Salud y medicina

Falta de vitamina B12: causas, síntomas y como paliarla

La vitamina B12 es un importante compuesto que el cuerpo necesita para no pocas funciones, empezando por la producción de las células rojas de la sangre o la función cerebral.

A continuación te explicamos por qué es tan importante y cómo puedes asegurarte de estar ingiriendo la dosis diaria recomendada.

Qué es la vitamina B12

También llamada cobalamina, la B12 es una vitamina hidrosoluble esencial para la buena salud. Juega un papel crucial en la elaboración de las células rojas y del ADN, y se asegura de que el sistema nervioso se mantenga sano. También ayuda a prevenir el cansancio y la fatiga, y ayuda al sistema inmune.

La anemia perniciosa y el factor intrínseco

Cuando comemos alimentos ricos en vitamina B12, ésta se combina con una proteína llamada factor intrínseco, elaborada en el estómago. La combinación de ambas (la vitamina y la proteína) viaja intestino delgado adelante, donde el organismo la absorbe.

Cuando un paciente tiene anemia perniciosa, el organismo elabora anticuerpos contra el factor intrínseco y las células que lo elaboran. La vitamina no puede combinarse, con lo que el cuerpo es incapaz de absorberla. No están claras las razones del porqué de este trastorno.

La anemia perniciosa es más frecuente en mujeres por encima de los 50 años, y si hay antecedentes familiares. También es relativamente frecuente en personas con otros trastornos autoinmunes, como la enfermedad de Addison (una alteración de las glándulas suprarrenales), la artritis reumatoide y ciertos problemas tiroideos.

Causas de la falta de vitamina B12

Su carencia es bastante frecuente, especialmente en la tercera edad. El riesgo se incrementa significativamente si no ingieres la suficiente a través de la dieta, o si tienes algún problema para absorberla.

Ya hemos visto que la anemia perniciosa es tanto causa como consecuencia de la mala absorción de la vitamina B12. Otras causas habituales de su falta son:

  • Medicación

Algunos medicamentos pueden ralentizar e incluso bloquear la absorción de la vitamina B12. Los usados con mayor frecuencia son los antiácidos inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol, que funcionan reduciendo la secreción de ácido en el estómago, que son necesarios para liberar la B12 de los alimentos; y la metformina, que es el medicamento más usado para el control de la diabetes tipo 2.

Otros fármacos asociados a la absorción de la vitamina B12 son algunos tratamientos anti-epilépticos, la colchicina (que se usa para tratar la gota) y el antibiótico neomicina. Las mujeres que toman la píldora a largo plazo también pueden estar en riesgo ligero, pero en menor medida que con otros fármacos.

  • Dieta

Los seguidores estrictos de dietas veganas (aproximadamente el 0,8% de la población española) pueden tener bajos niveles de vitamina B12, pero es muy poco habitual en dietas bien equilibradas.

  • Problemas de estómago

Es frecuente en pacientes que se han sometido a intervenciones de eliminación de la parte del intestino donde se absorbe la vitamina, y también en personas con problemas intestinales como la enfermedad de Crohn o la gastritis atrófica (en que el tejido intestinal es muy delgado). Los pacientes con Helycobacter pilorii pueden también sufrir deficiencias de la vitamina.

Síntomas de la deficiencia de vitamina B12

La falta de vitamina B12 produce síntomas asociados a la anemia y los más habituales son:

  • Palidez de la piel
  • Cansancio. Fatiga inexplicable
  • Sensación de desmayo
  • Dolor de cabeza
  • Palpitaciones
  • Malhumor
  • Acúfenos (o tinnitus, ruidos inexistentes)

La anemia perniciosa produce, además, úlceras bucales, lengua dolorida y grietas en las comisuras de la boca. Podrían darse también alfilerazos y agujas en las manos y en los pies, problemas de visión, cambios de humor y piel tintada de amarillo limón.

La vitamina B12 juega un papel importante en  la producción de mielina (el revestimiento de los nervios). Su falta puede por tanto afectarlo y producir sensaciones extrañas en manos y pies.

Diagnóstico de la falta de vitamina B12

Se diagnostica fácilmente mediante un análisis de sangre que mida el nivel de la vitamina en el torrente sanguíneo. Si el nivel es bajo, requerirá hacer nuevos análisis para medir el grado de anemia perniciosa, de existir (hay test para anticuerpos de las células del revestimiento del estómago y el factor intrínseco). Se podría igualmente hacer el test de Schilling, que utiliza una forma radioactiva de la vitamina B12 para medir el factor intrínseco.

Tratamiento de la falta de vitamina B12

El tratamiento habitual es mediante inyecciones de vitamina B12, frecuentes en un principio para elevar las reservas del cuerpo, para ir bajando la frecuencia a inyecciones cada dos o tres meses para mantener bien cubiertas las necesidades. Estas aportaciones pueden ser necesarias de por vida, a no ser que la carencia sea consecuencia de una dieta inadecuada; en este caso, antes que las inyecciones se buscar restablecer los niveles mediante la dieta.

Las dosis recomendadas en caso de anemia perniciosa dependen de si existen problemas nerviosos. En cualquier caso, será el médico el que determine la frecuencia inicial y la de las sucesivas inyecciones.

Para incrementar la dosis de vitamina B12 ingerida en la dieta, se recomienda aumentar la ingesta de carne roja, pescados y moluscos, cereales fortificados, leche desnatada, yogur, queso y huevos.

Seguimiento de una falta de vitamina B12

La mayoría de los pacientes que siguen tratamiento contra la falta de la vitamina mejora rápidamente al iniciar el tratamiento. Un análisis anual de sangre es lo indicado para comprobar los niveles y se complementa con recuento celular, niveles de folato y función tiroidea (los pacientes con anemia perniciosa tienen ligeramente más problemas de tiroides). Si se ha producido daño nervioso como consecuencia de la falta, puede ser difícil de tratar y el daño podría no recuperarse del todo.

La anemia perniciosa conlleva el riesgo de desarrollar cáncer de estómago: un paciente que la tenga o que la haya tenido es hasta tres veces más proclive a desarrollarlo incluso si la anemia ha sido tratada. Es fundamental, por tanto, reportar al médico cualquier síntoma anómalo de estómago (indigestión, dolores, pérdidas de peso) si ha sido diagnosticado de anemia perniciosa.