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El hipo. Qué es, por qué lo tenemos y cómo quitarlo
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El hipo es una contracción involuntaria del diafragma que cierra las cuerdas vocales de forma repentina. Conocido por el típico “hip”, suele durar unos minutos y desaparecer por sí solo. Sin embargo, a veces se alarga o aparece con frecuencia, con las consecuentes molestias. Hoy veremos por qué se produce el hipo, las opciones para quitarlo y en qué casos es necesario acudir al médico.
Qué es el hipo y por qué se produce. Principales causas
Esta molestia aparece por una alteración en el funcionamiento del diafragma, que hace que se contraiga. Las causas del hipo son múltiples, como comer muy rápido, ingerir bebidas gaseosas, los cambios bruscos de temperatura, reírse a carcajadas o incluso el estrés. Este último, junto a la ansiedad, cambian el ritmo respiratorio.
A nivel fisiológico, los episodios breves se relacionan a menudo con molestias gastrointestinales. Por ejemplo, reflujo ácido o aerofagia, así como la distensión abdominal tras una comida copiosa, que es la causante del hipo después de comer. De ahí que en muchos casos aparezca justo después de comer.
También hay causas del hipo en adultos asociadas al consumo de alcohol, tabaco, y ciertos medicamentos que afectan el sistema nervioso o al estómago. Por tanto, se recomienda dejar de fumar y apostar pro hábitos saludables.
Cuando el hipo es frecuente o dura más de lo normal, conviene valorar la existencia de úlceras o hernias de hiato. O incluso problemas más serios que afectan al sistema nervioso central o a los nervios que controlan el diafragma. En esos casos, se trataría de hipo persistente, que requiere atención médica.
El hipo crónico
Cuando no se consigue quitar el hipo rápido, sino que por el contrario se extiende y dura más de 48 horas, se considera persistente. Si se prolonga más de un mes, se trataría de hipo crónico. Las causas pueden ser lesiones en los nervios que controlan el diafragma, trastornos del sistema nervioso central o problemas metabólicos. El tratamiento del hipo persistente debe hacerse bajo supervisión médica, ya que puede ser un síntoma de algo más serio.
El hipo en el embarazo
También puede aparecer hipo en el embarazo, sobre todo en el tercer trimestre. Las causas son el aumento de progesterona, el crecimiento del útero y la presión sobre el diafragma. Aunque no suele ser grave, resulta incómodo. Si además sufres reflujo o ansiedad, los episodios pueden ser más intensos.
Tratamiento del hipo
Es normal preguntarse cómo se quita el hipo cuando este no desaparece por sí mismo en poco tiempo. Sin embargo, el tratamiento del hipo es simplemente esperar. Si se volviera persistente o interfiriera con la vida diaria, entonces sí convendría acudir al médico.
Se podría recetar medicación, fisioterapia o incluso estimulación de nervios mediante técnicas específicas. En casos graves, se puede considerar la inyección de anestésicos locales en el nervio frénico. También se exploran terapias alternativas como acupuntura o incluso hipnosis.
Cómo quitar el hipo en adultos. Remedios caseros
Si lo que buscas es remedios para el hipo, puede funcionar contener la respiración, beber agua fría en pequeños sorbos, morder un limón o hacer gárgaras. También hay otros trucos para quitar el hipo menos convencionales, como presionar suavemente el diafragma o recibir un pequeño susto. Otra solución es respirar dentro de una bolsa de papel, como las de los aviones. Ayuda a regular el CO2 en sangre y detener el espasmo.
Cómo quitar el hipo en bebés
El hipo en recién nacidos es bastante habitual porque su sistema nervioso aún no se ha desarrollado. Aunque no representa ningún problema, se puede aliviar manteniendo al bebé erguido tras las tomas, dándole pequeños sorbos de agua si ya la toma o masajeando suavemente la espalda. Si el hipo aparece constantemente, conviene observar si hay reflujo u otra molestia digestiva.
Cuando hay que ir al médico
Aunque el hipo suele ser benigno, hay señales de alarma. Si dura más de 48 horas, se repite a diario o viene acompañado de otros síntomas como pérdida de peso, dificultad para hablar o tragar, se recomienda hacer una consulta. Cuando hay enfermedades cardíacas, el hipo es peligroso para el corazón porque puede aumentar la presión torácica. También es importante investigar si hay causas gastrointestinales o afecciones neurológicas.
Medicinas para el hipo
Cuando el hipo no cede con remedios naturales, existen fármacos que pueden ayudar. Entre ellos están la metoclopramida, el baclofeno o la gabapentina, que requieren prescripción médica. Actúan sobre el sistema nervioso para relajar el diafragma o reducir la excitación del nervio frénico. En casos persistentes, el tratamiento puede combinarse con psicoterapia o técnicas de relajación.
Dispositivos médicos contra el hipo
En los últimos años, han surgido dispositivos diseñados específicamente para detener el hipo. Uno de los más conocidos es un tubo en forma de “L” que genera presión al succionar agua, y que activa simultáneamente el diafragma y la epiglotis. Estos dispositivos médicos contra el hipo han mostrado buenos resultados en estudios preliminares, aunque no sustituyen la atención médica si el problema es recurrente o crónico.
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