Salud y medicina

Ciática: paliativos caseros del dolor

Ciática es un dolor en el nervio ciático, que es el nervio que va desde la parte baja de la espalda hasta los pies. Muchas personas experimentan a lo largo de la vida algún episodio de dolor del nervio ciático. Y hay que experimentarlo para saber hasta qué punto puede ser un serio problema en la vida diaria.

A continuación mostramos algunos trucos caseros para paliar este dolor.

Qué es la ciática

Con más propiedad, ciatalgia, es una dolencia que afecta al nervio ciático, que arranca de la parte baja de la médula espinal, atraviesa los glúteos, baja por la parte trasera de las piernas y acaba en los pies. Es el más largo de los nervios del cuerpo. Cuando el nervio está sometido a una presión anómala, o cuando se daña por cualquier circunstancia es cuando se produce el dolor.

El término “ciática” se aplica a cualquier dolor no específico, radiante, en algún punto trasero de la pierna.

Causas de la ciática

Hay muchos factores diferentes que pueden causar el dolor y, por tanto, hay que considerar muchas posibles causas.

La más común es debida a la descolocación de un disco –más conocida por hernia de disco–, pero los siguientes trastornos pueden resultar en dolor ciático:

  • Enfermedad degenerativa de un disco lumbar, en que el disco se ve afectado por cualquier causa. Es frecuente a medida que envejecemos.
  • Espolones óseos, u osteofitos, que son protuberancias óseas que a veces aparecen con la edad.
  • Estenosis raquídea lumbar, que es el estrechamiento del conducto raquídeo, en la parte inferior de la espalda.
  • Espondilolistesis, o desplazamiento de una vértebra.
  • Síndrome piriforme, cuando el músculo piriforme, que está en los glúteos, presiona el nervio ciático. Es poco frecuente y más habitual en mujeres.
  • Tumores espinales

Dado que las posibles causas son diversas y múltiples, es fundamental buscar ayuda médica en caso de experimentar dolor ciático, para diagnosticar adecuadamente e instaurar el debido tratamiento.

Ejercicios para prevenirla

Si eres proclive a tener dolores de ciática, es aconsejable que realices diariamente y con regularidad los ejercicios siguientes:

  • Extensiones de la espalda

Échate boca abajo, con los brazos doblados por los codos y descansando sobre los antebrazos. Mantén baja la cabeza y no dobles el cuello. Empuja a continuación con las manos de modo que arquees la espalda hacia arriba, sin levantar del suelo las caderas y sin doblar el cuello. Debes sentir un mínimo estiramiento en los músculos abdominales, pero sin dolor. Mantén la posición unos segundos y vuelve a la posición inicial. Repítelo diez veces.

  • Estiramientos de glúteos

Échate boca arriba con un pequeño almohadón bajo la cabeza. Dobla la pierna derecha y descansa la pierna izquierda sobre el muslo derecho. Tira hacia ti del muslo derecho, con la espalda en el suelo y las caderas rectas. Debes notar un estiramiento suave en la nalga izquierda. Mantén la posición medio minuto y repite la operación con la otra pierna. Hazlo tres veces para cada pierna, alternando.

  • Estiramientos de isquiotibiales

De pie, derecho y con la espalda recta, pon un pie en un escalón, manteniendo la pierna recta, inclinándote despacio hacia delante; recuerda: la espalda, recta. Estira lo que puedas, sin estar demasiado incómodo y mantente así durante 20 segundos, respirando profundamente.  Repite tres veces con cada pierna, alternándolas.

Tratamiento de la ciática

Los remedios caseros suelen aliviar en no pequeña medida a los pacientes de ciática. Proponemos los siguientes:

Frío y calor

Con una combinación de bolsas fría y caliente se suele lograr un alivio significativo. El frío reduce la inflamación, que está asociada con el dolor del nervio. Por su parte, el calor favorece el flujo sanguíneo al área caldeada.

Alternar el frío y el calor reducirá el dolor y la inflamación:

  • Empieza con la aplicación de frío

Aplícate varias veces al día una bolsa de hielo envuelto en una toalla o, mejor, un paquete de guisantes congelados, igualmente envuelto, en la zona dolorida. No lo mantengas seguido más de unos pocos minutos.

  • Cambia a calor

Después de dos o tres días, aplícate calor (por ejemplo con una bolsa de agua caliente) en las zonas doloridas. Si te sigue doliendo, prueba a alternar frío y calor.

Estiramientos

Los estiramientos de la zona baja de la espalda pueden aliviar la compresión del nervio. Durante ellos, procura evitar sacudidas o torceduras. Mantenlos al menos durante 30 segundos:

  • Túmbate de espaldas en una colchoneta con las pierna rectas y los pies separados tanto como las caderas
  • Mantén relajada la parte alta del cuerpo y dobla la rodilla derecha a la vez que coges aire
  • Junta las manos detrás del muslo y tira de él hacia el torso tanto como puedas sin sentir dolor. La otra pierna, recta sobre el suelo
  • Mantén la posición 20 segundos, mientras respiras sosegadamente, y baja despacio la pierna a la posición de inicio
  • Cambia de pierna y repite la operación. Repite ambas piernas 3-5 veces.

Flossing neural

Un estiramiento del músculo piriforme podrá aliviar la tensión del nervio ciático y aliviar el dolor. Si tienes la certeza de que tu ciática no es consecuencia de un golpe o de un daño en la espalda (como una hernia de disco), intenta la técnica llamada  flossing neural.

Los nervios no se estiran, y tampoco se contraen. Tienen que estar libres de cualquier compresión o de cualquier “enganche” y poder moverse libremente. Cualquiera de estos trastornos producirá dolor.

El flossing neural consiste en una serie de ejercicios que permiten liberar el nervio de cualquier compresión. Lo idóneo es que un fisioterapeuta o un profesional te enseñe a hacer estos ejercicios, que luego resultan fácilmente realizables en casa.

Masaje

No solo relajará los músculos de la espalda, sino que aliviará las contracciones afectadas por el nervio ciático, a la vez que mejorará el flujo sanguíneo. Es recomendable el uso de aceites naturales para el masaje.