

Alimentación y Nutrición
Falta de apetito: qué puede pasar cuando dejas de tener hambre
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De repente notas que has dejado de tener hambre y te preguntas… ¿Por qué no tengo hambre? No tienes ni idea del porqué. Son muchas las posibles causas de la falta de apetito; desde problemas psicológicos a cuestiones de salud de mayor gravedad (que afortunadamente son las causas menos frecuentes). A continuación, vamos a hablarte de las causas de la falta de apetito y qué puede pasar cuando no tienes hambre.
¿Por qué no tengo hambre?
La pérdida de apetito puede estar relacionada con diversos factores. Los más comunes son los cambios emocionales, enfermedades físicas o efectos secundarios de algunos medicamentos. En algunos casos, puede tratarse de fata de apetito por ansiedad, ya que puede esta altera los patrones de hambre y saciedad. Además, hay condiciones médicas, como el hipotiroidismo o problemas digestivos, que pueden contribuir a la inapetencia.
Si se extiende a varios días, es normal preguntarse por qué no tengo ganas de comer. Las causas principales son las siguientes:
1. Estrés no crónico
Una consecuencia del estrés ocasional es no tener ganas de comer. Puede tratarse de situaciones como exámenes, presión laboral o cambios importantes en algún aspecto de la vida de la persona. En estos escenarios, es habitual decir que tengo hambre, pero no me entra la comida.
2.Medicamentos
Algunos medicamentos, como los antibióticos, los tratamientos de quimioterapia y ciertos analgésicos, pueden tener como efecto secundario la pérdida de apetito. Es importante revisar los prospectos y consultar al médico si se sospecha que un fármaco está afectando el apetito.
3.Una gripe o un enfriamiento
Las infecciones virales, como la gripe o un resfriado común, causan inapetencia, dado que el cuerpo se centra en combatir dicha infección. La falta de apetito desaparece una vez que se alivian los síntomas como fiebre, malestar general o congestión nasal.
4.Problemas endocrinos (hipotiroidismo)
El hipotiroidismo es una condición en la que la glándula tiroides produce menos hormonas de lo necesario. Puede causar fatiga, aumento de peso y pérdida de apetito.
5.El envejecimiento
Con la edad, es común preguntarse por qué no tengo hambre. Los cambios que se experimental en el organismo reducen el apetito. Otras causas son la disminución de la actividad física, cambios en el sentido del gusto o problemas dentales.
6.Algunas enfermedades o trastornos
Enfermedades crónicas como la insuficiencia renal, enfermedades hepáticas o pulmonares y condiciones como la demencia también reducen el apetito.
7.Anemia
La anemia, especialmente la causada por deficiencia de hierro o vitamina B12, puede provocar fatiga y pérdida de apetito. Si te preguntas por qué no tengo ganas de comer ni de hacer nada, es probable que haya anemia.
8.Problemas estomacales
Trastornos digestivos como la gastritis, úlceras o el síndrome del intestino irritable pueden causar molestias que reducen el deseo de comer.
9.Depresión o ansiedad
Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, modifican la relación con la comida. En algunas personas, se aumenta la ingesta, sobre todo de alimentos poco saludables. En otras, hay falta de apetito y cansancio por ansiedad.
10.Trastornos alimentarios
Algunas condiciones como la anorexia nerviosa o la bulimia también modifican la relación con la comida. Estos trastornos requieren atención médica especializada, dado que no se trata de no tener ganas de comer, sino de optar por pasar hambre para modificar el peso. En la bulimia, hay atracones y vómitos.
Pérdida de apetito sin causa aparente
En ocasiones, la falta de apetito puede presentarse sin una causa evidente. Es importante observar si esta situación persiste o se acompaña de otros síntomas como pérdida de peso, fatiga o cambios en el estado de ánimo. En lugar de preguntarnos qué comer cuando no tienes hambre, hay que acudir directamente a un profesional de la salud para una evaluación completa.
Consejos para solucionar la pérdida de apetito
Antes de aplicar soluciones, conviene revisar algunas reglas básicas para comer sano y bien que pueden ayudar a reeducar el cuerpo y facilitar la vuelta del apetito.
1.Establece unos horarios
Mantener horarios regulares para las comidas ayuda a estimular el apetito. Incluso si no se tiene hambre, hay que intentar comer pequeñas porciones a las horas habituales.
2.Elige alimentos nutritivos fáciles de digerir
Opta por alimentos suaves y fáciles de digerir, como sopas, purés o frutas, que faciliten la ingesta cuando el apetito es bajo. También deben aportar los nutrientes necesarios. Además, comer despacio y masticar bien los alimentos es una estrategia que ayuda a mejorar la digestión y despertar el apetito de forma natural.
3.Practica algún deporte
La actividad física moderada puede estimular el apetito al aumentar el gasto energético. Además, el ejercicio regular contribuye al bienestar general y puede mejorar el estado de ánimo y disminuir la ansiedad y la falta de apetito.
4.Ejercicios Mindfulness
Las técnicas de mindfulness o atención plena ayudan a reconectar con las señales de hambre y saciedad del cuerpo. También reducen el estrés y la ansiedad que quita el hambre.
Cuándo ir al médico
Es aconsejable buscar atención médica si la falta de apetito persiste durante más de una semana, se acompaña de pérdida de peso significativa, fatiga extrema o cambios en el estado de ánimo. En estos casos, habrá que hacer una evaluación completa y determinar si existe una causa subyacente que requiera tratamiento.
Consideraciones a tener en cuenta si empezamos a sentir falta de apetito
No hay que ignorar la inapetencia o falta de apetito, salvo que haya una causa muy evidente que esté generando el estrés emocional. Cuando se prolonga o se presenta junto con otros síntomas, hay que ir al médico. Se recomienda mantener un registro de los hábitos alimentarios, el estado de ánimo y cualquier otro síntoma.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si no me da nada de hambre?
Si experimentas la falta de apetito y no te da hambre, puede haber varias razones para ello. Esto puede deberse a factores como estrés, ansiedad, problemas de salud, cambios en tu rutina dietética o incluso falta de actividad física. Si esta falta de apetito persiste o se acompaña de otros síntomas preocupantes, es recomendable consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada y determinar la causa subyacente.
Bibliografía
https://medlineplus.gov/spanish/eatingdisorders.html
https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/meditation/in-depth/meditation/art-20045858