Bienestar, Salud Mental
Cómo se puede superar la baja autoestima
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¿No puedes quitarte de encima el pensamiento de que no eres lo suficientemente bueno? Es muy normal esa falta de confianza en uno mismo en situaciones anómalas, de ésas que te sacan de tu “zona de confort” o que ponen a prueba tus habilidades cuando te enfrentas a una nueva tarea.
La baja autoestima nos afecta a todos de vez en cuando, pero si la falta de confianza en ti mismo te impide ponerte a ello… bueno, puede afectar a tu vida diaria y, desde luego, a tu salud mental.
Lee a continuación qué problemas frecuentes crea esta baja autoestima, y cómo superarlos.
Qué es la autoestima
Básicamente, la opinión que cada uno tiene de sí mismo. Una buena autoestima te hace sentirte cómodo y seguro de tus capacidades y te permite encarar la vida con optimismo.
Por el contrario, una mala opinión de ti mismo puede afectar a todos los aspectos de tu carrera profesional y a tu conducta cara a tus relaciones sociales y familiares.
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Como se mide la autoestima
¿Se puede medir la autoestima? ¿Qué constituye una baja autoestima? Como primera medida, la recomendación general ante una autoestima baja es que pidas ayuda. Acude a tu médico de familia para que considere la posibilidad de que sigas alguna terapia.
En cualquier caso, sí, la autoestima se puede medir. Busca en internet la escala de autoestima de Rosenberg, que la califica de 0 a 30, de modo que valores finales por debajo de 15 pueden indicar baja autoestima. Esta escala se usa en todo el mundo en investigaciones en ciencias sociales. Te puede dar una pista.
Si piensas que tus pensamientos negativos provienen de tu infancia, abordarlos puede parecer una misión imposible, pero hay cosas que puedes hacer para que tu salud mental mejore.
8 problemas que causa la baja autoestima
1. No te caes bien
Hay momentos en que no nos gustamos: a todos nos pasa. Pero si eso es constante, si detestamos nuestros pensamientos y actos, podemos hablar de baja autoestima. Odiarse a uno mismo se caracteriza por irritación y frustración sobre uno mismo, con cierta incapacidad para perdonarnos los fallos más nimios.
Cómo dejar de detestarte
Cambia tu diálogo interno. Una constante autocrítica fomenta el autoodio. De modo que el paso uno es acallar esa perniciosa voz de la conciencia a fuerza de generar pensamientos positivos ante cualquier pensamiento negativo que nos surja. ¿A santo de qué, eso de convertirte en tu peor crítico? Esa crítica no se la harías a tu mejor amigo, de modo que no te la hagas a ti.
Perdónate los fallos. Nadie es siempre bueno ni siempre malo. Algo malo que hagas no te va a demonizar, por lo mismo que tampoco te va a santificar lo que hagas bueno.
Pon a prueba tus opiniones sobre ti. Es posible que tu valoraciones sobre no estén actualizadas y bases tu autocrítica en opiniones pasadas –de tus padres, expareja o excompañeros de trabajo. Rebobina, y rectifica. Es tu vida.
2. Te obsesiona ser perfecto
Ese perfeccionismo es uno de los más destructivos aspectos de la baja autoestima. Un perfeccionista vive con una constante sensación de fracaso y que nunca se siente satisfecho del todo.
Como combatir el perfeccionismo
Márcate expectativas razonables. Antes de pelear por ellas, piensa en conciencia hasta qué punto tus metas son razonables o inalcanzables. Y ten en cuenta que la vida es imperfecta.
Acepta la diferencia. No es lo mismo fracasar en una tarea dada que fracasar como persona: la diferencia es abismal, y no debes confundir una y otra.
Olvídate de las cosas nimias. No seas quisquilloso con los pequeños detalles o con problemas insignificantes. Podrías olvidarte de ver las cosas en perspectiva.
3. Odias tu cuerpo
La baja autoestima y el odio al propio cuerpo van a menudo de la mano. Si no te gusta tu físico se va a reflejar en tus relaciones personales y laborales. Incluso puede ser perjudicial para tu salud, puesto que opinas que “no merece la pena” cuidarte.
Cómo lograr que tu cuerpo te guste
Deja de compararte con otros. Las comparaciones, además de odiosas, roban la alegría, y conducen solo a la inseguridad. Acepta que todos somos diferentes y recuerda cuáles son tus fortalezas.
Cuídalo. Sí, tu cuerpo: cuídalo. Una dieta sana y algo de ejercicio diario no solo te capacitarán físicamente, sino que conlleva la liberación de endorfinas, que te harán sentir mejor.
Y también tu apariencia. Olvida eso de que “no hay manera”, un pensamiento habitual de personas con baja imagen corporal. Plantéate tres cosas diarias para mejorar tu aspecto. Las vas a encontrar.
4. Encuentras que no aportas nada
Es un sentimiento relativamente frecuente, y procede de compararse con otros, supuestamente más valiosos que nosotros. Si esto te resulta familiar, debes entender que sentirte valioso no es algo que te den los demás, sino un sentimiento que debemos elaborar cada uno.
Cómo sentirte seguro de tu capacidad
Acepta el hecho de que todos nacemos con nuestros propios talentos. Y debemos sentirnos orgullosos de ellos para saber que merecemos la pena.
Deja de pensar que los demás son mejores. Es bueno saber apreciar las cualidades ajenas, pero es irracional convertir ese aprecio en que son “mejores” que tú. Admira a los demás lo que quieras, pero no en detrimento de tu propia estima.
Aprende a enseñar a los demás cómo tratarnos. Practica proyectar tu imagen como alguien cuyas opiniones son tan válidas como las de cualquiera, y el sentimiento de que vales la pena aumentará.
5. Eres demasiado sensible
Es uno de los aspectos más dolorosos de la baja autoestima. Es importante aprender a que “te resbale”cualquier crítica o comentario que se te haga, en lugar de venirte abajo. Es importante desensibilizarte.
Cómo ser constructivo con las críticas
Escucha con realismo lo que te han dicho. Eso te permitirá juzgar si el comentario es cierto o no antes de decidir cómo tomarlo.
Defiéndete. Si la crítica no es cierta, o es negativa, muestra tu desacuerdo.
Sé proactivo. Si hay algo de cierto en el comentario, aprende de ello, antes de sentirte muy mal. La crítica constructiva debe ser exactamente eso y, siempre que lo sea, debes asimilarla y mejorar el aspecto criticado.
No te quedes parado. Seguir dando vueltas al comentario que te preocupa solo implica “anclarlo” en la mente, y eso no va a ayudar.
6. Tienes miedos y ansiedad
Esos miedos y la creencia de que no eres capaz de cambiar nada de tu propio mundo están irremediablemente unidos a la baja autoestima.
Cómo luchar contra el miedo y la ansiedad
Distingue entre miedo real y miedo infundado. Pon en un cara a cara tus preocupaciones y los hechos, y plantéate si realmente tu miedo está justificado por la evidencia. Verás que en muchos casos no es así.
Crea tu propia seguridad enfrentándote a tus miedos. Haz una pirámide con tus miedos, poniendo el mayor en lo más alto y los más pequeños, abajo. La idea es trabajar de abajo arriba, fijándote en cada miedo y afianzando tu confianza a medida que subes en la pirámide.
7. A menudo estás enfadado
El enfado es una emoción normal, pero unido a una baja autoestima se distorsiona. Cuando no te tienes en buen concepto, empiezas a creer que a los demásno les importan tus pensamientos y sensaciones. El dolor y la irritación reprimidos pueden acumularse, desencadenando ataques de furia.
Como expresar tu irritación de forma sana
Aprende a mantener la calma. No ocultes tus pensamientos hasta que exploten. Di lo que sientes a medida que lo vayas sintiendo.
Levántate y sal. Si no funciona lo anterior, sal de la situación y respira profundamente para volver a un estado más relajado.
No te excedas. La gente con baja autoestima a menudo se compromete demasiado y al no poder cumplir, aparecen sentimientos amargos. Intenta hacer solo lo que te sientas realmente capaz de hacer.
8. Eres demasiado complaciente
Es uno de los mayores problemas de la baja autoestima. Tienes que gustar a los demás de modo que les gustes, te quieran y te respeten. El resultado muchas veces es que los demasiado complacientes acaban siendo utilizados.
Como establecer límites
Aprende a decir “no”. Tu valor no depende de la aprobación de los demás. La gente te quiere por lo que eres, no por lo que haces por ellos.
Sé egoísta de vez en cuando. O, por lo menos, piensa más en tus propias necesidades. La gente con buena autoestima sabe cuándo es importante ponerse el primero.
Pon límites a los demás. Sentirse utilizado emana de aceptar cosas de los demás que no son admisibles y eso crea resentimientos, corrosivos para ti. Empieza a limitar lo que hará y lo que no harás por los demás y tus resentimientos desaparecerán.