Vida de Pareja

14 indicios de que tu pareja quiere controlarte

¿Piensas que tu pareja podría estar intentando controlarte? Si tienes alguna duda, por pequeña que sea, de que algo falla en vuestra relación, y no te sientes emocional o físicamente segura, lo más probable es que tengas razón. La violencia doméstica es considerablemente más compleja de lo que puede parecer y… no todo el maltrato es físico.

Si tu pareja te maltrata, pero sin levantarte la mano, el maltrato puede ser difícil de detectar y puedes estar en un mar de dudas. El control coercitivo está frecuentemente en el núcleo de la violencia doméstica, pero al ser de una forma insidiosa de abuso, ¿cómo afirmar que tu pareja te controla –o lo pretende– y qué puedes hacer para acabar con ello?

A continuación, la opinión de los expertos.

Qué es el control coercitivo

El maltrato a veces se disfraza de diversas cosas. El control coercitivo es una forma de maltrato psicológico en el que el maltratador sigue conductas tendentes a la manipulación y al control dentro de una relación, y ejerce cierta forma de poder sobre la víctima, a veces mediante la humillación o la intimidación. Esas conductas son siempre sutiles y por tanto difíciles de detectar.

Dicho de otro modo, el control coercitivo es el control del comportamiento; ya sea mediante un acto único o mediante una pauta de actuación del maltratador, priva a la víctima de su libertad y de su capacidad de juzgarse positivamente. El resultado es que la víctima se siente cada vez más dependiente del maltratador, creando un círculo vicioso.

El control coercitivo crea así una cadena invisible que más tarde se apretará en torno a la víctima, privándola de su libertad y reduciendo su capacidad de reacción, como le sucede a un rehén.

Pero, ¿cómo detectar el control coercitivo?

Cómo detectar un control coercitivo

Si estás constantemente preguntándote si tus miedos son reales o es solo tu imaginación, que no te preocupe pedir ayuda. Estar en una relación tóxica dificulta decir si te está sucediendo, especialmente porque la naturaleza del control coercitivo mina la confianza en tu propio criterio.

Hemos resaltado 14 signos de que tu pareja puede estar usando técnicas de maltrato para intentar controlarte. Si alguno de ellos te resulta familiar, podría haber llegado el momento de evaluar la relación con tu pareja y pensar en terminarla. Si te ocurre algo de lo que sigue:

  • Trata de aislarte de tu familia y tus amigos

El primer paso para ganar en control es “divide y vencerás”, de modo que el maltratador trata normalmente de aislarte de cualquiera que suponga ayuda para ti: familia, amigos o cualquier otro que pueda servirte de ayuda y así lograr el poder absoluto sobre ti. Si tu pareja empieza a despotricar contra tu familia, puede ser la primera señal.

El maltratador suele empezar dificultando la relación entre ti y tu familia y amigos. Hacen comentarios cáusticos sobre ellos y ponen problemas cada vez que surge verse con ellos. El maltratador actúa como si fuera la víctima e insinuará que son ellos quienes tienen un problema con vosotros y pretenderá que os distanciéis.

Pero ¿por qué? La razón es que el maltratador te quiere sola, quiere que su víctima esté sola. No quieren opiniones de terceros sobre vuestra relación, pues alguien de fuera es una amenaza para sus planes.

Es como un león cazando: cuando ya ha logrado separar a su presa del resto de la manada para él es mucho más fácil, puesto que la víctima está sola, es vulnerable y está asustada. El maltratador quiere confundir a su víctima haciéndola creer que todos están contra vosotros, con lo que la víctima decide distanciarse de la “perversa” relación con tu familia o con tus amigos. Y, de paso, hace feliz al maltratador.

  • Controla tus actividades

Comprobar tu teléfono y espiar en tus medios sociales puede parecer inocente, pero si sientes que aumenta el control que tiene sobre lo que haces, puede ser una espiral al control coercitivo.

Al maltratador le gusta estar al mando en todo momento y el control de lo que hace su víctima es una forma de lograrlo. Querrá saber dónde vas, con quién vas, cuánto tiempo vas a estar fuera y con quién hablas por teléfono. Hay casos extremos de poner cámaras ocultas en la casa o dispositivos de seguimiento en el coche.

La razón es tratar de aislarte y asegurarse de que no tienes a nadie más que a él. Te hace sentirte intimidada y a menudo al límite, resultando en que no quieres ver a nadie ni hacer nada si ello crea un problema con el maltratador.

  • Coartar tu libertad

Cuando el maltratador empieza a controlarte coartando tu libertad, en realidad trata de quebrar tu identidad. Ya no haces las cosas que antes te gustaban; tu propio mundo se reduce cada vez más mientras que él se vuelve cada vez mayor y más poderoso.

Cuanto más control tenga sobre ti, se sentirá mejor y más fuerte.

  • Te hace “luz de gas”

¿Has comenzado a dudar de ti misma? Hacer “luz de gas” es una forma sutil e insidiosa de maltrato doméstico y manipulación que logra que la víctima se cuestione sus propios sentimientos, juicios y hasta su salud mental.

El maltratador tratará de que su víctima piense que todo es culpa suya –como que está medio loca, por ejemplo. La convencerá de que ha dicho o hecho cosas que en realidad no ha hecho.

  • Te critica constantemente

Un aviso rojo de control coercitivo es que las críticas de tu pareja sean cada vez más frecuentes y ácidas.

Esa crítica constante provoca que la víctima se venga abajo, pierda la seguridad en sí misma y esté pendiente del maltratador tratando de obtener su satisfacción, la validación de la conducta de la víctima. Por supuesto, el maltratador se siente mejor consigo mismo.

  • Te controla el dinero

Un paso obvio es hacerte cerrar tu cuenta corriente y que pases tus ingresos a una cuenta común. Y, como no te sientes segura de ti misma, agradecerás que él tome el mando, con lo que habrá logrado controlar tu dinero. Podrá hasta hacerte pedirle cinco euros para comprar tal revista.

¿La razón? Tenerte tan controlada que no tengas materialmente ningún sitio a donde ir porque no tienes los medios para hacerlo.

  • Te fuerza a acatar sus reglas

Puedes acabar por tener miedo de que pongas el rollo de papel en su colgador en el sentido incorrecto, o que pongas la leche del café demasiado poco caliente en la jarrita. Miedo de su reacción, claro. Si te pasa algo parecido, estás navegando en aguas pantanosas.

Los maltratadores lo quieren todo a su manera, y de ninguna otra forma. La víctima se siente como caminando sobre hielo, y acaba pendiente de hacer todo a gusto de él.

  • Alienación parental

Si ha convencido a tus hijos de que te rechacen o simplemente de que cuestionen tu autoridad y te desobedezcan sin razón, no solo ha logrado enturbiar o sabotear la relación con ellos, sino que ha establecido claramente su posición jerárquica en la familia.

De nuevo, lo que pretende es que te sepas cada vez más aislada… pero, eso sí, que pienses que el problema eres tú.

  • Define tu estilo de vida

Hasta puede parecer que se preocupa por tu bienestar cuando muestra interés por tus preferencias en materia de moda o por saber dónde estás en cada momento. Pero si te dice qué debes ponerte o dónde debes ir (y dónde no), son signos de control coercitivo.

La víctima de un maltratador puede acabar siendo un robot, que come, se viste y duerme, como y cuando él manda. La víctima pierde su identidad y la capacidad de tomar decisiones. Puede hasta acabar incapaz de pensar por sí  misma.

  • Se muestra celoso

Los celos es un sentimiento que acompaña con frecuencia al amor y los celos del maltratador podrían tomarse como una muestra de eso, de amor. Pero acusarte sistemáticamente de algo que no has hecho es una manera infalible de destruir tu autoestima, y una forma más de controlarte.

Es más, puede estar acusándote a ti de algo que, en realidad, es él quien lo hace. Los celos extremos muestran un sentimiento de posesión y si piensa que admiras a alguien no le gustará nada de nada, porque es él quien reclama toda tu atención.

Te dificulta pedir ayuda

Si evita que pidas cualquier tipo de ayuda (puede hasta incluir ayuda médica) es un aviso rojo fundamental. Le gusta verte sufrir, les gusta reflejar su poder en tu debilidad.

Si tienes la más mínima duda, no lo pienses más y llama al 016.

  • Regula tu vida sexual

¿Te exige tener relaciones o durante ellas te exige que hagas cosas que no te gustan? Es normal que tengáis ciertas divergencias en cuanto a gustos sexuales, pero si realmente te sientes obligada es un signo de control coercitivo y estás en tu pleno derecho a decir “no”.

El maltratador quiere controlar todos los aspectos de tu vida, y también el sexual. Será él quien diga cuándo, dónde y cómo. No pensará si estás consintiendo o no. Cree que tiene derecho a hacer todo lo que le gusta.

  • Te amenaza físicamente

¿En algún momento tienes o has tenido miedo de que te haga daño a ti o a alguien de tu familia? No sería raro que usara las amenazas para lograr sus fines.

La idea es intimidarte y que le tengas miedo, de modo que hagas todo lo necesario para sentirte segura; todo lo necesario… es hacer lo que él quiera, claro. Eso es lo que pretende.

  • Te hace chantaje

Esto puede parecer salido de una película, pero si le contaste algo privado de tu pasado o le enseñaste fotos tuyas, también de índole privada, y te amenaza con hacerlo público… bueno, esto se llama chantaje, y es un delito muy bien tipificado en el código penal.

En momentos de aparente tranquilidad puede sonsacarte sobre tu pasado por ver si encuentra algo que pueda volver “sucio”, llegado el momento, para amenazarte con revelarlo.

Cómo salir del control coercitivo

Si crees que algo no está bien, lo probable es que NO esté bien. Pero salir de una relación de maltrato puede ser difícil y lleva tiempo, requiere planificación y exige resiliencia. Si no te sientes con fuerzas para dejarle es que ha logrado controlarte. Y no debes pensar que vas a hacer todo por ti misma, de modo que debes tener presente que no estás sola.

Para salir de una relación tóxica, existen grupos de ayuda que puedes encontrar en internet. Hasta que llegue el momento, los expertos aconsejan:

  • Lleva un diario

Toma notas desde el primer momento que notas que algo no va bien. Guarda mensajes de texto como capturas de pantalla, fotos, notas escritas… todo lo que puedas necesitar en un futuro.

  • No temas pedir ayuda

Pide a alguien cercano que te ayude, o bien llama al 016. Dejar a un maltratador es muy duro, especialmente si ha logrado aislarte de tus amigos y familia.

  • Planea tu marcha

Es crucial, pues debe hacerse con todo cuidado. Reúne toda la documentación importante: pasaporte, datos bancarios, certificados de nacimiento… y escóndela, o dásela a quien te ayude para que la tenga a buen recaudo. Ten a mano una bolsa que contenga una muda, los números de teléfono que puedas necesitar (por si tienes que salir sin tu móvil) y dinero.

  • Recuerda: la ley está de tu parte

No es necesario hacer hincapié en que, lamentablemente, el maltratador no suele dejar a su víctima “irse de rositas”. Puede volverse realmente violento, y será llegado el momento de llamar a la policía. El maltrato es un delito y está perseguido por la ley. Por eso es importante conservar toda la evidencia posible.