Salud y medicina

Balanitis

Qué es la balanitis

Denominamos balanitis a la inflamación de la piel que recubre la cabeza (glande o balano) del pene.

Por qué se produce

Las causas más frecuentes son las siguientes:

Irritaciones

Una higiene descuidada y un prepucio (que es la piel que recubre el glande) que no se puede retraer, presentes sobre todo en los jóvenes, favorece la irritación provocada por el esmegma. El esmegma es una secreción blanquecina y de aspecto graso que se acumula bajo el prepucio. El trastorno de imposibilidad de retracción del prepucio se llama fimosis.

Dermatitis seborreica

Es una erupción inflamatoria, de origen indeterminado, que suele aparecer en el cuero cabelludo, detrás de las orejas y en los pliegues de la piel. También en el área del glande.

Infección por cándidas (hongos)

Cuando aparece, generalmente la pareja ha presentado episodios de candidiasis previos. El varón puede actuar como reserva y potencial foco de infección de la pareja. La candidiasis representa hasta el 30% de todas las balanitis.

Alergia por contacto

Puede estar provocada por alergia a cosméticos (usados por uno mismo o por la pareja) o a determinados componentes, como el látex, presentes en los preservativos.

Balanitis xerótica esclerosante

La BXE, también denominada esclerosis liquenoide, afecta fundamentalmente al prepucio, derivando en una pérdida de coloración de la piel, cicatrices y tirantez. También produce fimosis, que puede requerir la circuncisión. En ocasiones, es necesaria la intervención quirúrgica para prevenir la retracción (estrechamiento) de la uretra.

Las cremas con esteroides pueden ser útiles para la irritación, pero el paciente necesita un seguimiento a largo plazo para prevenir repeticiones. La circuncisión, no obstante, es el tratamiento definitivo.

Balanitis circinada

Es la manifestación en la piel del síndrome de Reiter, una enfermedad de las articulaciones que produce artritis (inflamación y dolor en las articulaciones, generalmente en las rodillas), uretritis (inflamación de la uretra, que es el conducto que lleva la orina desde la vejiga al exterior) y conjuntivitis.

Anomalías patológicas generalizadas en la piel

Otros trastornos que pueden afectar al pene son los siguientes:

  • El liquen plano, que es la aparición de una erupción en la piel o en la boca que causa un picor intenso
  • La psoriasis, que es una enfermedad autoinmune en la que aparecen manchas rojas, escamosas, que pican. Es crónica y no tiene cura
  • El eritema exudativo multiforme, un tipo de reacción alérgica que normalmente se resuelve por sí solo
  • El eritema fijo, que es una irritación causada por diversos fármacos, como la tetraciclina; suele aparecer siempre en las mismas zonas
  • La eritoplasia de Queyrat, que es una enfermedad precancerosa de la piel del glande; es poco frecuente

Diabetes

Los diabéticos tienen más riesgo de padecer balanitis por causa bacteriana, o por hongos.

La balanitis en los jóvenes

Suele estar asociada a un prepucio que no puede retraerse bien, lo que ya hemos visto que se llama fimosis. La fimosis dificulta la higiene adecuada y un contacto persistente de la orina y el esmegma con la mucosa del glande. Los casos poco complicados suelen responder al tratamiento con antibióticos en pomada y a medidas higiénicas.

La irritación e inflamación ocasionales del glande pueden deberse a una parafimosis, presente generalmente en pacientes con un cierto grado de fimosis, al retraer el prepucio hacia el surco balano-prepucial (que es el surco que está entre donde acaba el glande y el resto del pene) y permanecer en esa posición. La presión que ejerce el prepucio disminuye el drenaje venoso del glande, lo que provoca su inflamación y causa que aumente la parafimosis impidiendo en la práctica la retracción del prepucio.

Este trastorno puede acabar obstruyendo la circulación sanguínea del glande, al estrangularlo, y requiere tratamiento médico urgente. A menudo, el prepucio puede volver a su posición tras determinada maniobra del médico; en caso contrario, es necesaria una intervención quirúrgica con anestesia local, la incisión dorsal del prepucio o incluso la circuncisión.

Qué pruebas son necesarias

En muchas ocasiones, se puede diagnosticar valorando los antecedentes del paciente y con una adecuada exploración física.

  • Para confirmar o descartar alergias es necesario realizar pruebas de alergenos. Esta prueba consiste en colocar sobre la piel un parche que contiene diferentes sustancias frecuentemente alergénicas, y permite comprobar un rechazo alérgico local
  • Ante la sospecha de eritoplasia de Queyrat o de BXE puede ser necesaria una biopsia (toma de una muestra del tejido dudoso para someterla a un examen anatomo-patológico)
  • Para descartar diabetes es preciso realizar análisis de sangre y de orina
  • Deben tomarse muestras de la zona inflamada para realizar cultivos, con el fin de determinar la posible presencia de infecciones bacterianas o por hongos, sobre todo en los casos que o responden a antibióticos de primera línea
  • Ante la sospecha de infección del tracto urinario hay que enviar una muestra de orina para su examen microscópico y cultivo.

Cómo se trata la balanitis

El tratamiento viene determinado por la causa que origine el trastorno. Es preciso consultar con un médico antes de tomar cualquier medida específica, pues los tratamientos varían ostensiblemente según la causa que origina el cuadro.

Las medidas más frecuentes son:

  • Medidas higiénicas básicas, que permiten que en ciertos casos se elimine la causa irritante, sobre todo en los casos de fimosis
  • El lavado del pene con una solución antiséptica de permanganato potásico (diluido 1/10.000) es casi siempre una medida beneficiosa. Produce una coloración violácea temporal
  • Cremas con esteroides (derivados de la cortisona) de potencia intermedia y en períodos cortos de tiempo para tratar trastornos inflamatorios de la piel, problemas eczemáticos no infecciosos
  • Los casos de BXE y otras alteraciones patológicas poco frecuentes necesitan derivarse al urólogo o al dermatólogo
  • En algunos casos, la fimosis y la parafimosis requieren la circuncisión para evitar nuevos episodios de balanitis.

Bibliografía:

Balanitis (Universidad de Navarra)

Qué es la balanitis (Redacción médica)