Salud y medicina

Coronavirus: ¿Soy una persona de alto riesgo?

Coronavirus, ¿soy de alto riesgo?

Las últimas cifras publicadas de nuevos contagios y tasas de mortalidad son preocupantes y todos nos preguntamos adónde puede llevarnos esta nueva ola. Muchos estamos sometidos a un alto grado de ansiedad con nuestra salud, y preocupados u obsesionados por seguir las acciones concretas que nos recomiendan.

La Covid-19 puede hacernos caer muy seriamente enfermos, y esa es la única evidencia contrastada de que disponemos. Y el consejo aceptado universalmente para minimizar el riesgo es básicamente uno: sal de casa lo menos posible y hazlo solo en los supuestos siguientes.

  • Ir a la compra, al médico o la farmacia, o a trabajar (si no puedes hacerlo en casa)
  • En la calle o en un local público, mantén la distancia de seguridad de 2 metros
  • Lávate las manos en cuanto llegues a casa.

Es importante recordar que en la mayoría de nosotros, el virus provocaría una enfermedad moderada o no grave. Pero no en todos: hay otras personas para quienes caer contagiados puede ser fatal, como bien sabemos.

¿Quiénes son? Sigue leyendo.

Los de más de 70

Si tienes más de 70 años, debes ser particularmente cuidadoso con las recomendaciones de las autoridades sanitarias, incluso si te sientes bien y te encuentras fuerte. La razón es que la fortaleza del sistema inmune disminuye inexorablemente con la edad, con lo que combatir la infección es más problemático.

Sal, pues, lo menos posible. Si tienes 70 años o más, pide a un familiar que te haga la compra o hazlo por internet.

Las embarazadas

La Covid-19 en una enfermedad reciente, con lo que los efectos en el no nacido y en la mujer embarazada están por estudiar en detalle; y esta es la razón de que también ellas deban ser especialmente cuidadosas en el seguimiento de las normas recomendadas.

El virus es nuevo y ese desconocimiento es lo que hace a la comunidad científica incluir a las embarazadas en las categorías vulnerables. Con todo, vistas las estadísticas en todo el mundo, no hay evidencia de que el virus sea de efectos especialmente virulentos en embarazadas o en fetos. De momento, parece que los efectos son moderados.

Hay un pequeño número de bebés infectados, pero no está claro si la infección se produjo durante el embarazo o después del nacimiento. En China hubo varios partos prematuros, pero de nuevo sin evidencia de que el causante fuera el virus.

Los enfermos crónicos previos

O sea, quienes padecen alguna de las enfermedades siguientes:

  • Asma
  • EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica)
  • Diabetes
  • Cáncer
  • Enfermedad cardíaca
  • Cirrosis u otra enfermedad hepática
  • VIH/Sida

No nos cansaremos de repetirlo: todos tenemos que ser cautos, pero los enfermos crónicos con mayor razón.

Tomemos por ejemplo el caso de un diabético. Los niveles altos de azúcar en sangre durante periodos largos de tiempo disminuyen la eficacia del sistema inmune, con lo que la respuesta ante el virus será más lenta si éste penetra en el cuerpo. Tendrá por tanto más tiempo para replicarse, invadiendo los pulmones y causando los problemas respiratorios conocidos, haciendo necesaria con frecuencia la hospitalización y posterior tratamiento.

Los obesos mórbidos

Según las estadísticas, los pacientes con índice de masa corporal de 40 o superior (obesidad mórbida) tienen más riesgo de sufrir enfermedades graves debidas al virus.

La Covid-19 está muy asociada a problemas respiratorios y si el paciente tiene exceso de peso, la presión sobre los pulmones y el tórax pueden causar problemas mayores, pues el diafragma se expandirá en menor medida y los pulmones podrán exhalar el aire con mayor dificultad. En el momento que el oxígeno falte, los órganos empezarán a fallar; de ahí que los pacientes obesos deban ser muy cuidadosos también en el seguimiento de los consejos proporcionados.

Si eres de alto riesgo: tu salud mental

Si estás en alguna de las categorías citadas, podrías estar pasando por un estado de ansiedad o de preocupación. Hasta podrían estar quitándote el sueño. El flujo constante de información -de nuevo muy preocupante, como en marzo pasado- eleva sin duda el grado de ansiedad. Pero hay formas de minimizar algo ese estado. Exponemos algunos consejos a continuación.

Procura centrarte en temas positivos

Si te pasas el día leyendo ávidamente las últimas noticias sobre el avance del virus, es el momento de desconectar. Es importante controlar la cantidad de información que recibes –que consumes. Aunque conocer las estadísticas al momento puede generar una sensación de seguridad, también puede no ayudar en absoluto a tu salud emocional.

Hazte un propósito: por cada mala o negativa noticia que leas, tienes que encontrar una que resulte positiva. Te ayudará a situarte adecuadamente en tu entorno, viendo las cosas en perspectiva.

No te juzgues en absoluto

Acepta tu realidad sin ningún pero, sin complejos; te ayudará con el cuerpo y con la mente.

En situaciones de estrés, el cuerpo y la mente caen en la actitud de “lucha o huida” y se pueden generar patrones de sentimientos negativos con uno mismo. Puedes culparte si te encuentras en un grupo de riesgo, y sería un error, porque no es culpa tuya. Debes aceptar todos los aspectos de ti mismo, de tu vida y de tu actual situación, sin ningún juicio crítico, ni culpas, ni críticas. La situación que vivimos no tiene precedentes, por lo que no hay una manera perfecta de afrontar la realidad, lo que está sucediendo. La aceptación “radical” de tu situación te podrá ayudar a calmar tu estado mental.