Bienestar, Salud Mental

“Todos los miedos que la persona tiene en la vida los traslada al momento de la propia muerte”

Entrevista al Dr. Jordi Domingo, psiquiatra y autor del libro El viaje de Tánatos

La sociedad en la que vivimos nos enseña poco o nada a cultivar los valores humanos, valores con los que nacemos y que nos serían muy útiles para vivir el momento de la muerte no como un final sino como el principio de una nueva existencia.

A partir de esta premisa, El Viaje de Tánatos propone una manera diferente de hallar respuesta a las preguntas que todos nos hacemos sobre la muerte. La manera es, para el Dr. Jordi Domingo, a través del amor, que es el valor universal por excelencia.

¿Qué es para usted el amor?

Dar siempre sin pedir nunca nada a cambio. Cosa que no hacemos nunca, porque somos humanos y somos imperfectos. Pero es hacia donde deberíamos intentar ir: el amor incondicional.

Usted dice en el libro que la vida y la muerte son las dos caras de la misma moneda, ¿qué significa?

La vida y la muerte van juntas, por eso los valores son importantes. De la misma manera que algo nos hace entrar en esta vida, algo nos hará salir de ella. El desarrollo de los valores humanos nos permite tener un concepto mucho más amplio de la vida y adquirir un crecimiento espiritual que nos haga seres más felices. Cuando entras en esta vida sabes seguro que saldrás. Tu cuerpo sólo es un instrumento.

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Es una consideración absolutamente espiritual.

Sí. El traje es tuyo pero tu no eres el traje.

¿Quién soy?

Eres un ente. Eres mucho más que tu cuerpo. Tu energía es inmortal. No sabemos bien a donde irá a parar, ni de donde viene. Podemos tener una intuición, ciertas ideas… cada cual según su religión. Lo que es cierto es que hay una energía que, cuando ya no puedas utilizar tu cuerpo, se irá de ti. No sabemos a dónde, pero lo que es seguro es que se va.

El alma…

Cuando llegas aquí, si cultivas el alma, que es tu espiritualidad, de la misma manera que entrenamos el cuerpo, cuando llegue el momento de las olimpiadas, es decir, el momento de morir, tendrás la capacidad de hacer el viaje con tranquilidad y serenidad. Nuestra civilización no facilita que cultivemos el alma.

¿Por qué?

Porque no interesa. Nuestro sistema se basa en lo material. Las religiones no fomentan que pienses. Que tengas fe, sí, pero no que pienses. El hombre inteligente y que reflexiona busca a Dios. Y el hombre que realmente busca, mira, investiga, se hace preguntas… Puedes tener la seguridad de que un día, tarde o temprano, encontrará a Dios. El concepto que cada uno tenga de Dios.

¿Qué concepto tiene usted de Dios?

Bondad infinita e incondicional. El amor humano no se acerca demasiado… Insultamos al amor cada vez que una persona le dice a otra te quiero.

¿Le insultamos…?

No es amor, es un intercambio de convenios, de necesidades.

¿Por qué nos da tanto miedo dejar de existir, desaparecer, dejar de ser quienes somos?

Porque nos han enseñado que la muerte es mala. La muerte no duele. La enfermedad hace daño, causa dolor, pero no la muerte. La muerte es un paso hacia el más allá. Es la salida definitiva de tu energía del cuerpo. Yo diría que es lo mejor que nos pasa en la vida.

No es fácil verlo así…

Porque la sociedad fomenta el miedo a la muerte. Todos los miedos que la persona tiene en la vida los traslada al momento de la propia muerte.

El miedo es un sentimiento muy humano…

Sí, pero te lo inculcan. La cultura de la muerte ha dejado de existir en la sociedad actual, lo que comporta un sentimiento de temor hacia lo desconocido.

Es la claudicación absoluta de nuestro cuerpo. ¡Y eso es algo muy impactante!

Pero si de pequeños nos hubieran dicho que no es impactante, ahora no lo sería, lo viviríamos de forma diferente.

El proceso de desaparecer ya es bastante fuerte, pero ver desaparecer a alguien que queremos aún es más duro. La pérdida, el vacío que queda, la separación para siempre…

Si solamente piensas que la muere es un vacío, un precipicio…

Como mínimo es una separación: la persona a la que quieres ya no está.

No te preocupes, que un día tú harás este viaje y volverás a comunicarte, de la manera que sea, con la gente que ha estado aquí. Si entiendes que es una pérdida temporal lo vives diferente que si crees que es una pérdida absoluta.

Pero dígaselo a alguien que no cree, que piensa que después no hay nada…

Le diré que se espiritualice, que investigue, que lea, que pregunte… Al final llegará a la conclusión de que la muerte no da miedo. ¡Claro que da respeto! Yo le diría que busque los valores humanos, que se acerque al amor incondicional. Será mucho más feliz. No tendrá miedos y el momento de la muerte será tranquilo y suave. ¡El nacimiento es mucho más traumático que la muerte! La muerte es al revés, vamos hacia el descanso.

Entonces, ¿para qué venimos?

No lo sé… es lo que estoy investigando. Creo que la vida es una escuela y el examen final es la muerte.

¿Por qué nos resulta tan sumamente difícil dejar marchar a alguien?

Porque somos muy egoístas.

¿Es compatible querer a alguien y no echarle de menos?

Sí, con los años.

¿Qué es el duelo?

Es un proceso de adaptación natural que permite restablecer el equilibrio personal y familiar roto por la pérdida de alguien o algo querido. Se trata de una respuesta emocional, de comportamiento y de pensamiento que desestabiliza y desorganiza temporalmente a la persona que se encuentra en situación de pérdida.

En este camino, lo más habitual al principio es encontrarse en estado de shock o de bloqueo emocional, lo que por otro lado nos protege temporalmente del impacto vivido. Una vez pasado este momento, es positivo y saludable que nos demos tiempo y el espacio necesarios para reconocer aquello que nos está pasando, que nos escuchemos. ¿Qué nos dicen nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro corazón? La compañía de familiares, amigos y personas de confianza ayuda a legitimar el dolor y a que nos sintamos más protegidos. La comprensión y el diálogo son básicos en el núcleo familiar, ya que cada miembro vive y expresa la pérdida de manera diferente.

Cuando en el núcleo familiar hay niños, los adultos tratan de evitar que tomen contacto con estas vivencias por miedo a que queden traumatizados o a que lo pasen mal, pero en realidad para los pequeños la muerte sólo es una desconocida y lo único que les suscitaes curiosidad. ¿No serán nuestros propios miedos los que paralizan y bloquean nuestras respuestas, y nos alejan de la naturalidad de la vida y de la muerte?

El duelo es un proceso necesario para continuar viviendo y encontrar un lugar en nuestro ser para la persona querida. Esto no significa olvidarse de ella, sino volver a vibrar con la vida y seguir nuestro camino.

El Viaje de Tánatos es una guía que nos permite profundizar en las diferentes circunstancias de la muerte, facilitando referencias puntuales. Los autores, coordinados por el psiquiatra Jordi Domingo, son miembros de Shanti Nilaya, Unidad de Acompañamiento (SNUA), que nació para dar atención a las personas que viven con dificultad los cambios y emociones existentes en torno al proceso de morir, la muerte en sí y el duelo. Apoyados en las experiencias de su trabajo, nos acercan a los distintos duelos y nos permiten comprenderlos a través de los procesos de sus pacientes. Este acercamiento facilita el descubrimiento de los propios sentimientos y las propias necesidades, muchas veces ocultos detrás de tanto dolor.