Salud y medicina

Cómo paliar los dolores articulares

dolor articulaciones

Las articulaciones son las juntas entre los huesos, las que los mantienen unidos formando el cuerpo. Valga esta obviedad para entender la importancia que tienen y hasta qué punto deben cuidase. El dolor de las articulaciones es algo muy común, y la mayoría de nosotros experimentará dolores en algún momento de la vida. La edad no ayuda, claro y, a medida que envejece quien los sufre, sobre todo si padece artritis (la inflamación de las articulaciones) notará probablemente que van aumentando.

¿Se pueden aliviar o paliar los dolores de articulaciones sin recurrir constantemente a analgésicos y antiinflamatorios? Aquí puedes encontrar algunas respuestas.

Por qué duelen las articulaciones

La causa más común del dolor es la artritis, que se produce por el desgaste debido al uso, por problemas “mecánicos” de la articulación o bien por lesiones. La osteoartritis es el empeoramiento del dolor asociado habitualmente a la edad, mientras que la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, en la que el propio cuerpo “ataca” los tejidos de las juntas, lo que causa la sensación de dolor, hinchazón, calor y rigidez de la articulación.

Hay algunas señales que pueden advertirnos:

  • Crujidos en una o más articulaciones
  • Sentir la necesidad de estirar la espalda a diario
  • Una articulación se muestra menos flexible que antes, o no se puede extender por completo.
  • Hinchazón o deformidad en alguna articulación
  • Los pies y las manos se enfrían y se muestran rígidos
  • Dolor después de hacer ejercicio; dificultad para arrodillarse.

Cómo cuidar las articulaciones

Si tienes dolores en las articulaciones, el primer paso es acudir al médico, para que descarte cualquier problema mayor. Pero, en general, puedes seguir estos consejos para mantenerlas sanas a medida que envejeces:

Mantente en un peso adecuado

El primer paso para paliar el dolor es conservar todos los movimientos del cuerpo, lo que puede ser difícil si no estás en tu peso. Cada kilo de más va a cargar las rodillas, tanto en movimiento como estando de pie: se estima que cada kilo de más transmite a las rodillas entre dos y tres kilos extra.

Existe un estudio que reportó que la población obesa requerirá hasta tres veces más intervenciones quirúrgicas de las articulaciones que quienes están en su peso. El riesgo está cuantificado: quienes tienen sobrepeso y adelgazan no más de 5kg dividen por dos el riesgo de osteoartritis en los siguientes diez años.

Mueve las extremidades en todas direcciones posibles. El movimiento es la clave. Tanto el Pilates como el yoga pueden resultar de mucha ayuda.

Haz gimnasia regularmente, pero sin pasarte

La creencia general es que cuanto más ejercicio hagas en la juventud, más forzarás las articulaciones, lo que te pasará factura con la edad. No siempre es cierto. Las articulaciones y los cartílagos soportan bien las cargas, estimulando el crecimiento de los cartílagos protectores.

Al empezar con las pesas, ten cuidado con no pasarte. La carga excesiva puede contribuir a la aparición de osteofitos, que son excrecencias (crecimientos anómalos del hueso) en las articulaciones, que pueden acabar por limitar seriamente el movimiento y que pueden requerir intervenciones quirúrgicas.

No te estires demasiado

Ya hemos dicho que el yoga puede ayudar, pero tampoco hay que abusar de él. La articulación, o junta, puede compararse a la bisagra de una puerta: cuanto más la fuerces para abrirla más, más probable es que la acabes dañando.

De forma similar, estirar en exceso los músculos próximos a las articulaciones puede afectar las juntas en el punto en que se conectan con ambos huesos. Hay personas con hiper-movilidad, o con articulaciones inestables, que pueden estirarse anormalmente, sin darse cuenta de que están provocándose lesiones que acabarán apareciendo.

Muévete

Los lectores de estos artículos no necesitarán que hablemos de las bondades del ejercicio y del peligro del sedentarismo. Éste puede causar un problema adicional a los siempre comentados aquí: el movimiento de las articulaciones que soportan carga, como las rodillas, estimula la resistencia de los cartílagos y el efecto amortiguador del líquido sinovial. La inactividad puede resultar perniciosa para este efecto.

Si trabajas largas horas sentado, levántate cada hora y siéntate en el suelo con las piernas cruzadas o, como alternativa, sube los pies al asiento donde estás sentado. El simple cambio de posición ayudará a movilizar las juntas.

Duerme lo suficiente

La falta de sueño está asociada al dolor, a la invalidez y al declinar mental, mostró un estudio de 2015. Los pacientes de osteoartritis con problemas de sueño estaban en mucho mayor riesgo de padecer depresiones e incluso discapacidades a medio plazo. De modo que debes tratar esos posibles problemas de sueño, algo que de siempre… bueno, ¡también venimos diciendo aquí!