hacer:
Acompaña la medicina con algo sólido como una galleta o unos frutos secos. Una bebida gaseosa a veces ayuda con las náuseas.
Si una medicina te hace vomitar, espera a hablar con tu médico o farmacéutico antes de tomar la siguiente dosis.
Boca seca
Frecuentes culpables: antidepresivos (particularmente tricíclicos como la amitriptilina), medicamentos contra la incontinencia urinaria, como la oxibutinina
Qué puedes hacer:
Toma frecuentemente sorbos de agua, o mastica chicle (sin azúcar).
Somnolencia
Frecuentes culpables: analgésicos opioides (morfina, tramadol, gapabentina), benzodoazepinas, como el diazepam (sedante psicotrópico), algunos antihistamínicos, algunos antipdepresivos.
Qué puedes hacer:
No conduzcas ni manejes máquinas cuando tomes este tipo de medicinas. Ten cuidado también con actividades potencialmente de riesgo, como por ejemplo, montar en bicicleta.
Evita el alcohol y otras medicinas que puedan causar somnolencia. Pueden agravar el problema.
Si tu somnolencia es un problema real, habla con tu médico o con el farmacéutico. A lo mejor se puede variar la hora de la toma del medicamento. Por ejemplo, si el problema es debido a un antidepresivo, tomarlo por la noche puede ser la solución.
Puedes también hablar con el farmacéutico o el médico por si existiera una alternativa al medicamento que no causara ese efecto.
Insomnio
Frecuentes culpables: sertralina, citalopram (antidepresivos), terapia de reemplazo de nicotina.
Qué puedes hacer:
Si piensas que la medicina puede ser el causante del insomnio, toma la dosis más temprano. Habla con tu farmacéutico o tu médico.
Mareos
Frecuentes culpables: tramadol (analgésico opioide), medicinas para controlar la tensión, como ramipril, propranolol, bisoprolol o doxazosina (también usado para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata).
Qué puedes hacer:
Échate hasta que pase el mareo. Intenta moverte más despacio al levantarte o al incorporarte. Evita el alcohol.
Puede ayudar tomar la medicina antes de irte a la cama, en lugar de hacerlo de mañana.
Si los mareos perduran más de unos pocos días, ve al médico.
Erupciones cutáneas o dermatitis
Frecuentes culpables: en realidad, cualquier medicamento, particularmente los antibióticos.
Qué puedes hacer:
Las erupciones que pican pueden paliarse aplicándose un hidratante o tomando un antihistamínico
En cualquier caso, si después de tomar una medicina te sale una erupción, habla con tu médico, sobre todo si el culpable es un antibiótico. Puede ser una reacción alérgica al fármaco.
Algunas medicinas, como la oxitetraciclina (un antibiótico) y la amiodarona (un agente antiarrítmico), pueden volver la piel más sensible al sol. Si tienes ese problema, asegúrate de estar siguiendo las instrucciones (que normalmente figuran en el envase y en el prospecto) antes de ponerte al sol.