Salud y medicina

5 síntomas que pueden parecer alergia pero que son algo peor

5 síntomas que pueden parecer alergia pero que son algo peor

Si eres alérgico, es fácil achacar tu tos, la congestión y tu molesto y constante moqueo a tu alergia, pero en realidad podrían deberse a otro problema. Un problema, además, que muchas veces es difícil de averiguar: qué es lo que te está provocando estos síntomas que parecen alergia. Es necesario que sepas cuándo debes pensar en algo más serio como causa, lo que te permitirá actuar.

Por otra parte, no conviene olvidar que una alergia no tratada puede generar problemas mayores, como asma, infecciones crónicas de los senos nasales, problemas de oído o de sueño y otros.

El tratamiento de las alergias es muy diferente del de un resfriado o una gripe. Si tomas un antialérgico (un antihistamínico, en lenguaje médico) y tienes en realidad un virus (un resfriado o una gripe), lo único que conseguirás es padecer los efectos secundarios del medicamento, como aletargamiento, cuando lo que necesitas probablemente es un antitusivo, beber mucho líquido y guardar reposo. Por lo tanto, es conveniente aprender a reconocer los síntomas de una alergia y cómo diferenciarlos de los que no son propios de ella.

¿Qué es la alergia y por qué aparece?

La palabra alergia viene de dos griegas; Alos, que significa “otro, extraño o diferente”, y Ergos, que equivale a “reacción”. Dicho de otro modo, una alergia viene a ser una reacción que dista de la normal.

Una definición más completa vendría a ser que la alergia es una reacción exagerada o desmesurada del sistema inmunitario al exponerse a alguna sustancia que resulta extraña para el organismo. Como, por ejemplo, el epitelio de los gatos, el polen, el veneno de las abejas o determinados alimentos.

El sistema inmunitario es el encargado de producir anticuerpos, que son los que nos ayudan a combatir infecciones por virus o bacterias. Cuando una persona padece una alergia y entra en contacto con aquello que la desencadena; es decir, el alérgeno, el organismo comienza a producir anticuerpos que lo identifican como si fuera dañino, incluso cuando no es así.

La reacción inmediata del sistema inmunitario es la de producir una inflamación. Por eso, las vías respiratorias, el aparato digestivo o los senos paranasales comienzan a presentar síntomas.

Todavía hoy no existe una cura para las alergias, pero sí tratamientos que permiten aliviar sus síntomas. En estos se incluyen los antihistamínicos y las vacunas. No obstante, para evitar que aparezca, lo ideal es evitar entrar en contacto con el alérgeno.

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5 indicios de que tus síntomas no se deben a alergia

Tienes fiebre

Los escalofríos y sofocos nunca van asociados a alergias. Es por eso por lo que si tienes fiebre o presentas un desequilibrio en la temperatura corporal, puede ser un claro síntoma de que tienes algo más que una alergia.

El motivo reside en que la fiebre es la reacción de nuestro organismo ante el virus o la bacteria que está causando la infección. Cuando nuestro cuerpo está a una temperatura normal, es decir, alrededor de 37º, los gérmenes pueden sobrevivir y desarrollarse. Sin embargo, no es así cuando la temperatura se eleva, por lo que mueren.

Te duelen las mejillas y los pómulos

Las alergias pueden ocasionar opresión o dolor en los senos nasales, pero si el dolor desciende a los pómulos o incluso a la mandíbula o dientes, puede ser indicio de una sinusitis, pero no de una alergia. Este problema podría requerir tratamiento antibiótico por lo que ante esta situación se recomienda acudir a tu médico de confianza para salir de dudas, aunque como te comentamos no es un síntoma propio de una alergia.

Toses, pero no solo toses

Los síntomas deben analizarse en conjunto, porque es difícil de diferenciar una tos alérgica de una asociada a un proceso viral, como la gripe. Si toses, pero además tienes otro síntoma de esta lista, hay que pensar que es algo más serio que alergia. ¡Te contamos más tarde cómo intentar diferenciar una tos alérgica de una no alérgica!

Tu mucosidad es verde

Es señal de que existe una infección, no un proceso alérgico. Todos los fluidos del cuerpo deben ser de color blanquecino o transparente cuando se disfruta de un buen estado de salud. Por el contrario, cuando se presenta alguna infección, debido a la presencia de glóbulos blancos, los fluidos cambian de color y se tornan amarillos o verdosos. Esto sucede únicamente cuando hay infecciones y nunca por alergia.

Estás congestionado y además te huele el aliento

La alergia sí puede provocar congestión y, de hecho, es uno de lo síntomas más habituales y notorios, pero si esta va acompañada de mal aliento o de un sabor extraño en la boca, probablemente tienes algún tipo de infección. De nuevo, esto se debe a la presencia de bacterias o de un virus

Si crees que lo que tienes no se trata de alergia, visto lo anterior, ve al médico para que diagnostique el problema y lo trate adecuadamente.

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4 síntomas propios de alergia

Ya hemos visto cuál es la sintomatología que debe alertarte de que no se trata de alergia sino de otra patología. Ahora, vamos a conocer cuáles son los síntomas específicos de las reacciones alérgicas.

1. Los síntomas de alergia duran más de dos semanas

Si tras dos semanas, esas molestias no mejoran, puede tratarse de alergia, incluso si no hay un empeoramiento. Cuando se trata de un virus, los síntomas suelen remitir aproximadamente alrededor de una semana y se aprecia una mejora progresiva en el estado anímico.

En el caso de las alergias, si la exposición al alérgeno se mantiene, los síntomas no pueden remitir, ya que el sistema inmunitario se mantiene alerta luchando contra lo que considera algo dañino.

Habría que identificar qué es lo que está produciendo la reacción para poder evitar la exposición continuada. Pero hay que tener en cuenta también que, durante esta, los síntomas no tienen porqué aparecer a diario, sino que pueden ser intermitentes.

2. Mocos en la garganta

La mucosidad en la garganta por alergia es blanquecina o transparente, no verde o amarillenta. Esto se debe a que no existe una infección por virus o por bacteria, que es la responsable de esta última coloración. Además, en estos casos es densa y espesa.

Cuando se trata de una alergia, lo que suele aparecer es un goteo permanente de la nariz de color transparente. Y de bloquearse los senos paranasales, el drenaje de los mocos puede incluso verse dificultado, al existir una inflamación de las vías.

3. Congestión generalizada

Tienes una combinación de congestión de nariz, garganta irritada, moqueo, molestias en los oídos y opresión en los ojos. Al inflamarse los senos nasales y acumularse el moco, toda la zona termina por resentirse y, por eso, se experimenta dolor de cabeza, de oídos o en los ojos. Esta desaparece una vez que dejamos de exponernos al alérgeno o con un tratamiento a base de antihistamínicos.

4. Estás bien el resto del año

Si las toses asmáticas y los “pitos” al respirar aparecen cuando las plantas florecen, pues está claro que no es casualidad, ¿no crees? Si no sabes a qué tienes alergia y está afectando a tu día a día porque no logras identificar la causa, acude a tu médico de cabecera y solicita que te envíen al especialista para un test. Con este, sabrás con exactitud a qué reacciona tu organismo.

Tos alérgica

La tos es uno de los síntomas que puede causar confusión, puesto que su aparición puede deberse tanto a un cuadro de alergia como en un catarro o en una neumonía. En el primero de los casos, hay que tener en cuenta que no todas las personas reaccionan de la misma manera ante un alérgeno. 

La reacción puede quedarse en una rinitis alérgica, con congestión nasal y picor de ojos, que se agrava al entrar en contacto con ellos. Sin embargo, en otras personas, la reacción alérgica es más grave y desciende hasta el pecho. Ante este panorama, los bronquios se inflaman y se dificulta la respiración, y pueden aparecer pitos. La falta de oxígeno y la inflamación de las vías respiratorias tiene como consecuencia la tos seca o tos alérgica. 

Como veremos en el siguiente apartado, hay diferencias entre la tos alérgica y la tos por otras patologías, por lo que te resultará muy sencillo distinguirlas.

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¿Cómo diferenciar cuando una tos es alérgica y cuándo no? Principales síntomas de la tos alérgica

La sintomatología entre las alergias y los resfriados puede ser muy similar, de ahí que en algunos casos tengamos dudas acerca de lo que realmente está sucediendo.

El goteo nasal o la tos pueden aparecer en ambos casos, e incluso también cuando se trata de una gripe. Sin embargo, existen diferencias clave que son las que nos revelarán de qué se trata.

Hay que distinguir aquí entre la tos seca y la tos húmeda. Esta última se conoce también como productiva, ya que es la que va acompaña de la expulsión de flemas, procedentes de una infección por virus, como es el caso de los resfriados o de la gripe.

La tos seca, por el contrario, se produce sin expectoración. Se debe a una irritación de garganta, de laringe, tráquea o de bronquios, que puede deberse a una infección o a una alergia, así como a la presencia de cuerpos extraños en las vías respiratorias o a consecuencia de la inhalación del humo de los cigarrillos.

Cuando la alergia es persistente o el sistema inmunitario reacciona en mayor medida, además de la congestión nasal pueden aparecer pitos, tal y como sucede en el asma. Llegados a este punto, la tos puede aparecer por la propia dificultad para respirar.

En cualquier caso, si tienes dudas para distinguir una alergia de una gripe o un resfriado, solo tienes que prestar atención a estos dos elementos que te dejamos a continuación; pues estos serán la clave.

Congestión nasal y estornudos

La congestión nasal no suele aparecer en la gripe, pero sí que está presente en las alergias y en los resfriados, así como los estornudos. Por lo tanto, si estos están presentes, puedes descartar la gripe casi con total seguridad. O también guiarte del dolor de cabeza y el agotamiento físico, que solo aparecen en esta y nunca en alergias o resfriados.

Dolor de garganta

El dolor de garganta aparece muy frecuentemente en los resfriados, mientras que no suele ser así en las alergias y en la gripe. Esto quiere decir que, si tus síntomas son la congestión nasal y los estornudos, la aparición del dolor de garganta es lo que te permitirá confirmar que se trata de un resfriado y no de alergia.

¿Qué hacer si crees que tienes alergia?

Lo ideal es que consultes con un médico (de preferencia alergólogo) para que diagnostique con precisión. Si te resulta imposible acudir a la consulta, habla con tu farmacéutico. Existen muchos medicamentos (desde espráis nasales hasta antihistamínicos) que no requieren receta y que podrán aliviarte.

¿Cuáles son los síntomas de alergia en la garganta?

Cuando nos exponemos a un alérgeno, el organismo libera al torrente sanguíneo unas sustancias químicas que se conocen como histaminas. Estas son las responsables de que comencemos a experimentar los síntomas típicos de la alergia, como el picor en los ojos, la congestión nasal y los estornudos.

Esto se debe a que las histaminas aumentan la mucosidad, para evitar que, a consecuencia de la alergia, la nariz, la boca o la garganta se sequen y así poder neutralizar el efecto de todas aquellas bacterias que puedan ser dañinas. Cuando esta mucosidad es excesiva, el goteo postnasal puede irritar la garganta, lo que conlleva también a sentir picor y molestias al tragar.

Al mismo tiempo, el hecho de no poder respirar correctamente a través de la nariz por el propio bloqueo nasal, hace que se recurre a la respiración por la boca, que también puede provocar sequedad e irritación en la garganta. El dolor, por el contrario, es muy poco frecuente en los cuadros de alergia.

Bibliografía

¿Qué es la alergia?

https://medlineplus.gov/spanish/allergy.html

https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/gripe