Salud y medicina

Infección urinaria: 9 síntomas que debes saber

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Las infecciones urinarias o, coloquialmente, infecciones de orina, son muy frecuentes y más aún en las mujeres. La razón de que esto sea así es que la uretra, que es el tubo por donde se expele la orina, está, como la vagina, en la vulva. Esa cercanía entre uretra y vagina es la culpable: las bacterias tienen más fácil penetrar en el aparato urinario y producir la infección, que puede afectar a la uretra misma, a la vejiga urinaria o, en el peor de los casos, hasta al riñón. A continuación, vamos a hablarte de los principales síntomas de infección de orina.

La infección urinaria en mujeres es un problema común

Según un estudio, el 37% de las mujeres españolas ha tenido al menos una infección; y, entre ellas, más del 32% ha padecido dos o más. Las mujeres activas sexualmente, así como las menopáusicas, son más proclives a sufrirlas.

Resulta evidente por tanto lo importante que es mantener la zona lo más limpia posible, sobre todo (pero no solo) tras mantener relaciones sexuales. Hay que limpiarse de delante a atrás, nunca al revés, pues de hacerlo las bacterias de la zona anal se acercarían demasiado a la uretra.

Una infección de orina tiene unos síntomas muy característicos: urgencia por orinar, sensación de ardor al hacerlo e incapacidad para expeler sino muy poca cantidad de orina. Lee a continuación los nueve más habituales.

Síntomas más frecuentes de infección de orina

¿Cómo saber si tengo infección de orina? La sintomatología de la infección de orina puede variar de unas personas a otras, en función de dónde se encuentra esta y de la gravedad. En un primer momento, es posible que no existan síntomas, pero según avanza la infección, estos se vuelven gradualmente más intensos. A continuación te dejamos los síntomas más frecuentes de una infección urinaria.

Persistente urgencia de orinar

Uno de los síntomas más notables es la polaquiuria o micción frecuente. Puesto que comienza a sentirse un escozor, se siente la necesidad de ir a orinar en repetidas ocasiones.

No poder expulsar sino pequeñas cantidades de orina

Debido a la frecuencia de las micciones, la cantidad de orina que se expulsa cada vez es muy pequeña, lo que a su vez incrementa la sensación de escozor. La propia necesidad de ir no se debe a que la vejiga se encuentre llena, sino que el motivo es la propia infección.

Dolor o sensación de ardor al orinar

A medida que avanza la infección, y en especial si se reduce la ingesta de líquido, aparece dolor al miccionar. De no tratarse, se puede llegar a expulsar sangre.

Molestias en la parte baja del abdomen

En la zona inferior del abdomen, es decir, donde se encuentra la vejiga, puede experimentarse dolor o molestias. Si se hace presión en esta región, es probable que se note una sensación de hormigueo.

Coloración anómala de la orina: rosada, roja o turbia

Si para evitar ir al baño a orinar en repetidas ocasiones se termina reduciendo la ingesta de líquido y la infección continúa su curso, el color de la orina se ve modificado. Esto se debe a que se expulsan glóbulos rojos a consecuencia de la propia infección e incluso por la inflamación.

Mal olor de la orina

Aunque el olor no se suele ver modificado en un primer momento, cuando la infección no es tratada, sí que puede llegar a verse una alteración en el mismo.

Escalofríos y fiebre

Cuando la infección urinaria se encuentra en los riñones o avanza hasta alcanzarlos, uno de los síntomas más comunes son los escalofríos y los temblores. Además, la infección puede causar fiebre.

Náuseas

Las náuseas y los vómitos son otro de los síntomas de la infección urinaria en los riñones. Sin embargo, no suelen estar presentes cuando se da en la uretra o en la vejiga.

Dolor de espalda

Cuando la infección se encuentra en la uretra, no aparece dolor. Si es en la vejiga, se siente una presión en la parte inferior del abdomen. Y cuando es en los riñones, aparece el dolor de espalda o en un costado.

Si presentas cualquiera de estos síntomas, debes acudir a tu médico de cabecera para que te recete un antibiótico específico para este tipo de infecciones.

Cuándo deberías ir al médico en caso de tener síntomas de infección urinaria

Como siempre, existen toda suerte de recetas caseras para hacer frente a una infección: el zumo de arándanos se ha puesto muy de moda, por ejemplo. No hay evidencia científica de que algunas de estas recetas funcionen y, desde luego, el zumo de arándanos o cosas similares no te van a curar…

Debes ir al médico si orinas de forma diferente a lo que es habitual en ti. Puedes tener una infección o no tenerla pero, de existir, si alcanza al riñón puede provocarte problemas serios que te acabarían por llevar al hospital.

Tu médico sabrá qué hacer, pero lo lógico es que pida un análisis de orina, no conformándose con recetar un medicamento. Los síntomas de la infección urinaria se parecen demasiado a los provocados por otros trastornos que siempre hay que descartar: la ruptura de un quiste ovárico, piedras en el riñón o una cistitis intersticial, por ejemplo. De modo que el análisis de orina será determinante para saber qué es lo que en realidad tienes.

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Preguntas Frecuentes

¿Cómo curar la infección de orina rápido?

Para una recuperación rápida de la infección de orina, es crucial seguir un tratamiento con antibióticos recetados por un profesional de la salud. Además, beber abundante agua ayuda a eliminar las bacterias del tracto urinario, acelerando la recuperación.

¿Cuáles son los síntomas de infección en la orina?

Los síntomas comunes de una infección urinaria incluyen dolor o ardor al orinar, aumento en la frecuencia de la micción, orina turbia o con olor fuerte, y a veces, incluso sangre en la orina. Si experimentas alguno de estos síntomas, es aconsejable consultar a un médico.

¿Qué puede causar una infección urinaria?

Una infección urinaria es generalmente causada por la introducción de bacterias en el tracto urinario. Esto puede ocurrir debido a la falta de higiene, relaciones sexuales, retención de orina o incluso por una respuesta del sistema inmunológico más débil en algunas personas. Mantener una buena higiene y beber suficiente agua pueden ayudar a prevenir estas infecciones.