Palpitaciones: ¡El corazón me late muy fuerte!

Las palpitaciones son un síntoma bastante frecuente de consulta médica y están definidas como la percepción, a menudo molesta o incómoda, que el paciente nota del latido cardíaco. Habitualmente son benignas. El Dr. Eduard Homs Espinach, especialista en Cardiología del Centro Médico MGC, nos explica las causas de estos latidos fuertes del corazón estando en reposo y su tratamiento.

¿Qué son las palpitaciones cardíacas o latidos fuertes del corazón? 

Las palpitaciones, conocidas generalmente como latidos fuertes del corazón, son un síntoma bastante frecuente de consulta médica y están definidas como la percepción, a menudo molesta o incomoda, que el paciente nota del latido cardíaco. Habitualmente son benignas.

¿Por qué el corazón late más fuerte y qué causa estas palpitaciones? 

El 90 por ciento o más de las palpitaciones tienen su causa en factores que llamamos excitantes. Es decir, todo aquello que acelera el ritmo cardíaco y su frecuencia: el tabaco, el café, el té rojo y té negro, el alcohol a dosis muy altas…

Cuando estos se consumen o cuando se practica ejercicio de alta intensidad, el ritmo cardiaco puede acelerarse, produciendo la sensación de las palpitaciones, que se perciben tanto en el cuello como en la garganta o en el pecho. No obstante, aunque acostumbran a ser una consecuencia normal del propio ritmo cardiaco, es importante analizar sus síntomas para descartar que se trate de una arritmia.

Pero, además de los mencionados, ¿Qué otras causas encontramos a las palpitaciones de corazón?

Hipertiroidismo

El hipertiroidismo es una de las principales causas de las palpitaciones en el corazón. El hipertiroidismo aparece cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo normal, que es la que se encarga de regular el metabolismo, así como la temperatura o el reloj biológico interno. Las personas más afectadas son mujeres entre los 20 y los 40 años.

Aunque presenta multitud de síntomas como sed constante, irritabilidad, problemas de sueño o sudoración excesiva, los latidos irregulares del corazón también suelen estar presentes.

Embarazo

Desde el primer trimestre pueden aparecer las palpitaciones en el corazón, en particular tras realizar algún esfuerzo o cuando se está bocarriba. La explicación en este caso se encuentra en que durante la gestación el volumen sanguíneo aumenta para abastecer a la madre y al bebé. El corazón trabaja un 50% más que en situaciones normales y se contrae con mayor fuerza, por lo que puede dar lugar a taquicardia.

Anemia

La anemia es una afección en la que la concentración de hemoglobina en los glóbulos rojos es baja. Estos son los encargados de suministrar oxígeno y el hierro que contiene la hemoglobina es la que le da color a la sangre. Además de otros síntomas como debilidad y mareos, las palpitaciones también suelen estar presentes.

Estrés

El estrés es otra de las principales causas de las palpitaciones fuertes de corazón. Padecer estrés, en especial cuando se prolonga en el tiempo y se cronifica, supone un aumento de los niveles de cortisol en la sangre. Cuando esto sucede, la presión arterial también se ve aumentada y el corazón puede latir fuera de su ritmo habitual.

Latidos fuertes del corazón en reposo

Las palpitaciones tienen la característica de que no se perciben cuando se está en una situación en la que es normal que el corazón lata con mayor rapidez, sino que el cuerpo se encuentra en reposo o en un estado relativo de este. Es por ello que cuando se producen con cierta frecuencia, pueden resultar alarmantes cuando se desconocen las causas que lo producen. 

Ya hemos visto que las palpitaciones o latidos fuertes del corazón se pueden deber al consumo de diversas sustancias que sean excitantes, como el té o el café, pero también al estrés, que en la actualidad es responsable de una gran parte de las afecciones, así como patologías como el hipertiroidismo o estar embarazada. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta también que existen una serie de factores de riesgo que no solo pueden incrementar la probabilidad de experimentar esta desagradable sensación, sino que también hacen que se vuelva más peligroso. 

Dentro de estos factores de riesgo se encuentran el consumo de medicamentos para el asma o los resfriados, que producen una sensación de debilidad generalizada al tiempo que aceleran los latidos del corazón; padecer de ansiedad o sufrir ataques de pánico con regularidad o los problemas cardíacos, como haber sufrido un ataque anteriormente o haberse sometido a una cirugía. 

Complicaciones en las palpitaciones por las afecciones cardíacas

Si padeces o has padecido del corazón, es conveniente que hagas un seguimiento si estás experimentando latidos fuertes en reposo, ya que pueden conducirte a un cuadro más grave. Algunas de las complicaciones que se suelen experimentar son las siguientes:

• Desmayos. Cuando aumentan los latidos, la presión arterial cae hasta el punto de hacer perder el conocimiento, en particular en pacientes con enfermedades congénitas o problemas en las válvulas del corazón.
• Paro cardíaco. Si la causa de las palpitaciones son fallos en el ritmo normal del latido, puede suceder que estos dejen de ser eficaces y se ponga en riesgo la vida de la persona.
• Insuficiencia cardíaca. Las alteraciones del ritmo cardíaco interrumpen el bombeo de sangre al corazón, y reducen la cantidad de esta que llega, por lo que se debe controlar el ritmo.
• Accidentes cerebrovasculares. Si hay patologías en las cavidades superiores del corazón, cuando aparecen las palpitaciones, estas se agitan y se produce la fibrilación auricular, que hace que se formen coágulos. Al desprenderse, se bloquean las arterias que transportan la sangre al cerebro y se produce el accidente cerebrovascular, que puede causar la muerte.

¿Son peligrosas las palpitaciones?

Habitualmente estos latidos fuertes del corazón no son peligrosos. Debemos tener en cuenta que las palpitaciones que tienen un riesgo de complicación son un porcentaje muy pequeño y son las que se manifiestan, por ejemplo, haciendo ejercicio físico, al hacer esfuerzos que se toleran muy mal, se acompañan de dolor torácico, resoplidos, e incluso de síncope. Por tanto, la gravedad de las palpitaciones va asociada, sobre todo, a la tolerancia de las palpitaciones y después, básicamente, a si tenemos un corazón estructuralmente sano o si tiene alguna alteración morfológica. Las arritmias en este caso siempre serían la consecuencia de la cardiopatía estructural, no la causa.

No obstante, la inmensa mayoría son benignas. Estos fuertes latidos en el corazón o palpitaciones son muy toleradas, son aisladas y esporádicas. Es decir, tienen un inicio y un final gradual y se toleran muy bien. La frecuencia cardíaca, la taquicardización, a veces, de las palpitaciones, no es muy alta. En definitiva, afortunadamente, la mayoría de veces el paciente no se tiene que preocupar.

Noto los latidos del corazón muy fuertes: ¿Cuándo debo acudir al médico? 

En principio el paciente acudirá al médico de cabecera y le explicará los síntomas: latidos fuertes, incluso algunos pinchazos que no son palpitaciones… En ese caso el médico hará un diagnóstico básico para determinar si hay que derivarlo al cardiólogo, que será el que hará un estudio ampliado para determinar el tratamiento. O si no, el paciente puede acudir directamente al cardiólogo.



¿Cómo se diagnostican las palpitaciones?

Como las palpitaciones son una actividad eléctrica del corazón, la herramienta principal de diagnóstico es el electrocardiograma, que es como una fotografía del corazón. Si en esta prueba sale alguna alteración derivamos directamente al cardiólogo. Pero como las palpitaciones son un síntoma que puede aparecer a lo largo de todo el día o la noche, necesitaremos una herramienta que mida el latido cardiaco durante un tiempo continuado. ¿Cómo lo hacemos? Con un holter: un dispositivo que registra el latido cardiaco de forma continuada, normalmente durante 24 horas. Sería como una película del corazón. El paciente lo lleva puesto y puede hacer vida normal, salvo deporte y ducharse. Si nota palpitaciones durante ese tiempo, lo apunta junto con la hora y después se hace una comparativa con lo que ha registrado el holter para ver si hay correlación.

Como hemos comentado antes, también es importante saber si tenemos el corazón estructuralmente sano y para ello hacemos una ecografía cardiaca acompañando al holter. En resumen: con el historial clínico, la exploración física y el electro debemos ser capaces de determinar si las palpitaciones son de riesgo alto o no tienen mayor importancia.

¿Cómo se tratan las palpitaciones fuertes de corazón?

La mayoría de las veces no hace falta un tratamiento específico. Porque si yo sé, por ejemplo, que hay quien se toma un cubo de café al día, disminuyendo el consumo de café las palpitaciones acostumbran a desaparecer. Por lo tanto, si sabemos qué excitantes son los que precipitan, reduciendo el consumo de estos excitantes ya lo tenemos resuelto
A pesar de todo, hay casos en las que las palpitaciones, siendo benignas, pueden interferir en la rutina diaria. En ese caso podemos hacer un tratamiento específico para disminuir el tono enérgico unido a un tratamiento de ansiolíticos. En el caso de que las palpitaciones sean más importantes realizaremos otros tratamientos adaptados a la gravedad y requerimientos específicos.

Algunos consejos para reducir estas pulsaciones o latidos fuertes de corazón

Para reducir las palpitaciones del corazón, lo primero que se debe hacer es identificar cuál es la causa de estas. Aunque como ya hemos indicado no suelen ser graves y a menudo están relacionadas con sustancias excitantes,  lo que sí podemos hacer es introducir una serie de hábitos saludables que reduzcan la probabilidad de su aparición. En el caso de que se deban a anemia, la tiroides u otro tipo de patologías, es necesario consultar con un especialista.

Practica ejercicio con regularidad

No es necesario correr una maratón ni apuntarse a un gimnasio para levantar pesas. De lo que se trata es de encontrar alguna actividad que nos permite desconectar de nuestra rutina y de nuestros pensamientos. Además, cuando el ejercicio tiene cierta intensidad, se logra descargar adrenalina, lo que será muy efectivo para reducir los niveles de estrés y, por tanto, el riesgo de aparición de palpitaciones.

Medita

La meditación se ha puesto de moda y es que sus beneficios para el organismo son indudables. Dejar que los pensamientos circulen sin interferir nos ayuda a distanciarnos de nuestros problemas. Además, reduce el ritmo cardiaco y nos ayuda a entrar en un estado de relajación.

Reduce el estrés

Aunque resulta más fácil decirlo que hacerlo, es conveniente aprender a relativizar nuestros problemas y a vivir en el momento presente. Esto es, ni recordando el pasado ni adelantándonos al futuro.

Si hay personas o situaciones que sabemos que nos producen estrés, es conveniente alejarse de ambos. Y el estrés se debe al trabajo o a circunstancias familiares, la búsqueda de ayuda profesional para aprender a gestionar las emociones también puede ser eficaz.

Evita los estimulantes

Tomarse un café por la mañana puede ayudarte a despertar y a enfrentarte al día con energía. Sin embargo, abusar de este y otras sustancias como el té o las bebidas energéticas logra un efecto contrario. Aumenta la ansiedad, dificulta el pensamiento y propicia la aparición de palpitaciones.

Un cardiólogo: La mejor solución para estas palpitaciones

Ante cualquier situación, la visita a un especialista es siempre la mejor opción. Es por eso que en MGC Mutua contamos con los mejores especialistas médicos para atender las necesidades de nuestros asegurados. Con nuestros seguros de salud podrás acceder, si lo deseas, a las visitas periódicas con un médico especialista en cardiología para asegurar que todo funciona correctamente.

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Bibliografía

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/heart-palpitations/symptoms-causes/syc-20373196

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003081.htm